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¿Quiénes yacen en las fosas comunes en Iguala?


Mientras el país exige el regreso con vida de los 43 estudiantes y la fiscalía afirma que fueron quemados, surge una inquietante pregunta: ¿Cuál es la identidad de las decenas de cadáveres hallados en fosas cerca de Iguala en los últimos dos meses?

En las primeras semanas tras la desaparición de los 43 estudiantes en la ciudad de Iguala, la policía empezó a hallar, una tras otra, varias fosas comunes en la zona, que pertenecían –se afirmó entonces– a los desaparecidos.

 Sin embargo, pronto se aclaró que en las fosas había más de 43 cadáveres, algunos de los cuales estaban severamente desfigurados.

A principios de noviembre, basándose en las confesiones de sicarios detenidos, la Procuraduría General declaró oficialmente que los cadáveres de los estudiantes habían sido quemados durante 15 horas hasta el punto que resultaba casi imposible identificarlos. 

El escalofriante interrogante que surge a continuación es: ¿Quiénes son entonces las personas enterradas en las fosas comunes halladas?

Cerca de 70 personas, la mayoría de ellas mujeres, se han reunido esta semana en la iglesia San Gerardo María Mayela en la ciudad de Iguala, siguiendo el llamamiento hecho a través de un periódico. 

Todos ellos son padres, esposas, hermanas, cuyos prójimos desaparecieron en la zona.

Se reunieron para registrar a sus desaparecidos, presentar testimonios, y entregar muestras de ADN para la creación de un banco genético con la ayuda de la Universidad de Durham en Reino Unido.

A mi hermano lo secuestraron [...] A mi hijo lo levantaron en la puerta de mi casa [...] Mi hermano desapareció en 2010 [...] 

A mi hermana se la llevaron en el convoy que se llevó a más de 30 gentes […] A mi hija se la llevó un excomandante de la Policía Investigadora Municipal, también a mi nieta […]

Otra cuestión que tienen que decidir es si habrán de tomar ellos las riendas y salir a buscar y excavar las fosas ilegales, algo que las autoridades se niegan a hacer. 

“Son alrededor de 20 fosas que no les permitieron destapar”, explica uno de los organizadores del encuentro, el padre Óscar Mauricio Prudenciano González.

Estos son una pequeña parte de las decenas de miles de desaparecidos en México en los últimos años, y como no son los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa a las autoridades no le interesa buscarlo, ya que la sociedad no se va a preocupar por ellos, creen.

 “No son solo 43, nosotros somos los casos aislados de lo mismo”, se lamenta una de la participantes en el triste evento, citado por la revista ‘Proceso’.
Algunos de ellos no conocen el paradero de sus seres cercanos desde hace más de 6 años, y algunos sufrieron el secuestro de varios familiares.

 “A mi hermano lo levantaron, lo secuestraron en Arcelia, era taxista, llevaba a un enfermo.

 A mi hijo lo levantaron en la puerta de mi casa […] Mi hermano desapareció en 2010 […] 

A mi hermana se la llevaron en el convoy que se llevó a más de 30 gentes en Cocula […] 

A mi hija se la llevó un excomandante de la Policía Investigadora Municipal, también a mi nieta…”, relatan algunas de las víctimas.

Todos los desaparecidos eran víctimas de los policías municipales o soldados o sicarios que operan en esa zona, explica la revista.

rt

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