Pablo Gonzalez

Bin Laden y Al-Bagdadi son “fabricados en EEUU”



Escrito por: Dr. Kevin Barrett...La controversia sobre la aniquilación de Osama Bin Laden por las fuerzas especiales de la Marina de Estados Unidos (Navy SEAL) y el asesinato de dos soldados canadienses a mano de sujetos presuntamente vinculados al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), son los últimos trucos de los medios de comunicación para sostener la ilusión de una “Guerra Global contra el Terror” (GWOT, por sus siglas en inglés) contra el Islam radical.

La narrativa principal en la que se basa GWOT cuenta con dos villanos como personajes principales. De hecho, es una leyenda con dos antihéroes legendarios: el villano del primer acto, Osama Bin Laden; y el villano del espectáculo actual, el autoproclamado “califa” Ibrahim al-Samarrai, conocido como Abu Bakr al-Bagdadi.

En los estudios de folklore y mitología, la palabra “leyenda” significa “historia fantástica que puede o no ser verídica”. En el espionaje, la misma palabra significa: el antecedente o la biografía inventados por las agencias de inteligencia para un espía, por lo general apoyados por documentos y datos memorizados” (Fuente: SpyMuseum.org).

Entre las historias más fantásticas de nuestro tiempo, están las leyendas de los dos terroristas: Osama Bin Laden de Al-Qaeda, y Abu Bakr al-Bagdadi de EIIL.

Estos dos sorprendentes individuos, han logrado hazañas casi milagrosas: Bin Laden causó desaparecer rascacielos, mientras que también consiguió dejar sin efecto las defensas aéreas de los Estados Unidos durante casi dos horas para que pudiera bombardear el Pentágono, la instalación mejor defendida en el planeta; mientras Al-Bagdadi y su montón de extremistas aficionados se han hecho, de alguna manera y a pesar de la oposición de todo el mundo, con el control de una extendida franja geoestratégicamente importante y rica en petróleo.

Ambos logros parecen, si no queremos decir imposibles, muy improbables.

Los increíbles éxitos de los ataques del 11S y EIIL han sido increíblemente contraproducentes (desde el punto de vista musulmana y antiimperialista).

Aunque tanto Al-Qaeda como EIIL han afirmado estar luchando para liberar a los musulmanes de sus enemigos imperialistas y sionistas, los dos grupos terroristas están haciendo tremendos daños a la causa musulmana.

Los atentados de 11S permitieron al régimen de Israel aplastar a Palestina y reanimar su moribunda economía con la excusa de la lucha antiterrorista. También demonizando a Islam, estos ataques proporcionaron a estadounidenses la excusa que anhelaban para atacar, invadir, ocupar, desestabilizar y hacer daño a los países musulmanes.

EIIL es aún peor. El grupo terrorista de Al-Bagdadi ha pasado la mayor parte de su tiempo, energía y dinero atacando a sus correligionarios musulmanes y extendiendo el caos, el odio y el fratricidio. 

También ha sacrificado innumerables personas inocentes y transmitido imágenes de sus atrocidades a todo el mundo por los medios de comunicación, difamando de este modo a Islam y los musulmanes en los ojos de la opinión pública mundial.

Como diría el Sr. Spock de la serie Star Trek, las leyendas de Al-Qaeda y EIIL son ilógicas. No siguen cálculos lógicos.

Para entender quién o qué está realmente detrás de estos dos grupos terroristas espectacularmente exitosos y espectacularmente contraproducentes, tenemos que empezar con una simple pregunta: ¿Quién se beneficia? 

La respuesta, por supuesto, es que los beneficiarios son la misma gente con la que Al-Qaeda y EIIL dicen estar luchando: los sionistas y los imperialistas.

Este conocimiento plantea una pregunta: ¿podrían las leyendas de Bin Laden y Al-Bagdadi ser “leyendas” en el sentido que se la damos a esta palabra en el espionaje, es decir, falsas biografías elaboradas por una agencia de inteligencia?

Un fallo que comparten las biografías de Bin Laden y de Al-Bagdadi es que ambos presuntos fanáticos antinorteamericanos, pasaron mucho tiempo en compañía de los militares estadounidenses. 

En los 80, durante la recaudación de fondo para la resistencia afgana contra la ocupación soviética, Bin Laden recorrió las bases militares estadounidenses con el nombre de “Tim Osman” y ayudó a adquirir misiles Stinger para los combatientes de la resistencia afgana.

La estrecha relación entre Osama Bin Laden y los estadounidenses vinculados al Ejército o las agencias de inteligencia, continuó mucho después de haber emitido su famoso manifiesto “muerte a los estadounidenses” en 1998 – el mismo año que la CIA, a través de su agente, el sargento Ali Mohamed, bombardeó las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania y culpó a Bin Laden de la carnicería.

La traductora del FBI, Sibel Edmonds que ha denunciado algunas irregularidades en el sistema dice que losEE.UU. mantenía “relaciones íntimas” con Bin Laden “todo el tiempo hasta los atentados de 11 de septiembre”. Estas “relaciones íntimas”, explica Edmonds, consistía en usar los combatientes de Bin Laden como un subsidiario Ejército terrorista para atacar a los rivales de los Estados Unidos como Rusia y China.

En julio de 2001, precisamente cuando las figuras principales de la mafia sionista de Nueva York, Larry Silverstein, Frank Lowy y Lewis Eisenberg estaban privatizando e invirtiendo en seguro que cubría las torres gemelas de World Trade Center- ya condenadas a ser destruidas- Bin Laden estaba siendo tratado para la insuficiencia renal en el hospital estadounidense de Dubái por un especialista vinculado al servicio de inteligencia estadounidense, el doctor Terry Callaway.

El jefe de la oficina de la CIA en Dubái, Larry Mitchell y el jefe de la inteligencia saudí visitaron a Bin Laden en el hospital.

El día 11 de septiembre de 2001, Bin Laden estaba de vuelta al hospital. Esta vez estaba recibiendo tratamiento de diálisis en el hospital militar paquistaní en Rawalpindi, justo bajo las narices de los asesores militares estadounidenses.

¿Por qué EE.UU. no pidió a sus aliados, el Gobierno emiratí o Paquistán arrestar a Bin Laden, el por entonces terrorista más buscado del mundo, mientras estaba inmovilizado en el hospital por el tratamiento de diálisis? la respuesta, por supuesto, es que Bin Laden era un protegido de Inteligencia de EE.UU.

Obviamente, la historia de Osama Bin Laden, el cerebro terrorista antiestadounidense es una “leyenda” en ambos sentidos de esta palabra: es un cuento fantástico; y es la mezcla de invenciones de una o más agencias de inteligencia.

La historia de la supuesta muerte de Bin Laden en el mayo 2011 es tan sospechosa como la de su vida. Incluso el New York Times admite: “puede que nunca sea posible decir exactamente quién disparó el tiro fatal, teniendo en la escena a tantos hombres armados y con gafas de visión nocturna que se movían rápidamente por el escondite del líder de Al-Qaeda. 

No se realizó autopsia y no hay video que haya registrado los disparos.

 Los militares nunca publicaron una fotografía de Bin Laden después de que él murió y dijeron que su cuerpo había sido enterrado en el mar”.

En realidad, el Ejército dijo que Bin Laden fue sepultado en el mar “de acuerdo con la costumbre musulmana”. Al parecer, ellos esperan que creamos que los musulmanes habitualmente tiran sus muertos en el océano. Más absurda, es la idea de que ellos simplemente mataron a un presunto cerebro terrorista, en lugar de hacer todo lo posible para capturarlo vivo e interrogarlo. 

La “gran mentira” del asesinato de Bin Laden es un insulto a la inteligencia del ser humano.

La leyenda de “califa” Abu Bakr al-Bagdadi, como la de Osama Bin Laden, es altamente sospechosa. Al igual que Bin Laden, Al-Bagdadi fue un invitado a largo plazo de los militares estadounidenses en una base estadounidense en Irak y como en el caso de Bin Laden, el Ejército estadounidense ha emitido declaraciones falsas destinadas a ocultar o minimizar su relación con Al-Bagdadi, su supuesto peor enemigo.

EE.UU. dice que Al-Bagdadi residió en el “ala de entrenamiento antiterrorista” de Camp Bucca durante menos de un año. 

Pero tanto los testigos estadounidenses como los iraquíes dicen que fue más de cinco años. En cualquier caso, parece que el autodenominado califa fue preparado para su futuro papel, mientras que estaba bajo custodia de Estados Unidos.

Después de salir del campo militar, Al-Bagdadi y sus comandantes en EIIL recibieron la formación adicional, así como las armas y fondos, en una base secreta de la CIA en Jordania. Estados Unidos intentó, a través de sus representantes regionales, crear el Ejército EIIL con el objetivo de derrocar el presidente sirio, Bashar al-Asad.

 Parece probable que los EE.UU. y sus aliados fueron los que proporcionaron la información secreta que permitió a EIIL invadir al Ejército iraquí -que EE.UU. había desarmado intencionalmente- y aprovechar las partes ricas en petróleo de Irak.

Y sin embargo, al pueblo estadounidense todavía se le dice que Al-Bagdadi es su peor enemigo. Al igual que el cuento del “cerebro terrorista contra Estados Unidos”, Bin Laden, la historia del hombre del saco, Al-Bagdadi, es una leyenda obviamente absurda.

Si el pueblo norteamericano alguna vez se da cuenta de lo mucho que le han mentido, y con qué fines la Constitución ha sido destrozada y su economía se ha quedado en bancarrota, va a ponerse extremadamente furioso.

Dr. Kevin Barrett * un doctorado Arabista-islamólogo, es uno de los críticos más conocidos de Estados Unidos de la Guerra contra el Terror. Dr. Barrett ha aparecido muchas veces en Fox, CNN, PBS y otros medios de difusión, y ha inspirado reportajes y artículos de opinión en el New York Times, el Christian Science Monitor, el Chicago Tribune y otras publicaciones líderes. 

Dr. Barrett ha enseñado en los colegios y universidades en San Francisco, París y Wisconsin, donde se postuló para el Congreso en 2008. Él es el co-fundador de la Alianza entre musulmanes y cristianos y judíos , y autor de los libros La verdad Jihad: Mi lucha épica contra la Mentira 9/11 Grandes (2007) y El cuestionamiento de la Guerra contra el Terror: Una Guía para los votantes de Obama (2009 ). 

Su página web es http://www.truthjihad.com.

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