Las tropas
británicas cometieron abusos contra los
detenidos después de la invasión de Iraq
del 2003, según revela un informe
independiente que será publicado el
próximo 8 de septiembre y al que tuvo
acceso el rotativo The Sunday Telegraph.
La investigación
se centra en el caso de Baha Musa, un
recepcionista de un hotel de Basora que
murió 24 horas después de ser detenido
por efectivos británicos.
La autopsia
realizada al joven de 26 años mostró que
había indicios de intoxicación en su
cuerpo y que tenía al menos 93 heridas
producto de los malos tratos, reporta
Europa Press.
Las primeras
filtraciones de este informe apuntan a
que Musa fue golpeado hasta la muerte
después de ser capturado por miembros
del Ejército británico durante un
registro en busca de armas en los
hoteles de la ciudad iraquí de Basora.
Musa fue
detenido junto con otras seis personas,
de las que algunas declararon que
recibieron patadas de los miembros del
Ejército. Mientras que uno sostiene que
le vertieron agua hirviendo y orina.
La
investigación, dirigida por el juez
William Gage, intenta ofrecer más
detalles sobre la muerte del joven y
sobre la utilización de técnicas
prohibidas por el Ejército británico
para que los prisioneros revelen
información confidencial durante el
interrogatorio.