El 26 de febrero de 1974, cae en combate en SAN JORGE, RIVAS, MANUEL ANTONIO AVILES CRUZ, después de haberse enfrentado a la Guardia Nacional de Somoza, y dando muerte a dos GN,
Nace en Jinotepe el 9 de junio de 1946. Sus padres eran Alberto Avilés Serrano y María Lorenza Cruz Gutiérrez. Sus estudios de primaria los realizó en la Escuela General Somoza y en la Escuela Anexa a la Normal, en Jinotepe. Su secundaria la hizo en el Colegio Maestro Gabriel, en Managua.
Cuenta su hermana que, a los 14 años de edad, comenzó a trabajar en la Administración de Correos de Jinotepe3, y cuando los sucesos del 11 de noviembre de 1960, fue enviado al Cuartel de la Guardia Nacional, donde le dieron un arma, como era un niño, abandonó el lugar, pero eso le quedó grabado en su mente y contribuyó a forjar lo que más tarde será la decisión de luchar hasta dar su vida por la libertad de su patria.
Tenía muchos dones: la música, el canto, el dibujo, escribía poesía, hacia teatro y tocaba guitarra. Fue gran admirador de Pedro Infante y cantaba todas sus canciones.
Cuando tenía unos 16 años, trabajó como locutor en la emisora Radio Ondas del Sur, propiedad de don Julio Hernández, donde fue muy querido por don Julio. En Jinotepe tuvo dos grandes amigos ya fallecidos: Julián Rodríguez y Wilfredo Ayerdis, quienes eran vecinos del mismo barrio.
Más tarde se trasladó a Managua a estudiar su bachillerato. Trabajó en supermercados La Colonia para costearse sus estudios en el Instituto Maestro Gabriel. Formó parte del grupo de teatro “Agrupación Teatral Experimental del Liceo Maestro Gabriel”, habiendo actuado en comedias (Coma y Beba), y monólogos, un trabajo preparado por Julio González Villalobos.
En esos años habitaba contiguo a Hielera Sequeira con su hermana Argentina Sandoval Cruz. Formó parte del grupo teatral “Actores Unidos de Nicaragua”, de Radio Mundial, participó en la obra teatral Por los Caminos van los Campesinos, de Pablo Antonio Cuadra, haciendo el papel de “Juancho”. Esta obra fue presentada en televisión en 1972.
Con este grupo viajó a Panamá a hacer presentaciones teatrales, de las cuales se conservan algunas fotografías. Según Óscar Enríquez, actor de arte dramático, “Toño” jamás les dio a conocer sus ideales revolucionarios, pues era muy reservado.
Por su dedicación al trabajo teatral, el Director del grupo, Manolo Villamil, le delegaba actividades especiales.
Recibió clases de arte dramático en Radio Corporación, y luego organizó un grupo teatral con sus compañeros de estudio, en el que predominaba el teatro de protesta.
También estudió cursos de dibujo por correspondencia, para pulir su don innato, pudo entonces trabajar como dibujante publicitario en la Publicidad Centroamericana por los años 1970-71 y también dibujaba escenografías para el Canal 2.
Dice su hermana, “Nuestra madre fue su gran amor”. Le escribía poemas y le ponía serenatas con su guitarra.
En el mes de abril de 1972 viajó hacia Cuba a recibir entrenamiento militar, y dejó una carta a su madre en la que le decía que iba para México a estudiar y que después todo iba a mejorar para la familia.
Su hermana narra: “El domingo 24 de febrero 1974, o sea dos días antes de morir, “Toño” nos visitó, estuvo un rato con nosotros y después supe que se fue a dormir a casa de mis primos Avilés Sandino.
El día que nos visitó nos contó que en Cuba había dejado familia y que era posible que fuera a nacer un hijo suyo, de esto nunca tuvimos noticia, hasta ahora que confirmamos que sí nació una hija suya y que ya tiene un nieto.”
Su muerte
El 27 de febrero de 1974 por la mañana salió publicado en la primera plana del diario Novedades un titular a ocho columnas: Sandinista se suicida frente a GN, y debajo una gran foto de Antonio Avilés ya muerto, con el siguiente pie de foto: El miembro de la organización clandestina Frente Sandinista de Liberación, evitó el juicio de las autoridades por matar y herir a dos elementos del orden ayer martes. Evadió el peso de la ley pegándose un tiro en la sien derecha (Foto Napoleón).
En días siguientes apareció otro titular de La Prensa: Nadie retira el cadáver de J. J. Quiñónez, a la vez que informaba de las detenciones de Leonel Zamora, propietario de un trapiche en Buenos Aires, y de Sadinuel Méndez, cuya esposa, Susana Alvarado, interpuso recurso de exhibición personal.
El 3 de marzo La Prensa publica en su página 9 una pequeña nota titulada, Leyes entregó orden para retirar el cadáver, en la que señala que se trata de Manuel Antonio Avilés.
En un reportaje del 4 de marzo realizado por Teófilo Jiménez Viales, corresponsal de La Prensa en Rivas, y con el título Versión exacta de los hechos en que fue muerto un policía, se dice que el General José Rodríguez Somoza afirmó que los reos capturados no serían puestos a la orden del juez antes de los diez días.
Los presos eran Leonel Zamora, Juan José Meza Bello (chofer del camión en que viajaba Manuel), Sadinuel Méndez y Alejandro Espinoza).
Según el corresponsal, una patrulla de la Policía estaba chequeando vehículos y pidiendo licencias frente al Matadero IGOSA, y al hacer el alto a un camión Nissan que venía de Rivas, su chofer no se detuvo, por lo que salieron en su persecución.
Les dieron alcance en la caseta GN del peaje, y ahí, el ayudante Manuel Avilés Cruz, quien iba en la tina del camión, disparó una pistola 45 dando muerte al agente Mariano Olivas e hiriendo a Juan Moncada.
Mientras los agentes capturaban a los otros ocupantes del vehículo, Manuel logró escapar, pero una patrulla al mando del Teniente Octavio Arana, en donde iba el Sargento Uriza, le dio alcance en la vieja carrilera, en dirección a San Jorge, y según ellos, Manuel Antonio se suicida con un balazo cerca del parietal derecho y quedó boca abajo.
El General Rodríguez Somoza afirmó que el cajón de Juan José Quiñónez, que luego se supo era Manuel Antonio Avilés, estaba repleto de “literatura marxista del Frente Sandinista, del Che Guevara, etc.
Agregó que aunque Sadinuel Méndez “es un ciudadano correcto, honorable etc. (fue alcalde de Buenos Aires), era sospechoso por acoger a un desconocido que no tenía pinta de campesino y que además trabajaba medio tiempo.
En tanto que Alejandro Espinoza era quien había llevado a Manuel Avilés para que lo engancharan en ese trabajo.
El sábado 6 de marzo, en una amplia nota titulada: Identifican y entierran a Guerrillero, se afirma que los familiares tuvieron dificultades para identificar el cadáver de quien en un comienzo las autoridades identificaron como Juan José Quiñónez.
Da cuenta de quiénes eran sus familiares, que sus hermanas fueron interrogadas por la OSN, y en base a entrevistas con sus hermanas, explican quién era Manuel Antonio.
También hay un interesante agregado: Se comentaba anoche en su vela, que estuvo muy concurrida, que además del balazo en la cabeza, Manuel Antonio presentaba fuertes golpes en la pierna izquierda y en la ingle. Esto lo confirmó un familiar.
Versión familiar
Según su hermana Martha “en ese entonces el Comandante de Rivas, Coronel Orlando José Espinoza, destacó dos patrullas en su persecución.
Una de las patrullas iba al mando del Sub-teniente Ricardo Guerrero, quien había sido compañero de estudios de “Toño”, y la otra al mando del Teniente Gustavo Arana, quien era jinotepino.
Le dieron alcance en el patio de una casa, lo rodearon y le pidieron que se entregara. Ahí fue donde sacó su arma y se disparó en la sien.
“La dueña de la casa donde murió, nos contó que Toño apareció corriendo, entró a la casa y le dijo Abuela, deme la bendición. La señora le dio la bendición y le cambió la camisa, él pasó al patio y se metió en el pompón. Ahí fue rodeado por la Guardia. Murió el 26 de febrero de 1974.
“Según cuenta un primo nuestro, Toño hablaba con mucha confianza con él y le exteriorizaba su preocupación por la pobreza a que él y su familia estaban sometidos, al igual que muchos nicaragüenses, que sus deseos eran que algún día hubiera trabajo, alimentación y todo lo básico para los seres humanos, y que si había que luchar bajo las diferentes modalidades, él estaba dispuesto a hacerlo e inclusive a entregar su vida por la causa de los pobres.
“Cuando estudiaba en Managua me contó que había conocido a varios amigos con los cuales conversaba y todos le expresaban que tenían los mismos sentimientos.
Se incorporaron al cuadro “Dramatice”, del Instituto Miguel Ramírez Goyena, con el objetivo de exteriorizar los sentimientos que tenían hacia la clase humilde y desposeída”.
Fue sepultado en la ciudad de Jinotepe que lo vio nacer, en la misma tumba que su abuelo Luciano Avilés y su padre Alberto Avilés”.
26/02/2022
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