LAURA BÉCQUER PASEIRO – A sus 23 años ya arrastra multitudes y
no precisamente como estrella del pop. La chilena Camila Vallejo se ha
convertido en símbolo de la lucha por la resistencia estudiantil.
De
carácter fuerte, esta mujer lleva en sí todo el reto de liderar el
movimiento de los estudiantes que mantiene en jaque al gobierno de
Sebastián Piñera, capaz de movilizar a miles de personas en
multitudinarias marchas por el centro de Santiago de Chile.
Esta joven —egresada de Geografía y presidenta de la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech)— combina belleza e
inteligencia, rompiendo mitos y ganando adeptos, al punto de perfilarse
desde ya en una importante figura política.
Junto a un exvoluntario de organizaciones sociales, Giorgio Jackson,
estudiante de ingeniería y presidente de la Federación de Estudiantes de
la Universidad Católica (Feuc), tienen la gran misión de reclamar por
una educación pública y de calidad.
Sobre esta joven ha caído la ira de los más retrógrados y
conservadores, desde el instante en que plantó cara al Gobierno chileno
por la justa causa de sus colegas.
Ha puesto el dedo en la llaga, no
solo en las inequidades que plantea el modelo educativo de su país, sino
en las que afectan a toda la sociedad, convirtiéndose por eso en objeto
incluso de amenazas de muerte.
“Si hay algo que debemos reconocer en la política, es que no se puede
esperar posiciones homogéneas ni estáticas dentro del conjunto de
personas que la configuran, a menos que se quede en lo meramente
superficial y no se vea impulsada a cuestionar el origen de los
problemas que se empeña en resolver”, declaró.
Ganar la elección de la Fech, en noviembre del año pasado, la
convirtió en la segunda mujer en ocupar la presidencia de la federación
de estudiantes de la universidad más importante de Chile en sus 105 años
de historia.
“SE MATA A LA PERRA Y SE ACABA LA LEVA”
Con esta frase llena de odio una funcionaria del Ministerio de
Cultura y secretaria ejecutiva del Fondo del Libro, se refirió a Camila
Vallejo.
Esto condujo a que Tatiana Acuña Selles, la autora de tal agravio
fuera destituida del cargo, luego de que decenas de artistas se
manifestaran públicamente en contra de sus comentarios.
Lo más curioso del hecho es que la frase se atribuye al dictador
Augusto Pinochet cuando informó la muerte del expresidente Salvador
Allende.
Sin comentarios.
Fueron también jóvenes funcionarios quienes circularon la dirección
particular y el teléfono de Vallejo, en clara promoción de
intimidaciones a su integridad física.
Esos datos fueron propagados por
@derechatuitera, cuyos administradores también debieron disculparse
luego con la dirigente.
Este es solo un ejemplo de las tantas amenazas que, fundamentalmente
por las redes sociales, recibe a menudo la líder estudiantil.
Sin
embargo, ello no ha mellado la determinación en la militante de las
Juventudes Comunistas desde hace cinco años, y vocera también de la
Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
Camila Vallejo tiene
ante sí el desafío de guiar a las jóvenes generaciones de una sociedad
que se declara democrática, pero vive aún bajo los vestigios de la
dictadura pinochetista.