
Mariana Prado yAndrónico Rodríguez
Ser jailón
Un jailón es una palabra polisémica que puede significar alguien que tiene mucho dinero, o que aparenta tenerlo, que discrimina a otras por tener mucho dinero o por temas raciales y que frecuenta determinados espacios generalmente reservados para gente de su status económico, y es, generalmente, una persona blancoide, dada la formación social boliviana racializada
Un jailón, aunque en principio es alguien de derecha por los valores que tiene, también puede ser fácilmente de izquierda, puede ser un izquierdista de caviar, como dicen, alguien que se preocupa por los problemas sociales de las clases desfavorecidas, pero siempre y cuando sus intereses de élite y de clase no se vean alborotados.
Un jailón, aunque pueda tener piel cobriza en algunas raras ocasiones, para ser tal debe pasar por un proceso de blanqueamiento, esto significa visitar espacios que frecuentan los “jailones”, o hacer cosas que hace un jailón y tener los valores que tiene un jailón, valores aburguesados, donde lo comunal o lo público o la resistencia social, son buenas si son folklóricas, pero si se dan en sus zonas de confort son dañinas.
Andrónico Rodríguez y Mariana Prado
La candidata a vicepresidenta por la alianza de Andrónico Rodríguez, es la exministra del gobierno de Evo Morales, una mujer “jailona”.
Una mujer que se siente de izquierda, pero de la izquierda que no penetra los privilegios de sus parientes, una mujer blanca, que se denomina “una nena del Estado”, una frase que entra en el podio de las frases con menos contenido del periodo electoral, como “hacer sexy el Estado” o “la Wiphala es lo mismo que el Tercer Reich”…una mujer que se siente verdaderamente incómoda cuando va a El Alto u otra región popular, a sabiendas que fue ministra de un ¡gobierno popular! Claro, para ella, es lindo sentarse a hablar en bares extranjeros sobre la resistencia social, mientras come bien, pero cuando debe compartir con la gente en un “agachadito”, se pone nerviosa y se siente incómoda…
No hay diferencia entre Mariana y la forma de agarrar la cuchara cuando come “sopitas” y Goni diciendo “estos indios no usan shampoo”…ella definitivamente no se encuentra cómoda con lo popular, obvio, al menos que lo popular sea comer en el restaurant “Popular”.
No obstante, lo que dije no es novedad, lo novedoso es que Andrónico no se sienta incómodo con ella, raro, solo de escribir estas líneas yo me sentiría incómodo de compartir una lucha social con alguien así, pero Andrónico se siente bien, incluso, quizás, detrás de esas gafas negras que le gusta usar, se siente asimilado.
Andrónico y Carlos Macusaya
Macusaya es un intelectual indianista que sí frecuenta lugares que no frecuenta Mariana Prado, y que emitió críticas constantes a lo que se considera “jailón”, al menos lo hizo desde hace 10 años, sin embargo, ahora su candidata a vicepresidente por su fórmula tiene todo lo que teóricamente le molestaba…pero ahora no le molesta.
Carlos Macusaya también frecuentó lugares con Samuel Doria Medina, cuando pudo presentar algunos de sus libros sobre indianismo y katarismo, y parece que eso no le molestó, para Macusaya, Samuel no era nada “jailón”, era un burgués “buena onda”…
Andrónico y Macusaya ahora guardan un silencio cómplice con Mariana Prado y Macusaya no se enoja que el mismo Andrónico tenga muchos vínculos con Samuel Doria Medina, parece, incluso, que es algo que no les molesta, les provoca empatía política.
Andrónico y Susana Bejarano
Susana Bejarano es la primera candidata a senadora por La Paz de Andrónico, Susana es otra jailona y está casada con el asesor de Samuel Doria Medina, Fernando Molina, amigo de Macusaya y de Mariana Prado. Parece que todo quedó en familia.
Andrónico y Doria Medina
Poco o nada se diferencian, y quizás eso se debe a que tienen muchos intereses en común, incluso el litio. ¿o ustedes creen que es sorpresa que ambos estén vinculados con Claure y sus socios?
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