La estrategia de Estados Unidos apunta a crear un foco de conflicto cuasi -internacional, partiendo desde Afganistán, para atacar a Rusia, China, Irán y algunos países de Asia Central.
Como reguero de pólvora, el movimiento “Talibán” se está expandiendo y arrasando las provincias afganas, una tras otra, como si no hubiera en su contra un ejército, equipado y entrenado durante más de veinte años a manos de unidades militares que se supone son las más poderosas del mundo (me refiero a las estadounidenses).
Después de que el movimiento “Talibán” lograra en los últimos dos días tomar el control de cinco capitales de provincias afganas, las más importantes de las cuales son Kunduz, Sar-e Pul y Taloqan, fue notable - recientemente - y desde el inicio de los enfrentamientos que comenzaron inmediatamente después de la extraña decisión de retirada estadounidense, y según el testimonio de los habitantes de esas ciudades, que funcionarios oficiales y fuerzas de seguridad huyeran luego de que el gobierno fracasara en brindarles apoyo o en enviarles ayuda.
Es cierto que el control de Kunduz constituye el éxito militar más importante del movimiento “Talibán” desde el inicio de su ofensiva en mayo, la cual coincide con el inicio de la retirada de las fuerzas internacionales, que debe finalizar para el 31 de agosto, porque ahí se ubica la encrucijada estratégica más importante del norte de Afganistán entre Kabul y Tayikistán; sin embargo, el control de Kunduz y la expansión en el norte, noroeste y noreste, tiene más que una dimensión militar y de campo, que traduce sin duda uno de los elementos más importantes de la maniobra estadounidense lanzada desde Afganistán, paralelamente con la retirada antes mencionada.
Haciendo seguimiento de la geografía de la zona, de la actual movilización sobre el terreno de “Talibán”, se puede observar el enfoque de sus operaciones militares en términos de progreso y control en el norte hacia las fronteras de Tayikistán y Uzbekistán, y al noroeste hacia la frontera con Irán, ya que la ciudad de Herāt (noroeste) constituye el objetivo esperado para completar el control del movimiento lo antes posible.
Esta concentración en el norte y el noroeste va acompañada de la exclusión del avance por el momento hacia la capital, Kabul, en un momento que se suponía esto va en consonancia con la estrategia del movimiento de atacar y derrocar a las fuerzas que ostentan el poder en el país; el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, declaró recientemente que: “la decisión de entrar en Kabul no se ha concretado aún”.
Después de evaluar la ruta del avance del movimiento “Talibán” y las medidas militares sobre el terreno tomada por el gobierno para enfrentarla, con un apoyo (ambiguo) de parte de los estadounidenses, podemos deducir lo siguiente:
En efecto y partiendo de la realidad sobre el terreno ahora, se puede decir que no existe ningún apoyo serio y efectivo de parte de la unidades estadounidenses al gobierno de Afganistán, ¿Cómo se traduce ese apoyo?
Sobre el terreno, el movimiento “Talibán” avanza a pasos agigantados, arrasando las capitales de las provincias más importantes del país, superando la cubertura aérea estadounidense que hubiera podido (si así lo desease) cerrar todos los caminos y vías de avance de manera total, teniendo la capacidad de destruir la totalidad de los vehículos blindados del movimiento y sus elementos, como lo hacía a lo largo del tiempo en el que ocupaba Afganistán.
La noticia del uso de los bombarderos estratégicos B-52 por parte de los estadounidenses, y cuyo fin es el de atacar a las unidades de los “talibanes”, y que como es habitual se le había dado una gran importancia en los medios internacionales, se produce para aumentar las sospechas sobre la efectividad de este apoyo, ya que en el momento en el que las unidades de los militantes previamente mencionados entraban en las ciudades y se desplegaban en las zonas residenciales, lo que se necesitaba era del apoyo de los helicópteros tácticos para enfrentarlas; el papel de los bombarderos B-52 y otros bombarderos estratégicos, que están destinados a atacar refugios, centros de comando y almacenes fortificados es inútil en este caso desde un punto de vista militar, ya que los “talibanes” se despliegan y se mueven como infantería y con vehículos ligeros y es natural que hayan abandonado estos refugios y túneles en esta etapa del movimiento y de las maniobras que se implementan.
La otra observación importante que debe tomarse en cuenta es:
¿Porque se le había permitido avanzar a las unidades del movimiento “Talibán” en su primera fase de movilización, y durante aproximadamente un mes después del inicio de la retirada de las unidades estadounidenses y sus aliados, sin ser atacadas o enfrentadas con obuses y helicópteros occidentales efectivos para tal tarea?
Lo extraño es que solo después de que los “talibanes” llegaron fácilmente a las cercanías de la mayoría de las ciudades y provincias afganas y a sus entradas, se tomó la decisión de atacarlas - con bombarderos estratégicos - que tienen una gran cantidad de bombas antiguas que ya debían haber sido pasadas a retiro.
Sobre la base de estas observaciones militares y de campo, que caracterizan la confrontación actual dentro de Afganistán, se puede señalar que estas indican un claro papel estadounidense en facilitar la movilización, la expansión, el despliegue y el control del movimiento “talibán” en varias ciudades y provincias importantes, al tiempo que sugieren por supuesto, todo lo contrario, ya que estamos acostumbrados a las maniobras engañosas de los estadounidenses…
Basados en la estrategia de los “talibanes” (orquestada) también por Estados Unidos de manera indirecta, el avance se produce hacia el norte y el noroeste de Afganistán concretamente hacia las fronteras de Tayikistán, Uzbekistán e Irán, alejándose del centro, donde se encuentra la capital Kabul y el gobierno afgano…
Partiendo del temor, la precaución y la alerta de Rusia, la cual fue expresada por Moscú por medio de una movilización militar acelerada sobre el terreno, en conjunto con países fronterizos con Afganistán, han desplegado en estas fronteras unidades conjuntas en la forma de maniobras militares ruso- uzbekisytanis, ruso-tayikas y ruso-turcomanas, luego de que la oficina de prensa del distrito militar central del ejército ruso indicara que las fuerzas rusas y las fuerzas de estos países se entrenarán durante las maniobras en la frontera con Afganistán para llevar a cabo tareas relacionadas con “garantizar la integridad territorial de estos países…”.
Asimismo, existen preparativos iraníes, a raíz de sus temores en cuanto a sus fronteras con Afganistán, después de que los “talibanes” se hicieran con el control del paso fronterizo de “Dogaron” entre los dos países, y los intentos del movimiento de controlar la totalidad de la frontera con Irán, aunado esto a la casi incapacidad total de las unidades militares del gobierno afgano para controlar o mantenerse en esas fronteras…
Por todo esto, se puede decir que el objetivo de la estrategia estadounidense que se trazó a partir de la repentina y extraña retirada de Afganistán, va más allá del retorno de sus soldados a la patria y está lejos del hecho de librarse de guerras costosas e inútiles para Estados Unidos.
Aparentemente, este objetivo gira en torno a la creación de un foco de conflicto cuasi internacional en el este, partiendo desde Afganistán, el cual, con esta maniobra estadounidense, se convertirá en un país sumido en una larga guerra civil con fronteras porosas e incontrolables; afectando este foco con sus repercusiones la seguridad, la acción de la lucha contra el terrorismo, y los aspectos demográficos y religiosos de una gran constelación de países que adoptan políticas opuestas a las estadounidenses, como lo son Rusia, China, Irán y algunos países de Asia Central que se encuentran cercanos en su orientación a Rusia.
https://telegra.ph/RLN-Investiga-C%C3%B3mo-maniobran-los-estadounidenses-para-hacer-estallar-la-regi%C3%B3n-partiendo-de-Afganist%C3%A1n-08-12