En la carrera por congraciarse con Estados Unidos para recibir más dinero y premios mayores, hay dos nuevos punteros, por un lado Monseñor Carlos Avilés en el alero de la Iglesia Católica y por los representantes de los empresarios, Mario Arana. Ayer Avilés haciendo gala de sus errados conceptos políticos dijo que el Frente Sandinista ha manoseado al revés y al derecho la Constitución Política de Nicaragua y que está ganando tiempo para llegar hasta el 2021.
En tanto, Mario Arana, otrora capataz de Enrique Bolaños junto a su esposa Mignon Vega y su asistente personal Sara Padilla, implora ser el interlocutor de un futuro Diálogo Nacional “porque la OEA así lo dice”.
En la Iglesia Católica ahora Avilés está opacando el liderazgo político de Monseñor Rolando Álvarez y el de Monseñor Abelardo Mata, pero con un pésimo manejo.
Utiliza un discurso con ingredientes de política científica –como diría Max Weber- enredando atrás con la espalda.
Se nota que ha llegado tarde a las lecciones dictadas por el trasladado Monseñor Silvio Báez, porque hay desaciertos sobrados en cada entrevista que contrata con Canal 12.
Nos recuerda Avilés en la Iglesia Universal al renunciado Papa Benedicto XVI, quien quedó atrapado entre los malos manejos eclesiales y un trillado discurso ancestral anclado en la historia del tiempo del Papa Pío XII.
En cuanto a Mario Arana, ayer repitió cuatro de sus más descobijadas mentiras desde que ha estado jugando a político novato.
Afirmó que el gobierno rompió con las negociaciones, cuando en realidad los delegados oficiales llegaron hasta el 20 de mayo de este año, día tras día, sin que la Alianza Cívica hiciera presencia.
Agotados los fallidos intentos durante quince días, en los que también llegó el Representante del Papa Francisco –Nuncio Apostólico Waldemart Etanislao- y Rosellini de la OEA, no tuvo más remedio el gobierno de dar por concluidos los encuentros.
Otra falacia fue asegurar que el gobierno había incumplido, sabiendo que excarceló a todos los reos consensuados con la Cruz Roja Internacional.
Cabe preguntarse, cuándo va a cumplir la Alianza Cívica con su compromiso de ir a Washington a botar las sanciones contra los nicaragüenses… ellos son quienes no han cumplido.