Pablo Gonzalez

Todo lo que necesita saber de esta historia sacada de la nada sobre el hijo de Trump y la abogada rusa


Por favor, diríjase al New York Times para la historia completa sobre cómo el malévolo Donald Trump Jr. se encontró con una malévola abogada rusa que ofrecía revelaciones sobre la mugre de Hillary Clinton, directamente provista (la abogada rusa) por los malévolos subordinados del gobierno ruso del malévolo presidente Vladimir Putin, y todo con el fin de asegurar la elección del malévolo Donald Trump como presidente.

 O si usted preferiría no gastar su tiempo leyendo las resmas de basura exagerada, he aquí todo lo que necesita saber sobre la más reciente nothingburger de las noticias falsas. 

[NdE: nothingburger: literalmente en español "hamburguesa de nada", es una expresión coloquial inglesa para referirse a algo cojo, insignificante, un callejón sin salida, una estafa; especialmente, algo con altas expectativas que finalmente termina siendo algo patético y/o sobrevalorado.] 

La historia tiene ahora tres encarnaciones, cortesía del fallido New York Times.

 Durante la campaña de Trump,

Trump Jr. tuvo una reunión con una abogada rusa. (No es lo suficientemente jugoso).

Trump Jr. tuvo una reunión con una abogada rusa que prometió la mugre sobre Hillary. (Más jugoso, ¡pero todavía no lo suficiente!)

Trump Jr. tuvo una reunión con una abogada rusa que trabajaba directamente para el Kremlin y que prometió la mugre sobre Hillary. (¡Casi suficiente!)

Es sólo cuestión de tiempo antes de que la cuarta fase introduzca algunas "trampas de miel" rusas [NdE: honey traps en inglés, hace referencia a una práctica investigativa que utiliza relaciones románticas y/o sexuales para un propósito interpersonal, político o monetario en detrimento de una de las partes involucradas en este asunto romántico o sexual.] y notas personales escritas para Trump con la elegante caligrafía de Vladimir. 

Todavía no llegamos allí, pero la tercera versión ha sido llamada explosiva.

 Difícilmente sea así. La única razón por la que la historia es más exagerada cada día que pasa es porque es una hamburguesa grande y gorda hecha de la nada. 

El NYT lo sabe, así que están embelleciendo intencionalmente otra no-historia. 

En la última aventura del NYT en la que se disparan en el pie (repetidamente), dicen que su último "desarrollo de la noticia" (que Trump Jr. fue informado de que esta información era parte de un "esfuerzo del gobierno ruso para ayudar a la candidatura de su padre") viene de "tres personas con conocimiento del correo electrónico" enviado al hijo de Trump por el publicista británico Rob Goldstone, quien propuso un encuentro. 

La abogada rusa en cuestión, Natalia Veselnitskaya, negó cualquier conexión con el Kremlin en una entrevista con la NBC.

 Confirmó que se reunió con Trump Jr., pero insistió en que el encuentro fue sobre la adopción estadounidense de niños rusos y que no tuvo nada que ver con Hillary Clinton.

 Trump Jr. dice lo mismo, razón por la cual los otros participantes en la reunión (Kushner y Manafort) se salieron de la reunión y Trump Jr. dijo que la reunión fue una pérdida de tiempo. 

¿Pero quién va a creer a una agente rusa que trabaja directamente para Putin?

 ¿Y quién va a escuchar a Trump Jr., que trabaja directamente para un presidente que trabaja directamente para Putin? Nadie, obviamente. Entonces, ¿qué tal si miramos esos correos electrónicos nosotros mismos? 

Trump Jr. los publicó en su página de Twitter. 


He aquí el texto incriminatorio que tiene al Times tan excitado:

"El fiscal de la corona de Rusia se reunió con su padre Aras [de Emin] esta mañana y en su encuentro ofreció proporcionarle a la campaña de Trump algunos documentos oficiales e información que incriminarían a Hillary y sus tratos con Rusia y sería muy útil a su padre [de Trump Jr.]. 

Obviamente que esta información es de muy alto nivel y muy delicada pero es parte del apoyo de Rusia y su gobierno para el Sr. Trump - ayudado por Aras y Emin."Aras = Aras Agalarov, presidente de la firma que autorizó el concurso de Miss Universo. Emin = su hijo. Fiscal de la corona = Yury Chaika, el fiscal general de Rusia. 

Así que el fiscal general de Rusia, supuestamente, ofreció proveer a algunos hombres de negocio rusos documentos de los lazos de Hillary Clinton con Rusia, que luego serían pasados a la campaña de Trump. 

No hay evidencia de que estos documentos fueron compartidos. 

(Ya conocemos muchos de los negocios oscuros de Clinton con Rusia.) Goldstone dice que esto es parte del "apoyo para el Sr. Trump" del gobierno ruso. 

No queda claro si ésa es su opinión, la de los Agalarovs o la del fiscal general de Rusia. 

Los anti-trumpistas sin duda verán esto como evidencia contundente de la colusión entre el Kremlin y Trump. 

Todos los demás (incluido yo mismo) probablemente se preguntarán cuál es la gran cosa.

 Si algunos rusos quieren publicar algunos documentos que muestran tratos dudosos entre algunos otros rusos y una política estadounidense, por favor que nos los muestren. (Pero más vale que sean de mejor calidad que el expediente Trump-Rusia.)

 Y si algunos rusos quieren usar la promesa de tales documentos (reales o imaginarios) como carnada para un encuentro con el equipo de un político estadounidense, entonces, una vez más, ¿cuál es la gran cosa? 

Sólo me parece irónico que la posibilidad de compartir documentos que muestran la colusión entre Clinton y Rusia sea usada para empujar la narrativa de la colusión Trump-Rusia. 

¿Qué haría de esto una historia real? 

¿Qué tal alguna evidencia de que periodistas estadounidenses trabajan para el servicio de inteligencia ruso SVR, que rusos financian y arman a "movimientos opositores" estadounidenses, o que los rusos están planeando un golpe de Estado - usted sabe, todas las cosas que los estadounidenses hacen rutinariamente por todo el planeta?

 Hasta que eso ocurra, disculpen mi aburrimiento. 

Es obvio que los rusos preferían a Trump que a Clinton. Trump no era el que estaba batiendo los tambores de guerra contra Rusia, ésa era Clinton. Trump prometía relaciones amistosas.

 Y si lo que dijo Goldstone era cierto, algunos rusos incluso estaban dispuestos a hacer quedar mal a Rusia al mostrar que algunos rusos caerían tan bajo como para hacer tratos con Hillary Clinton. Una vez más, ¡qué gran cosa! 

Moon of Alabama lo dijo mejor:

¿Qué campaña coludió realmente con Rusia? 

Caso 1: 

Alguien salido de la campaña de Hillary Clinton contrata al (¿ex?) agente de inteligencia británica Steele para pagarles dinero a (¿ex?) agentes de inteligencia rusos y empleados de alto nivel del Kremlin a cambio de mugre sobre Donald Trump.Entregan algunos cuentos de hadas sucios. 

El expediente resultante es distribuido ampliamente a través de Washington DC con la intención de dañar a Trump. 

Caso 2: 

Una cabildera para intereses de negocios rusos contacta a la campaña de Trump con la promesa de entregar algo de mugre sobre Hillary Clinton. Se encuentra con oficiales de campaña pero no se ofrece ninguna mugre. 

En lugar de ello, la cabildera utiliza la oportunidad para la causa del negocio. No hay seguimiento. 

Pregunta: 

¿Cuál de los dos casos apesta a "colusión con los rusos"?

Más al punto, la supuesta oferta del fiscal general ruso para proveer evidencia de los tratos de Clinton con Rusia ocurrió en un momento en que la campaña de Trump y Rusia habían estado bajo ataque severo de parte del equipo de Clinton y la mayoría de los medios de EEUU sobre sus supuestos "lazos con Rusia".

 ¿Entonces por qué es tan "impactante" que la campaña de Trump hubiera estado interesada en evidencia concreta de que Clinton estaba sumida hasta el cuello en tratos con Rusia y, por lo tanto, exponer la hipocresía masiva de Clinton?

 Claramente, eso no es impactante en absoluto, y sólo puede ser visto de ese modo histérico si uno retira todo contexto y se enfoca sólo en la mentira deliberada y fabricada de que "Rusia hackeó la elección de EE.UU.", por lo tanto, haciendo que cualquier político de EE.UU. que tan siquiera hable con un ruso sea una "traición", lo cual es en sí mismo una opinión absolutamente ridícula.




Harrison Koehli oriundo de Edmonton, Alberta. Un graduado de estudios en música e interpretación, Harrison es un editor de Red Pill Press y la revista Dot Connector y ha sido entrevistado en varios programas de radio de Norteamérica, en reconocimiento por sus contribuciones para avanzar en el estudio de la ponerología.

Cuando no está escribiendo o editando, Harrison lee prolíficamente y ayuda a dirigir The Rabbit Hole, una tienda indedendiente de libros y discos. Además de la música y la palabra escrita, Harrison goza con el tabaco y la panceta (a menudo al mismo tiempo) y no le gustan los teléfonos móviles, las verduras y los fascistas.

https://es.sott.net/article/53498-Trump-Jr-publica-emails-Todo-lo-que-necesita-saber-de-esta-historia-sacada-de-la-nada-sobre-el-hijo-de-Trump-y-la-abogada-rusa

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