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Duelen los niños que mueren bajo las bombas



Cómo no sentir dolor por los niños que han muerto y que mueren.

Pondré sólo algunas cifras de ejemplo 15000 niños muertos por la guerra en Siria, 1500 en Yemen en dos años de bombardeos saudíes, 850,000 por hambre o falta de medicamentos, tras las sanciones de EUA y Reino Unido a Iraq de 1990 a 2003.


2000 niños palestinos asesinados por militares de Israel desde el año 2000 Y la más nueva y más alarmante: según la UNICEF, en el 2017 en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, morirán un millón y medio de niños por hambre.

Niños victimas de guerra y terrorismo, violados, explotados, Niños muertos por bombas, desnutrición, combates, atentados, ejecutados, éxodo, tráfico de órganos, etc. 

Niños-verdugos, niños-ISIS, niños-asesinos, niños-traficantes, niños-bombas, niños-terroristas, niños-sicarios. 

Miles de niños que aún vivos ya están muertos.

Niños indefensos, destruidos, manipulados, malogrados.

¿Cómo no sentir dolor por ellos?

¿Y cómo no sentir dolor por la muerte de los ancianos, 
las mujeres, los hombres y la de todo inocente?

Pero duele más el uso que los perversos le dan al dolor, principalmente el causado por la muerte de los niños, porque ese dolor deslegitima el verdadero dolor.

Han convertido el dolor es el más efectivo envoltorio para vender los falsos cuentos de justicia, democracia, derechos humanos, etc.

Dolor manipulado manual o intelectualmente dolor que se tuerce, o se retuerce falso dolor que su función es hacernos sentir dolor.

A veces ni siquiera es verdad que murieron niños,Inventan la muerte de los pequeños Y los convierten en imágenes para culpar a sus enemigos, Les dicen a los niños que el juego consisteen acostarse sobre las ruinas y quedarse quietos, entonces les vierten el cuerpo con tintes rojos, ensayan las diferentes poses y zas hacen las fotos que publicarán en sus mentirosos medios.
para provocar nuestras lágrimas.

Nos engatusan, y nos vuelven sus cómplices, ¿Cómo evitar que nos engañen, si su profesión es el engaño?Somos sus presas fáciles pues los que aún somos humanos no podemos dejar de sentir dolor, 
y porque no hemos comprendido aún que existen seres tan pero tan perversos.

En estos tiempos,la justicia, la verdad y el derecho, son sólo vulgar mercancía, paquetes vacíos con etiqueta recursos de manipulación que se venden o se regalan con el mismo objetivo que se regala una muestra de perfume;son fraudes igual que la leche con agua o una libra que solo tiene diez onzas de arroz, pero mil veces peor que eso.

Por eso los muertos de un atentado en París, Boston, Bruselas o Berlín bien valen una bandera en Facebook, más misas, días de duelo, oraciones y condena mundialy en cambio, no valen nada los muertos por un atentado en Lahore, Dacca, Dalori, Sayyidah Zainab, etc. Aunque hay que reconocer que en atentado ocurrido en San Petersburgo, los muertos tienen un poquitito más de valor.

En estos días los embaucadores medios, soldados criminales de esta guerra, toman la sangre de las víctimas y escriben con ella sus engañosos artículos, los sublimizan con fotos de niños sin vida: rostros pálidos envueltos en sangre,para extraernos las convenientes lágrimasque usarán luego como bandera de engaño y pretexto para matar los niños de la otra parte.

Juan Ramón Falcón
5 de abril de 2017

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