El Departamento de Estado calificó de “viciado” el proceso electoral realizado este 6 de noviembre, que dio como resultado la victoria al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) con 72.3% de los votos y 68.2% de participación.
Estados Unidos considera que el proceso impidió las prácticas democráticas en el país, que deberían cumplirse por respeto a los Derechos Humanos Universales y las obligaciones acordadas bajo la Carta Democrática Interamericana, por lo que se comprometen a seguir “presionando al Gobierno de Nicaragua para que respete” lo antes mencionado.
En un comunicado, el departamento de Estado señala la falta de acreditación que permitiría la observación electoral y otros aspectos como determinantes para considerar el proceso viciado. “el gobierno de Nicaragua había eliminado a los candidatos de la oposición para la presidencia, limitado la observación electoral nacional en los centros de votación y el acceso a las cédulas para votar, y tomado otras medidas para negar el espacio democrático en el proceso”.
Dichos aspectos “socavó aún más la legitimidad de las elecciones”, señalaron en un comunicado.