Los senadores de EE.UU. John McCain y Lindsey Graham durante una reunión en el Congreso / Reuters / Kevin Lamarque
"Ideas terribles". Así es como se han referido a la 'estrategia' propuesta por los senadores John McCain y Lindsey Graham para consolidar la política de Estados Unidos en Siria en un resumen que ha publicado el blog 'The American Conservative'.
Según el observador Daniel Larison, las propuestas del excandidato presidencial y el precandidato presidencial republicanos implican el riesgo de un conflicto abierto con Rusia y también son una trampa para las tropas estadounidenses, una vez enviadas a otro país de Oriente Próximo.
Estos dos legisladores declaran en su plan, publicado recientemente en el periódico 'The Wall Street Journal', que pretenden destruir al Estado Islámico, pero de hecho lo que proponen solo amenaza con extender el conflicto sirio.
Se trata de "un plan para atrapar EE.UU. en otra prolongada guerra terrestre en la región", sostiene el autor.
'The American Conservative' destaca que dos de los tres elementos claves de la denominada 'estrategia coherente' se centran en la intimidación y la supresión de las fuerzas gubernamentales de Damasco y sus 'patrocinadores'.
"No hay nada coherente en eso —dice— si el objetivo no es involucrar a EE.UU. en el mayor número posible de conflictos simultáneos con distintas partes".
"Cuando ellos hablan del 'precio real' que quieren imponerle a Rusia [por apoyar Damasco], sabemos que piensan en matar a personal ruso y en derribar sus aviones porque exigieron esto explícitamente en el pasado", afirma Larison.
Le parece también inmensamente engañosa la comparación de la situación en Siria con las misiones que desempeñó Washington en Bosnia y Kosovo dado que los sirios no quieren la presencia de las tropas estadounidenses, afirma.
La idea es consolidar una 'fuerza multinacional', pero en la práctica el trabajo lo harían casi íntegramente los estadounidenses "porque hay muy pocos países que tengan ganas de contribuir con sus tropas a una causa como esta".
Además, promete ser mucho más compleja la tarea de controlar un terreno tan peligroso durante años.
Para colmo, los soldados estadounidenses serían blancos de los ataques de los yihadistas y otros insurgentes durante todo el tiempo que estuvieran en Siria.