A la candidata Keiko Fujimori, esposa de un gringuito suertudo al que no se le conoce profesión ni trabajo, y que no es remota la posibilidad de que podría ser “el primer Caballero” del Perú; ante el triunfo de la derecha venezolana y la derrota del “chavismo” – ni corta ni perezosa - se ha apresurado a hacer una declaración: “Saludo el triunfo de esa gran mayoría de venezolanos que sigue luchando contra la opresión del chavismo”.
¡Quién habla de opresión! ¡Se olvidó hija de quién es ella! O, como Aldito M ¿reniega de su apellido? Pero si a él se debe su partido y si ella está en el lugar que está es por don Alberto quien se encuentra cumpliendo condena por autócrata, por delitos de lesa humanidad y contra el patrimonio de la Nación. ¿O no?
Curiosamente a doña Keiko no la conozco; nunca la he visto ni de lejos, salvo claro está en los medios de comunicación.
A Nicolás Maduro, sí, a la distancia, cuando era Ministro de Relaciones Exteriores y fue con motivo de la ceremonia de Asunción de Mando del Presidente Santos en su primer período en agosto del 2010 como sucesor de Uribe.
La ocasión se presentó porque el acto tuvo, por muchas razones, carácter extraordinario; y no se realizó en el Congreso sino en la Plaza Bolívar convenientemente acondicionada.
Encontrándonos de vacaciones en Bogotá, no nos fue difícil conseguir un pase por medio de unos amigos magistrados. Chávez no fue, pienso que por las tensas relaciones que había tenido con Uribe y que Santos inició un acercamiento que hasta a ahora van bien. Fue muy aplaudido.
Maduro destacaba por su elevada estatura, pero se le notaba parco, opaco; en fin todo lo contrario a Chávez quien era muy comunicativo y carismático. Inmediatamente se robaba el show en las reuniones internacionales, salvo que hubiese asistido Fidel.
A la muerte del Comandante la sucesión de Maduro, pienso, se fundaba sobre todo en la confianza, la lealtad y la carencia de ambiciones personales.
Luego ante la baja del petróleo, el agitador de primera clase, el millonario Leopoldo López – muy bien respaldado por la reacción internacional, la CIA, el activista de los intereses del gran capital M. Vargas Llosa, etc. – abiertamente incitó a la violencia a la voz de “tomar las calles”.
Las que se tomaron con resultados de muertos civiles y policías de acuerdo a la historia ya conocida. Producida las elecciones parlamentarias, a la que en alguna oportunidad la reacción desunida ni siquiera se presentó, ganó esta vez ampliamente.
Y en contra de lo que especulaban los reaccionarios, Maduro aceptó la derrota sin aspavientos y el pueblo chavista igual. Lo que no ocurrió en las 19 elecciones que ganó Chávez, una después de muerto. Entonces la derecha gritaba “fraude” pese a la aprobación de todos los observadores como ahora.
Y bien. En el Perú, después del golpe de Estado de Fujimori, de dar una nueva Constitución a su gusto – en la que se permitía solo una reelección consecutiva – mediante una írrita “Ley de Interpretación Auténtica” fue aprobada una re-reelección, o sea por tercera vez. (Ese tipo de leyes las da el órgano especial que las gestaron, en este caso el Poder Constituyente y no un Congreso ordinario que, a caballazo, lo aprobó sin atender razones.
Así comenzó un período de violencia y corrupción en grande.
Cierto que el terrorismo de “Sendero” dirigido por un megalómano que no disparó un tiro en su vida, ni cuando lo detuvieron rodeado por unas viejas idólatras, mató a muchos miles de peruanos en su gran mayoría campesinos inocentes; pero no es menos cierto que Fujimori ordenó matar a otros tantos miles como consecuencia de la “Guerra Sucia” realizada por militares y la Policía.
Allí están los macabros hallazgos en el Cuartel “Los Cabitos” de Ayacucho y fosas comunes con osamentas de mujeres, ancianos y niños que no dejan de aparecer. Fuera de las masacres y asesinatos selectivos del “Grupo Colina” y otros realizados por la policía. Está probado que se trató de un Política de Estado y no “excesos” de algunos soldados o policías.
Pero las cosas no quedan en el derramamiento de sangre, otro renglón de la nefasta dictadura constituye el asalto a las arcas Fiscales, el trasiego de partidas sobre todo de las FF.AA y en los negociados de armamentos, naves y aviones con los altos mandos militares que no era otra cosa que una pandilla de cuatreros al mando del Jefe Supremo y que hoy muchos de ellos todavía purgan carcelería sin haber sido “degradados” como correspondía a quienes constituyen un baldón para las Instituciones Castrenses.
¿Qué es eso de seguir llamando General a un reo convicto y confeso como de Bari Hermosa, aunque haya devuelto parte de lo que robó? ¿Y Montesinos un “traidor a la Patria” declarado por el Fuero Militar, de “Asesor” que hacía y deshacía como Jefe real de las FF.AA. y de sus fondos, comprando conciencias y periodistas – recuérdese la salita famosa del SIN - para apuntalar los fines protervos del “Chino” que quiere seguir siendo el poder tras el trono prendido de la falda de la hija?
Que diga la candidata Keiko : ¿Cómo es verdad que nada de lo descrito se ha hecho en la Venezuela de Chávez y Maduro? Que ambos no tienen familiares prófugos en el extranjero con orden de captura por ladrones. Que tampoco allí han indultado a miles de “narcos” a cambio de dólares. Qué allí no existen los cientos o miles de “desaparecidos”.
Que nunca en ese país se ha reclutado a la fuerza con participación policial a miles de mujeres humildes campesinas, algunas gestantes, para esterilizarlas contra su voluntad y así ¿“eliminar la pobreza”? ¿Lee o no periódicos o como su padre nunca se enteraba de los crímenes como “Barrios Altos” porque “no le informaban”?
¿Y el tal Aguinaga Ministro de las esterilizaciones y médico de cabecera de su padre quien como maquillador de cadáveres hacía aparecer a Fujimori ante las cámaras en “artículo mortis” arguyendo que se encontraba con “cáncer terminal”?
¿Cuánto tiempo ha pasado de eso y hoy el difunto Alberto sigue gozando de buena salud? ¡Y cómo manipula, hasta la madrugada, dicen!
No olvide la candidata que cuando el Comandante Chávez, hizo público que estaba con cáncer terminal era porque estaba y se murió luego para alegría de muchos que siguen viviendo en mansiones que tienen canchas de golf que no poseen nuestros ricos criollos. Dese una vueltita por allí que ahora será bien recibida y verá que no mentimos.
OTROSI DIGO: Cuando hay un muerto en una manifestación en Venezuela es todo un escándalo internacional ¿cuántos campesinos y ciudadanos han muerto en el Perú en este gobierno por defender sus tierras de la voracidad extractiva en manifestaciones pacíficas y no ha pasado nada? La delincuencia común ha tomado las calles.
El Callao está en Estado de Emergencia ¿por una revuelta popular, catástrofe?, no.
Para detener “choros”, sicarios y asaltantes ¿en qué país ocurre eso? Los gobernantes gestantes de la corrupción - madre del crimen - de ayer y hoy, están dando “consejos” para resolver la Seguridad Ciudadana, cuando esperan ser reelegidos.
¿No le parece doña Keiko que tal como vamos en el Perú no tenemos autoridad moral para criticar a Venezuela de “opresión” ni a ningún país sin hacer el ridículo?
https://dejemosdehablaramediavoz.lamula.pe/2015/12/11/keiko-ataca-a-maduro/sigifredo/