El ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Samuel Santos López, aseguró hoy en Praga que su país no dará ningún paso contra Costa Rica en materia de visados y aranceles terrestres, a pesar de que considera "incomprensible" la postura de San José.
En una entrevista a la agencia EFE, el canciller aludió al hecho de que las autoridades de San José de Costa Rica cobran un visado de 30 dólares a todos los nicaragüenses que atraviesan o visitan el país, así como un arancel terrestre a toda persona que sale de Costa Rica en dirección al vecino septentrional.
"La postura de Costa Rica es incomprensible", afirmó el jefe de la diplomacia nicaragüense.
Parte de la ciudadanía nicaragüense ha pedido aplicar medidas de reciprocidad ante lo que considera una afrenta a la dignidad nacional.
"No daremos ese paso.
Queremos atraerlos (a los costarricenses) en un tiempo razonable", declaró Santos López. Explicó que, de aplicarse medidas de reciprocidad, se haría de acuerdo con una "resolución del conjunto de los cuatro países" centroamericanos del norte (El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala), con los que está más avanzado el proceso de integración.
Con Panamá existe también un trato asimétrico, ya que su gobierno exige a los nicaragüenses que muestren billete aéreo de regreso, solvencia monetaria y medidas sanitarias en los puntos fronterizos.
Santos López auguró que serán fructíferas las negociaciones con Panamá: "Hemos mantenido varias reuniones con Panamá, y trabajamos para que se integren".
Se refirió, además, a los logros de ese proceso regional, desarrollado en el marco del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), y con el que se eliminan barreras al tránsito de personas y mercancías, así como unificando la administración de justicia.
Pero reconoció que "con Costa Rica hay atraso, y espero que se integren en el Parlamento Centroamericano, en la Corte Centroamericana de Justicia (órgano del SICA), y que eliminen las trabas al movimiento de personas". Costa Rica y Nicaragua mantienen un litigio territorial sobre la isla Portillos (fluvial), zona que ambos países reclaman como propia, y la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha ordenado a los dos países, entre otras medidas, colaborar en la lucha contra el narcotráfico en la zona fronteriza, y abstenerse de enviar personal de seguridad, militar o civil al sitio de la controversia.
Sobre el problema del narcotráfico, objeto de la próxima reunión de Presidentes del SICA en junio, el ministro nicaragüense afirmó que "los cárteles (de la droga) no han logrado penetrar en Nicaragua.
Al día de hoy les aseguro que no lo han logrado".
No obstante, sí "se están instalando alrededor" del país, reconoció.
Por otro lado, el jefe de la diplomacia nicaragüense cuestionó la decisión de anteayer del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, de pedir el arresto del líder libio, Muamar al Gadafi, bajo acusaciones de crímenes de lesa humanidad.
"La validez de esa orden es relativa o muy baja. (Al tribunal) No lo reconocen países como Estados Unidos.
Se ha visto el interés de algunas naciones para apropiarse de la riqueza petrolífera y acuífera de Libia", apostilló.
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