El analfabetismo político, el diversionismo ideológico y la ignorancia funcional de muchos anti-Sandinistas los hace vivir cantinfléando, calumniando, inventando, mintiendo, en otras palabras viviendo en LA ISLA DE LA FANTASÍA.
Cuando un somocista insulta a un Sandinista, no lo dice solo porque es vulgar, sino porque está ardidos y desesperado ante el poder de la verdad Sandinista.
Los verdaderos “ateos”, los verdaderos incrédulos, no somos los Sandinistas, sino los somocistas. No creen que fue el pueblo el que derrocó a Somoza, dicen que fue Jimmy Carter.
Aunque Carter no invirtió un solo centavo para sacar a Somoza, insisten en que Carter fue el que lo sacó.
En cambio, Ronald Reagan por medio de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, invirtió centenares de millones de dólares para derrocar al FSLN y aunque nunca logró una victoria militar, si logró comprar una elección mediante el chantaje de continuar la guerra si no votaban por la candidata escogida por la Casa Blanca, Violeta de Chamorro.
Reagan invirtió millones, pero no le dan ningún crédito a Reagan, dicen que fue el pueblo.
Son los somocistas, no los sandinistas los incrédulos . Los somocistas no creen en el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que condenóa Estados Unidos por la guerra de los contras.
No creen en las encuestas que confirman la popularidad del presidente Ortega, no creen en el pueblo, no creen en nadie, son unos “ateos funcionales”, no creen ni en la meretriz que los trajo a este mundo.
La manipulación y la ignorancia histórica y política de los antisandinistas no tiene límites.
No saben la diferencia entre burguesía y oligarquía. Somoza era ladrón, era millonario, explotador y opresor, pero no era oligarca, no era de sangre azul, no nació en la calle atravesada de Granada, no era de la rancia aristocracia como los Chamorro, Somoza era burgués, no oligarca.
Con el desarrollo de las estructuras del ALBA en Nicaragua, proyecto rechazado por Enrique Bolaños por órdenes del general Colin Powell, la ignorancia los hace decir que Ortega es un nuevo oligarca.
Por definición, la oligarquía tiene antepasados, tiene antecedentes de acumulación de capital, por lo tanto no existe tal cosa llamada “nueva” oligarquía.
La oligarquía representa lo viejo, la oligarquía representa capitales heredados familiarmente, la oligarquía significa el monopolio de los valores ideológicos.
Es la familia Chamorro, la que por medio de sus dos periódicos y otros medios decide que es democracia y que no es. Es la familia Chamorro, no la Corte Suprema de Justicia la que interpreta la constitución.
Es la familia Chamorro la que decide quien es cristiano y quien no es, quien es buen nicaragüense y quien no es, todo hecho a la conveniencia de dicha familia.
Pero en su consuetudinaria ignorancia política, hablan de la familia Ortega como los “nuevos” oligarcas. Habrase visto semejante disparate conceptual?
Asi como los somocistas no saben la diferencia entre un un burgués y un oligarca, asi tampoco conocen la diferencia entre imperio e imperialismo.
Creen que la ex-Unión Soviética era imperialista. Desconocen, o lo que es peor, pretenden desconocer que el imperialismo como fase superior del modo de producción del sistema capitalista, no es un fenómeno geográfico sino económico, político, militar y cultural.
“Que haces en Estados Unidos?” preguntan ridículamente los esbirros, ex-guardias somocianos hoy convertidos en venerables “guachimanes” y guarditas de seguridad de joyerías y gasolineras en Miami, el estercolero político de Estados Unidos y refugio de ex-dictadores y criminales de guerra latinoamericanos, culpables de crímenes de Lesa Humanidad.
“Porque no te vas para Cuba” reafirman con arrogancia, sin saber que solo demuestran una ignorancia política descomunal sobre la naturaleza y los mecanismos del imperialismo norteamericano.
Se muestran ardidos porque un obrero inmigrante cometa el “crimen organizado” de buscar trabajo en Estados Unidos para no morirse de hambre, mientras callan criminalmente ante las crueles invasiones y ocupaciones militares de todo Latinoamérica.
Les duele que un obrero latino, huyendo de la pobreza provocada por los yanquis con sus invasiones, bombardeos y destrucciones y por sus corporaciones multinacionales, venga a vivir a Estados Unidos.
Pero no les duele ver soldados yanquis torturando gente que no ha sido acusada de nada en la infame cárcel de Guantánamo, territorio cubano que ocupan por la fuerza y de manera ilegal
Gritan por la presencia en Estados Unidos de humildes latinos que trabajan de meseros, recogedores de tomates, trabajando en la limpieza de inodoros, etc, pero no dicen nada que las playas de los países latinoamericanos no le pertenecen a los latinoamericanos sino a potentados yanquis.
Los gringos son dueños de miles de islas e isletas de mares y lagos a lo largo y ancho de nuestros países, pero allí no berrean los tapires americanos del imperio.
No conocen la diferencia entre la República y el Imperio (entendido conceptualmente como imperialismo).
Creen que las grandes masas trabajadoras en Estados Unidos son parte de los círculos hegemónicos de la dominación imperial. Creen que el 99% de la población, oprimida por el 1% son la misma cosa.
Jamás critican que la soberanía de Nicaragua fue mancillada por décadas por la soldadesca yanka.
No les molesta, ni les incomoda que nuestra patria fue invadida, ocupada y subyugada por tropas estadounidenses, contra las cuales se alzó el más ilustre de todos los nicaragüenses, el general de hombres libres Augusto Cesar Sandino.
Pero saltan heridos y pegan el grito al cielo, porque Estados Unidos es “irrespetado” por oleadas de inmigrantes nicaragüenses que huyen de las maravillas y el desempleo producido por 17 años de la ridícula “economía social de mercado.”
El diversionismo ideológico neo-somociano no es prerrogativa exclusiva de los esbirros de la genocida guardia somocista y guarditas analfabetas, traídos a ultima hora de Waslala y Río Blanco y el “corredor de la guerra” de las montañas de Nicaragua para defender a la tiranía somocista.
También encumbrados intelectuales como el novelista peruano Mario Vargas Llosa refiriéndose al Partido Revolucionario Intitucional PRI de México, de dos décadas atrás dijo que en México existía una “dictadura perfecta”.
Otro que no conoce Estados Unidos, país donde de verdad si existe una “dictadura perfecta.” Tan perfecta que un presidente puede nominar a un magistrado, luego ese mismo magistrado “conoce” judicialmente la demanda del hijo del hombre que lo nominó pero dicho magistrado no tiene que recusarse.
Ese fue el caso de George Bush padre quien nominó a David Souter y a Clarence Thomas. Ambos como magistrados de la Corte Suprema de Estados Unidos conocieron la demanda por fraude electoral “Gore versus Bush”, pero ninguno se recusó y nadie, absolutamente nadie protestó, ni siquiera los abogados de Gore.
Según los diversionistas ideológicos ,la corrupción, incluyendo la judicial, existe únicamente en dictaduras comunistas.
Pues en la dictadura perfecta, mi papa me nombra los jueces que me van a juzgar, me declaran inocente y a eso le llaman democracia.
El historiador estadounidense Howard Zinn documenta ampliamente en su libro La otra historia de los Estados Unidos, la larga lucha de la clase obrera norteamericana y la heroica resistencia de siglos de los indios americanos y los esclavos negros.
Dicha lucha, escrita con sangre, sudor y lágrimas resultó en muchas conquistas sociales que hoy apenas comenzamos a implementar en Nicaragua con el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Repiten como loras en guayabal que el socialismo ha “fracasado” en el mundo, mientras manejan sus camionetonas alimentadas con gasolina venezolana.
Repiten como analfabetas políticos la frase de un comandante guerrillero quien una vez acusara en los 80 al FSLN de instaurar en Nicaragua el “comunismo científico”.
Para conocer el “comunismo científico” hay que vivir primero en Estados Unidos en donde existe educación primaria y secundaria gratuita, se sirven desayunos y almuerzos gratuitos a todos los estudiantes.
Igualmente se les ofrece transporte gratuito a los niños discapacitados, todo subvencionada por el estado.
“Todo lo quieren regalado” dicen los analfabetas ideológicos funcionales, en referencia a los programas sociales que disfruta el pueblo de Nicaragua.
Pero bien que tienen familiares o amigos en Estados Unidos cuyos hijos comen gratis en las escuelas, gracias al “comunismo científico” de la lucha de los negros y de dirigentes de la talla de Martin Luther King y Malcom X.
Callan ante el hecho que en Estados Unidos existen muchas instituciones de carácter eminentemente socialista.
Las pensiones del Seguro Social, la existencia de empresas “area propiedad del pueblo” como el Servicio Postal, la ayuda en metálico a las madres solteras, los cupones de comida y las becas universitarias Pell, son todas formas de “comunismo científico” existentes en Estados Unidos.
Tampoco cuentan que la clase trabajadora de Estados Unidos fue la que con sus luchas obreras, marcada con la sangre de los mártires de Chicago, logró todas esas conquistas.
Nunca dicen ni aquí, ni allá que las conquistas sociales en Estados Unidos significaron huelgas, manifestaciones, prisiones y la muerte de millones de negros y luchadores de los derechos civiles.
Cuando Franklin Delano Roosevelt introdujo el Seguro Social en Estados Unidos, saltaron los somocianos gringos de esa época diciendo que si aprobaban el seguro social significaría la bancarrota total de la economía de Estados Unidos.
Cuando países pequeños, pobres e históricamente atrasados como Nicaragua intentan hacerle justicia a los mas pobres y a los sectores marginados, saltan como cocorocas y gritan alarmados que el presidente Ortega está queriendo convertir a Nicaragua en otra Cuba.
Lo que jamás dicen es que muchos programas sociales que por primera vez en la historia comienzan a disfrutar los obreros nicaragüenses, ya existen en Estados Unidos mediante el “comunismo científico” que ha aprendido a convivir con el imperialismo dentro de las mismas fronteras del país.
Los diversionistas ideológicos y su estrategas políticos, expertos en control y manipulación de masas, resaltan la la corrupción sobre la explotación. Si un ministro de un gobierno popular es supuestamente señalado de volverse rico en 5 años esto es magnificado como crimen de Lesa Humanidad, aunque la acusación sea falsa.
Pero robarse 600 millones de dólares mediante operaciones bancarias fraudulentas no es considerado grave, sino astucia empresarial.
Extraer millones de dolares en ganancias de capital, fortunas que no caen del cielo, sino que salen del lomo de los trabajadores y de las clases oprimidas es explotacion, no necesariamente corrupcion.
Pero la explotación es legal y esta permitida en la mayoría de las "Cartas Magnas" de todo el planeta, comenzando con aquella famosa constitución que entre otras cosas dice: "Sostemos que todos los hombres nacen iguales y a todos les confiere su creador ciertos derechos inalienables entre los cuales están, la vida la libertad y la búsqueda de la felicidad."
El banquero que se roba "legalmente" 600 millones de dolares mediante los CENIS, por lo cual jamas fue a la carcel, sera igual ante la ley que "Quincho Jiñocuao" que nacio en el OPEN 3 y esta preso por robarse una gallina?
Solo en este contexto de "libertad y democracia" se puede entender la frase del dramaturgo y filosofo aleman Bertolt Brecht: "Robar un banco es delito, pero mas delito es fundarlo."
Miércoles 1 de Mayo 2013 | Carlos Escorcia Polanco