En los últimos tiempos, la situación en el frente de la RPD y la RPL ha empeorado considerablemente [es habitual antes del inicio de un nuevo “alto el fuego”, que comenzó ayer y que es probable que sea incumplido como lo fueron los anteriores-Ed]. A consecuencia de los bombardeos ucranianos han muerto defensores de las Repúblicas y ha habido muertos y heridos entre la población civil. Los partes de guerra diarios vuelven a dar información sobre viviendas destruidas y daños en la infraestructura básica necesaria para el día a día.
El comandante de la 14ª Brigada Mecanizada de la RPL (antes Brigada Prizrak de Alexey Mozgovoy) y miembro de la Unión de Voluntarios de Donbass Alexey Markov, Dobriy, ha hablado con la Agencia de Noticias de Novorossia sobre el actual estado del frente.
¿Cuál es la situación en el frente?
La situación es compleja y continúa deteriorándose. Ha aumentado dramáticamente el número de ataques, ha aumentado la actividad de los francotiradores y los grupos de sabotaje del oponente. Prácticamente a diario trabajan los cañones de artillería.
¿Qué puede decir sobre su zona de responsabilidad? Jelobok habitualmente aparece en los partes de guerra: claramente, la situación es complicada.
Jelobok siempre ha sido un punto caliente en la RPL y nada ha cambiado, aunque hace ya mucho tiempo que no queda nada del pueblo. Lo bombardean a diario, pero la defensa está bien preparada, así que estamos listos para enfrentarnos a los ukrops cara a cara.
¿Por qué ha intensificado el Ejército Ucraniano los ataques y por qué cada vez atacan más zonas civiles, infraestructura?
Lo más probable es que esté relacionado con las próximas elecciones en Ucrania, el empeoramiento de la situación socioeconómica y el deseo del régimen de Kiev de solucionar al menos parte de sus problemas por medio de una “pequeña guerra victoriosa”.
¿Estamos preparados para una “pequeña guerra victoriosa”?
Sí, por supuesto. Desde principios del año pasado, estaba claro que para el Gobierno de Poroshenko sería una opción antes de las elecciones. Así que estamos completamente preparados por si ocurre.
En su opinión, ¿busca Poroshenko un empeoramiento al estilo de 2014-2015 o simplemente empeorar las cosas en el frente para posponer las elecciones o mejorar sus expectativas electorales? ¿Esperan alguna provocación importante?
Por supuesto, siempre hay que tomarse en serio esa opción. Es más, el aumento de actividad del enemigo entra dentro de las posibilidades de ese escenario.
No creo que vaya a haber ningún ataque de guerra abierta, porque eso puede causar una reacción de Rusia. Es probable que se limite a una serie de provocaciones militares con el objetivo de tomar alguna localidad o alguna posición de la milicia popular.
Últimamente hay muchos grupos de sabotaje ucranianos intentando irrumpir en el territorio de la República. ¿A qué se debe?
Todo está relacionado con el convencimiento del régimen político de Kiev y el comando militar del Ejército Ucraniano de que solo puede haber una solución militar al conflicto en Donbass. La superioridad que tienen en personal y equipamiento permite al comando ucraniano contar con algunos éxitos puntuales.
¿Qué puede decir del enemigo? En su opinión, ¿ha cambiado algo su moral en los últimos cinco años?
Si en los años 2014 y 2015 gran parte de los reclutas del Ejército Ucraniano (al contrario que los soldados de ideología fascista de los llamados “batallones voluntarios) no estaban predispuestos a luchar, ahora les atrae la guerra.
Los cinco años de propaganda han dado resultado en el intento de hacer parecer que la guerra civil en Ucrania es, en realidad, una agresión externa de Rusia. Gran parte de los soldados del Ejército Ucraniano ahora cree que están en guerra contra los “invasores rusos” por la “liberación” de Ucrania.
Para muchos prisioneros de guerra es una gran sorpresa darse cuenta de que, en este tiempo, los “libertadores” ucranianos han estado luchando, no contra mercenarios de Buriatia sino contra ordinarios residentes de las antiguas regiones de Donetsk y Lugansk que hasta ayer fueron mineros, taxistas o profesores que tomaron las armas para impedir que la basura marrón se hiciera con sus casas y su tierra.
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