China defiende la interceptación "legal, necesaria y profesional" del avión espía estadounidense

Pekín ha calificado la interceptación de un avión espía estadounidense por parte de dos cazas chinos sobre el mar de la China Oriental de "legal, necesaria y profesional" y ha criticado las acciones militares "peligrosas" de Washington en la región.

Ren Guoqiang, portavoz del Ministerio de Defensa chino, ha denunciado que el reconocimiento realizado por la aeronave estadounidense "amenaza la seguridad nacional" de su país; "daña la seguridad marítima y aérea" de China y EE.UU.; "pone en peligro la seguridad personal" de los pilotos de ambas partes y es "la causa principal de incidentes inesperados".

Mientras tanto, las acciones de los pilotos chinos fueron "legales, necesarias y profesionales", y se realizaron "de acuerdo con la ley y las reglas", ha agregado el vocero, quien ha instado a la parte estadounidense a "detener de inmediato" sus actividades "peligrosas, poco profesionales y poco amistosas" y adoptar medidas eficaces para "mejorar el desarrollo positivo de las relaciones militares" entre Pekín y Washington.

La interceptación

Dos oficiales estadounidenses informaron este domingo que un avión espía de la Marina de EE.UU. fue interceptado en las aguas del mar de la China Oriental por dos cazas chinos armados, que se aproximaron peligrosamente al avión de reconocimiento norteamericano, lo que casi provocó una colisión.

Una de las aeronaves chinas, un caza J-10, voló bajo el avión estadounidense EP-3 y realizó una maniobra repentina, pasando a 90 metros del avión espía norteamericano y forzando a este último a cambiar de rumbo para evitar un choque.

Un similar incidente tuvo lugar a finales del pasado mes de mayo, cuando dos cazas chinos interceptaron a un avión estadounidense de propósitos especiales tipo WC-135 Constant Phoenix sobre el mar de la China Oriental.

China, enfurecida por las actividades de Washington en la región

Las fuerzas estadounidenses han intensificado recientemente su actividad en la región, provocando la ira de China.

A principios de julio, después de que dos bombarderos supersónicos estadounidenses de largo alcance sobrevolaran el disputado mar de la China Meridional, Pekín señaló que "se opone resueltamente a que los países usen la bandera de la libertad de navegación y sobrevuelo para hacer alarde de la fuerza militar y dañar la soberanía y seguridad de China".

También en julio, Pekín acusó a Washington de "una seria provocación política y militar" después de que el destructor de misiles guiados USS Stethem navegara cerca de las disputadas islas Paracelso.