EEUU utiliza la base aérea Menwith Hill del Reino Unido para interceptar y recolectar datos que usan los servicios especiales para asesinatos selectivos en los países de Oriente Medio, informó la página web Intercept citando documentos facilitados por el exagente de la CIA, Edward Snowden.
"Los archivos revelan por primera vez la manera en que la NSA utilizó la base británica para apoyar una cantidad significativa de operaciones de captura y asesinato en el Oriente Medio y África del Norte, impulsadas por la tecnología poderosa que puede recolectar datos de más de 300 millones de correos electrónicos y llamadas telefónicas diarias", dice el portal.
Según los documentos, en los últimos diez años la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EEUU lanzó en Menwith Hill dos programas espías de altas tecnologías Ghosthunter y Ghostwolf, capaces de detectar la ubicación de los supuestos terroristas al acceder estos a Internet en cualquier parte del mundo.
De acuerdo con los materiales, estos programas ayudaron a EEUU en las operaciones militares de Irak y Afganistán, y detectaron objetivos terroristas en Yemen tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 y Somalia.
Los periodistas destacan que estos materiales plantean nuevas cuestiones sobre la implicación del Reino Unido en los asesinatos selectivos perpetrados por los drones de EEUU en la región, operaciones que pudieron violar los principios del derecho internacional y pueden ser percibidos como crímenes militares.
A su vez, el Gobierno británico declaró en reiteradas ocasiones que todas las actividades de la base se llevan a cabo con su autorización.
"Es otro ejemplo más de un nivel inaceptable de secretismo en torno a la implicación del Reino Unido en el programa estadounidense de asesinatos selectivos", dijo al portal Kat Craig, directora legal del grupo de derechos humanos Reprieve.
Craig resaltó la importancia de que las autoridades británicas reconozcan que estuvieron involucradas en eso y no vuelvan a implicarse en tales actividades "ilegales e inmorales".
En octubre pasado Snowden reveló los documentos clasificados que destacaron la creciente dependencia del Gobierno de EEUU del uso de aviones no tripulados en Yemen, Somalia y Afganistán y comprobaron que casi el 90 por ciento de los muertos por ataques con drones entre enero de 2012 y febrero de 2013 en el norte de Afganistán fueron daños colaterales, enmascarados como terroristas abatidos.