En 1981 el profesor Ed Knaus, de la Universidad de Alberta, en Canadá, consiguió sintetizar un analgésico capaz de aplacar los dolores más fuertes y lo llamó W-18, escribe la BBC.
Lo que parecía un triunfo para la medicina (una pastilla de este opiáceo era 10.000 veces más fuerte que la morfina), se convirtió en un verdadero monstruo debido a la adicción que provocaba el fármaco.
Ahora, esta droga, confinada hasta hace poco en los laboratorios, ha empezado a venderse ilegalmente en las calles canadienses.
"Nuestra intención era crear un analgésico milagroso, pero después de las pruebas lo descartamos porque nos dimos cuenta de que podía ser adictivo", dijo Knaus.
Y tenía razón, porque durante varios años esta droga (nunca probada en seres humanos de forma documentada) permaneció en los archivos científicos como una investigación fallida.
Y así hasta finales del pasado 2015, cuando la Policía de Calgary hizo sonar la alarma al hallar W-18 durante varias operaciones contra la venta de estupefacientes.
Aunque el informe del portavoz de la Policía de Calgary, el sargento Jason Walker, hablaba de pocas pastillas, las autoridades en seguida pensaron que podían estar ante una nueva y muy peligrosa moda, indica BBC.
Debido a la intensidad de sus efectos el W-18 nunca había sido comercializado ni producido de manera legal por ninguna farmacéutica.
"Encontramos una pastilla 10.000 veces más potente que la morfina, pero los traficantes de drogas de la calle no saben lo que están vendiendo", explicó el coordinador del equipo antinarcóticos de la Policía de Calgary, Martin Schiavetta.
Epidemia de muertes de opiáceos en Canadá
El consumo de opiáceos ya ha golpeado Canadá con varias muertes por consumo de Fentanyl, una sustancia 100 veces más potente que la morfina y ya muy conocida por la Policía de Calgary.
Canadá es el país con mayor número de prescripciones médicas de opiáceos en el mundo.
En los últimos 16 años, solo en el estado de Ontario, uno de los más afectados por esta mortal tendencia, han sido registradas unas 5.000 muertes por sobredosis con algún medicamento recetado.