La Policía de Santiago de Chile dispersó con gases lacrimógenos y cañones de agua a los activistas de una protesta masiva congregada para urgir a la presidenta Michelle Bachelet que reemplace la Constitución actual, de la era Pinochet, por una nueva.
Más de 30 organizaciones diferentes asistieron a la "marcha de todas las marchas" (como fue denominada por los organizadores de la misma) en el centro de la capital chilena, pidiendo una nueva norma fundamental que proteja los derechos de todos los ciudadanos, informan los medios locales.
© AFP Martin Bernetti
Entre otras cosas, los activistas exigieron la reforma ambiental, el matrimonio gay, la legalización del aborto, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las comunidades indígenas de Chile, y el voto de los chilenos residentes en el exterior.
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En su mayor parte, la marcha fue pacífica, pero hacia el final de la misma, un grupo de unos 100 manifestantes encapuchados se enfrentaron con la Policía, que respondió desplegando gases lacrimógenos y cañones de agua.
Unas 50 personas fueron detenidas y tres policías resultaron heridos.
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Tras el incidente, las autoridades chilenas cancelaron el resto de la protesta.
Los organizadores explicaron que el propósito de la marcha era simplemente trasladar al Gobierno las expectativas del pueblo chileno.
"No era una manifestación en contra de la presidenta Michelle Bachelet o a favor, es solo un llamado de atención a la clase política para que sepan que hay demandas ciudadanas", dijo Óscar Rementeria, portavoz del Movimiento de Liberación e Integración Homosexual (Movilh).
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Durante su campaña presidencial, Bachelet se comprometió a hacer reformas estructurales importantes, que incluyen la implementación de una educación universitaria gratuita y la mejora de la asistencia sanitaria y prescindir de los organismos políticos y económicos que se fundaron bajo la dictadura del general Augusto Pinochet.