Así lo aseguran testigos del ataque, que han revelado que los soldados, tras acribillar a las víctimas ( entre las que había nueve niños) incineraron sus cuerpos.
En EE UU temen que lo ocurrido pueda provocar protestas antiestadounidenses, especialmente tras la quema de coranes por varios de sus militares en febrero.
La mision de la OTAN en Afganistán aseguró en un comunicado que abriría una investigación sobre los motivos de la matanza.
El soldado estadounidense que disparó contra civiles afganos en Kandahar, causando la muerte de al menos 16 personas, entre ellas nueve niños y tres mujeres, e hiriendo a otras nueve, actuó "acompañado" y "borracho".
Así lo atestiguan vecinos de la zona donde ocurrió el suceso, que además han revelado que los militares de EE UU incineraron los cuerpos de los fallecidos para hacer desaparecer las señales del delito.
El presunto autor de la matanza ya ha sido detenido, según confirmó la ONU.
La Casa Blanca ha expresado su preocupación por el posible aumento de las tensiones entre Afganistán y Estados Unidos a causa de lo ocurrido, que podría incitar a represalias violentas, especialmente tras la quema de coranes por parte de soldados estadounidenses el pasado febrero..
La Casa Blanca ha expresado su preocupación por el posible aumento de las tensiones entre Afganistán y Estados Unidos a causa de lo ocurrido, que podría incitar a represalias violentas, especialmente tras la quema de coranes por parte de soldados estadounidenses el pasado febrero..
"Estamos profundamente preocupados por los informes iniciales de este incidente y estamos vigilando la situación muy de cerca", ha explicado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden.
En este sentido, la Embajada estadounidense en Kabul ha advertido a los ciudadanos norteamericanos de que el suceso en Kandahar puede encender protestas motivadas por un "sentimiento antiestadounidense", especialmente en las provincias del este y sur del país.
En este sentido, la Embajada estadounidense en Kabul ha advertido a los ciudadanos norteamericanos de que el suceso en Kandahar puede encender protestas motivadas por un "sentimiento antiestadounidense", especialmente en las provincias del este y sur del país.
La Embajada ha señalado también que "vigila atentamente" la situación y indica que podrá enviar nuevos mensajes de emergencia si la situación lo requiere.
Por otro lado, el comandante de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) y de las fuerzas estadounidenses, el general John Allen, se ha puesto en contacto con el presidente afgano, Hamid Karzai, después de lo sucedido.
Por otro lado, el comandante de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) y de las fuerzas estadounidenses, el general John Allen, se ha puesto en contacto con el presidente afgano, Hamid Karzai, después de lo sucedido.
Ocurrió de madrugada
El militar abrió fuego contra sus víctimas la madrugada del sábado al domingo en el exterior de una base militar en el distrito de Panjwai.
La misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) ha divulgado a primera hora de la mañana del domingo un comunicado en el que lamentó "un incidente que ha desembocado en la muerte de afganos" en Kandahar.
"Es un altercado tremendamente lamentable y trasladamos nuestros pensamientos y preocupación a las familias afectadas", añade.
"Es un altercado tremendamente lamentable y trasladamos nuestros pensamientos y preocupación a las familias afectadas", añade.
El comunicado señala que el soldado implicado ha sido arrestado pero no precisa el número de víctimas causadas por el detenido.
En el texto tampoco se indica el motivo del incidente, sobre el que se limitaba a anunciar que las autoridades de la ISAF abrirán "una investigación".
La matanza se produce en medio de un fuerte clima antinorteamericano en Afganistán tras la quema de coranes por soldados de EE UU a finales de febrero en la base de Bagram, cercana a Kabul y la principal de la OTAN en este país.
En el texto tampoco se indica el motivo del incidente, sobre el que se limitaba a anunciar que las autoridades de la ISAF abrirán "una investigación".
La matanza se produce en medio de un fuerte clima antinorteamericano en Afganistán tras la quema de coranes por soldados de EE UU a finales de febrero en la base de Bagram, cercana a Kabul y la principal de la OTAN en este país.
Una treintena de personas murieron en la represión de las manifestaciones de protesta por la profanación, que el mando norteamericano atribuyó a "un equívoco".