ABI – El líder de la Central Indígena de Oriente
Boliviano (Cidob), Adolfo Chávez, mantuvo el domingo su oposición tenaz a
la que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos cruce el
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en el
nordeste amazónico de Bolivia.
“Costará sangre atravesar el TIPNIS”, dijo en declaraciones a la red católica de radioemisoras Erbol.
Las declaraciones de Chávez, que galvaniza la marcha de casi dos
meses de originarios de solo 20 de las 64 comunidades que habitan el
TIPNIS, en oposición a que la vía cruce la reserva natural, se registran
después que la Cámara de Diputados abriera el sábado último un compás
de espera hasta el martes para reanudar el tratamiento de una Ley Corta
que normará la consulta popular focalizada para elucidar la conveniencia
o no de la construcción de la carretera.
La carretera de la polémica debería vincular los inconexos entre sí departamentos de Beni y Cochabamba.
También dos semanas después que la policía reprimiera con violencia
inusitada a los marchistas en la localidad de Yucumo, en la jurisdicción
del departamento Beni, a decenas de km de la población de Caranavi, en
La Paz, desde donde la marcha de reanudó en las últimas horas.
El gobierno de Morales ha otorgado garantías a la marcha que partió
el 15 de agosto de la ciudad de Trinidad y que podría llegar durante la
semana a La Paz, lo más probable entre jueves y sábado, en la víspera de
las elecciones judiciales, las primeras de la historia de Bolivia.
Morales suspendió el proyecto de construcción del tramo II de la
carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, hasta que la consulta
proyectada, que Chávez rechazó de plano, zanje el conflicto.
“El momento que los tractores comiencen a trabajar en el tramo II, se
conocerá la fuerza de los indígenas, porque parece que al Gobierno no
le basta con la pateadura que nos ha dado; por lo tanto, nosotros
tomaremos las medidas necesarias para defendernos”, advirtió Chávez.
La carretera de 306 km de longitud, cuyos tramos primero y tercero
cuentan ya con un trazado predeterminado por sendas de trocha angosta,
caminos de un sentido y tierra apisonada, demanda una inversión de 430
millones de dólares, 70% financiado por Brasil.
El gobierno del presidente Evo Morales aclaró que la apertura de la carretera demandará destruir sólo 60 km en el TIPNIS.