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Juez norteamericana oculta a jurado documento clave contra Posada Carriles


La Habana / La Jueza Kathleen Cardone ocultó al jurado, en el juicio contra el terrorista internacional Luis Posada Carriles en El Paso, Texas, un documento clave que lo incrimina en los atentados contra instalaciones hoteleras en Cuba en 1997.

La magistrada del caso dictaminó que el jurado no podrá conocer un documento clave que vincula a Posada Carriles con el financiamiento de la cadena de explosiones en La Habana en 1997, según un artículo del abogado José Pertierra que publica este jueves el sitio Cubadebate.cu.

La evidencia salió a relucir en declaraciones del testigo Antonio (Tony) Jorge Álvarez, un comerciante cubanoamericano presentado por los fiscales.

Según Pertierra, cuando el Departamento de Justicia amplió las acusaciones contra el acusado en marzo de 2009, Álvarez se convirtió en un testigo clave. La enmienda de 2009 incluyó, por primera vez, cargos relacionados con las bombas que explotaron en La Habana en 1997.

Álvarez fue el primero que denunció a Posada Carriles ante el FBI, acusándolo de estar vinculado a esos ataques terroristas en Cuba.

Durante el interrogatorio a Álvarez, el fiscal Jerome Teresinski estableció una relación entre Posada y la empresa WRB en Guatemala, de la cual el testigo era vicepresidente.

En ese lugar, según el testimonio, entre el personal contratado estaba el cubanoamericano José (Pepe) Álvarez, quien le presentó al testigo a Posada Carriles en el Hotel Camino Real de Guatemala.

Cuenta el testigo, a solicitud de la fiscalía, que el terrorista visitaba la oficina de WRB.
Teresinski le pidió a Alvarez que describiera su oficina. "¿Tenía una máquina de fax?", preguntó el fiscal.

En ese momento del proceso, asegura Pertierra, saltó el abogado defensor, Arturo Hernández. Interrumpió el testimonio y le pidió a la jueza que despidiera al jurado para poder ventilar, sin que los integrantes se enteren, del tema de un documento recibido en la máquina de fax en la oficina de Tony Alvarez en 1997.

Agrega que aunque el fiscal se opuso, la jueza le concedió el pedido al abogado defensor.

El documento que llegó a la oficina de Tony Alvarez en Guatemala consiste en dos páginas escritas a mano, en letra de molde. Está fechado el 25 de agosto de 1997, solamente 10 días antes de que explotaran cuatro bombas en La Habana una de las cuales le cobró la vida al turista italino Fabio Di Celmo.

Señala Pertierra que el fax le avisa a "José y Pepe" que "recibirán por Wester (sic) Union cuatro envíos de 800 dólares cada uno".

Los nombres de los receptores del dinero, agrega, concuerdan con los giros monetarios que fueron enviados de Nueva Jersey, sobre los cuales testificaron el agente del FBI Omar Vega y el contador Oscar de Rojas la semana Pasada en El Paso.

Según el artículo, el fax termina diciendo "como yo te expliqué, si no hay publicidad el trabajo no es útil, los periódicos americanos no publican nada que no haya sido confirmado. Necesito todos los datos de la discoteca para tratar de confirmarlo. Si no hay publicidad no hay pago.

El fax, precisa, está firmado por "Solo", uno de los nombre usados por el terrorista Posada Carriles para encubrir su identidad.

Subraya que "el documento es el lazo entre los giros monetarios de New Jersey, la cadena de bombas en La Habana y Luis Posada Carriles.

De acuerdo con una entrevista que le concedió a la periodista Anne Louise Bardach del New York Times, el reo reconoció haber escrito el documento.

Por eso, acentúa Pertierra, es una evidencia importantísima para la fiscalía.

En ausencia de los miembros del jurado, Tony Alvarez manifestó su preocupación de entonces por el fax.

Contó, además, que su ansiedad se debía tanto al fax como al hecho de que su secretaria le había alertado que Pepe Alvarez y José Burgos se reunían con Posada Carriles en las oficinas de WRB y que ella los había visto con "tubos de plástico y calculadoras y materiales para construir explosivos".

El testigo declaró que había visto en un paquete en su oficina, marcado como "industria militar mexicana, C-4, explosivos peligrosos... Por eso el fax me llamó mucho la atención", precisó.

Pertierra califica esta parte del proceso como "La Batalla del fax" y destaca que el abogado de Posada Carriles se opuso vigorosamente a que el jurado pudiera enterarse del contenido.

Sostiene además, que el fiscal Teresinski respondió que las reglas de evidencia federal permiten que el jurado considere la validez del fax firmado por Solo. "Las declaraciones de un acusado son admisibles en corte y no son rumores", dijo.

Aclara Pertierra que la Jueza Kathleen Cardone no explicó mucho sus razones por el dictamen, solo dijo: "El documento no tiene suficientes características para recibirlo como evidencia". Con esas escuetas palabras, rechazó una de las piezas claves del rompecabezas del caso. Posada Carriles enfrenta cargos por fraude, obstrucción de procesos y falsas declaraciones por mentir a funcionarios de inmigración de Estados Unidos, luego de entrar a ese país como indocumentado.

Sin embargo, no es juzgado por su prontuario criminal que incluye la voladura en pleno vuelo de un avión de cubana en 1976, con 73 personas a bordo, y los ataques con bombas en hoteles de La Habana.

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