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Colombia: 22 grandes masacres en el Gobierno de Álvaro Uribe


Está claro que muchos hechos lamentables de asesinatos conjuntos se quedarán por fuera de este artículo: entre el 2002 y el 2010 hubo 402 masacres; pero anímese a entender las situaciones que pasaron estas miles de personas, en el período que para muchos fue “el más seguro de todos”.

Colombia ha sido un país de asesinatos en conjunto y exterminios.

 Desde 1980 hasta 2012, según datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, ¡ya se habían contabilizado unas 1983 masacres! En cada uno de los siniestros, como mínimo, hay hasta 4 personas asesinadas.

Desde La Guajira hasta la Amazonia cientos de miles de personas murieron a manos de los paramilitares, la guerrilla, agentes del Estado y otros grupos que a día de hoy ni siquiera se han podido identificar.

En este artículo encontrará 22 grandes masacres que hubo en el Gobierno de Álvaro Uribe, a lo largo y ancho del país. ¿Las víctimas? Indígenas, campesinos, civiles, personas inocentes.

Muchas masacres se quedarán por fuera del presente artículo: solo entre el 2002 y el 2010 hubo 402. Pero puede consultarlas en la página oficial del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Entre cada 7 de agosto de esos dos años (día de posesión y día de entrega de presidencia de Álvaro Uribe), hubo 296 masacres en total.

Paradójicamente, las dos masacres que más de una vez han tenido en aprietos y vinculan directamente al exmandatario, no se encuentran dentro de estas casi 300 atrocidades.

Los escenarios de violencia vividos en La Granja y El Aro no caben en las características temporales de este listado, pero es necesario mencionarlas puesto que, además de constituir dos episodios de indignidad del conflicto armado en Colombia, se caracterizan por tener investigaciones vigentes alrededor de la participación de Álvaro Uribe en cada una de ellas.

A continuación 22 grandes masacres ocurridas en el Gobierno de Álvaro Uribe, en orden cronológico.

Vereda El Limón, Rioacha

El 1 de septiembre de 2002 el Bloque Norte del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se adentró en una zona rural de La Guajira y asesinó a 16 pobladores. También bombardearon e incendiaron 15 ranchos con cilindros bomba y rockets.

 Entre las personas asesinadas, seis eran menores de edad y dos, ancianos que superaban los 70 años.

Luego del ataque, la vereda El Limón se convirtió en una zona fantasma a causa del obligado desplazamiento de los sobrevivientes. La mayoría de las víctimas pertenecía a la etnia indígena Wiwa.

San Juan Nepomuceno, Bolívar

Eran los peores días de Montes María. La guerra golpeaba con fuerza a las personas inocentes, las víctimas se contaban por montones. 

Entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre del 2002, 15 campesinos fueron masacrados. Inicialmente se adjudicaron los asesinatos a la guerrilla de las FARC. 

Con el tiempo, se empezó a pensar que habían sido los paramilitares. Hoy la verdad sigue siendo oscura para las familias de las víctimas.

La Punta de los Remedios, Dibulla

La comunidad se alarmó cuando un grupo de 50 paramilitares del Bloque Norte de la AUC llegó a la vereda a las 10 de la noche, el 17 de septiembre del 2002. 

Mataron a 4 jóvenes en frente de sus familias y se llevaron a otros 5 hombres para asesinarlos afuera del pueblo y sus cuerpos fueron desaparecidos.

En el municipio de Dibulla ocurrieron 3 masacres que sembraron el horror en la época del paramilitarismo. El artículo ‘Más que hambre y sed’ de Verdadabierta, habla del despojo, el desplazamiento y el dolor que han debido padecer los pobladores de este territorio guajiro.


San Carlos, Antioquia


Cortesía de Rutas del Conflicto.

La guerrilla de las FARC asesinó a 18 civiles de tres diferentes veredas de este municipio antioqueño. 

El homicidio de siete menores de edad y una mujer embarazada muestran la crudeza que significaron estos actos. Jóvenes que se negaron a unirse a las filas de la guerrilla también fueron asesinados.

Los hechos, que ocurrieron el 16 de enero del 2003, ocasionaron el desplazamiento de más de 800 personas, muchas de ellas, cuando regresaron a sus casas, las encontraron totalmente destruidas. San Carlos sufrió 32 masacres entre 1988 y 2005.

Urrao, Antioquia

El 5 de mayo del 2003 es un día inolvidable para el municipio de Urrao. 10 personas, que con antelación habían sido secuestradas por las FARC, fueron asesinadas por los mismos guerrilleros en cuanto se percataron de que el Ejército adelantaba una operación militar para rescatarlas.

8 integrantes de la Fuerza Pública, Guillermo Gaviria Correa, para ese entonces gobernador de Antioquia y Gilberto Echeverri Mejía, exministro de Defensa, fueron las víctimas. Una tragedia que conmocionó el panorama político nacional.

El Triunfo, Buenaventura

Un taxi fue el escenario del accionar del grupo paramilitar Bloque Pacífico. El 4 de julio del 2003, 5 hombres perdieron la vida al ser abaleados en plena carretera. Este grupo paramilitar perpetró 15 masacres entre el 2000 y el 2005 en Buenaventura.

 El barrio El Triunfo, tendría que vivir más de una vez la pesadilla de la muerte de muchos.

Bahía Portete, Alta Guajira


Cortesía de El Heraldo

El 18 de abril del 2004 fueron desplazados de sus territorios ancestrales 600 indígenas de la comunidad Wayuu. El informe de 228 páginas del Centro Nacional de Memoria Histórica narra los hechos, en donde aproximadamente 40 paramilitares profanaron el cementerio de la comunidad y saquearon e incendiaron varias viviendas. 

Las mujeres, como en tantas otras masacres, fueron violentadas y torturadas sexualmente como arma para doblegar a las comunidades.

Algunas fuentes hablan de hasta 30 personas asesinadas por el Bloque Wayuu de las AUC. (Cabe resaltar que la comunidad indígena no tiene nada qué ver con este bloque paramilitar, a pesar de su nombre).

Flor amarillo y Cravo Charro, Arauca

“Agradezcan que estamos de buen genio, si no los matamos a todos”, fueron las palabras de uno de los paramilitares perpetradores de esta masacre, llevada a cabo entre los días 19 y 20 de mayo del 2004.

Las cifras más altas hablan de 21 personas asesinadas, entre ellas dos menores de edad. 100 paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca fueron los encargados de ejecutar los homicidios.

Por los días en que se cometió la masacre, la zona estaba densamente militarizada por miembros de la Brigada XVIII y Móvil No. 5 del Ejército Nacional. Por esta razón, las denuncias hablan de que los asesinatos se hicieron bajo complicidad y/o tolerancia del mismo Ejército de la República. 

El general Gustavo Matamoros declaró: “son pueblos guerrilleros”.

La Gabarra, Norte de Santander

Los pobladores del corregimiento de La Gabarra han sufrido los estragos de la guerra varias veces en su historia. En 1999, por ejemplo, 200 paramilitares ingresaron a la zona y asesinaron a varias personas.

El 15 de junio del 2004 volvió el sufrimiento a estas tierras, en esa ocasión por parte de la guerrilla de las FARC. 34 campesinos fueron asesinados a sangre fría con un disparo en la cabeza. Todos se encontraban en la finca La Duquesa que, según declaraciones del secretario de Gobierno de ese departamento, era propiedad de grupos paramilitares.

A pesar de eso, en el momento de la masacre no había un solo paramilitar en la finca. Los campesinos fueron las únicas víctimas.

Llorente, Nariño

20 personas fueron asesinadas por paramilitares del Bloque Libertadores del Sur el 30 de junio de 2004. Fueron torturadas hasta el punto de impedir que se reconocieran los cuerpos. Los miembros de la Fuerza Pública que se encontraban presentes no reaccionaron a los hechos. Un ambiente de complicidad y crueldad cubre este lamentable recuerdo de San Andrés de Tumaco. El Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) denunció la impasibilidad de las autoridades.

El Alfilador, Puerto Asís

El 11 de noviembre del 2004, la cancha de fútbol de la vereda de El Alfilador, en Putumayo, sirvió como escenario de muerte para los paramilitares del Bloque Sur Putumayo.

Obligaron a la población a reunirse en ese lugar y escogieron a 15 de ellos. Los amarraron y los torturaron, luego los colgaron de los pies y los asesinaron con machetes, motosierras y armas de fuego en frente del resto de los habitantes.

El reconocimiento de los cuerpos fue casi imposible debido a la presencia paramilitar en la zona durante un tiempo después; además, varios cuerpos fueron arrojados al río Putumayo. 400 personas fueron desplazadas, entre los muertos había varios ecuatorianos.

San Salvador, Tame

Todo ocurrió en la noche de fin de año del 2004. Ese 31 de diciembre, 30 hombres de la Columna Móvil Alfonso Castellanos del Bloque Oriental de las FARC entraron disparando al caserío San Salvador, que solo contaba para entonces con 16 viviendas.

El ataque duró alrededor de 10 minutos continuos. 17 personas, entre ellas 4 menores de edad, perdieron la vida; 60 más lograron escapar a través del río Casanare. Cerca de 7.000 personas fueron desplazadas del municipio de Tame: durante cinco años ocurrieron 16 masacres.

Punta del Este, Buenaventura


Cortesía El País Colombia

A 12 jóvenes les arrancaron los ojos de sus cuencas, sus cuerpos tenían señales de tortura, estaban maniatados y tenían disparos en el cráneo. Les habían propuesto jugar un partido, pero en realidad los condujeron al lugar donde iban a asesinarlos.

El 19 de abril del 2005 estos jóvenes fueron asesinados. Al día siguiente, fueron hallados flotando en el mar, en el barrio El Triunfo. Según sus propias madres, todos estaban irreconocibles. Hasta el 2017 todavía continuaban exigiendo reparación para las víctimas y juicio para los responsables. Según el Proceso de Comunidades Negras, otros 12 jóvenes fueron desaparecidos.

En total, las víctimas fueron 24 personas de los barrios Punta del Este, Santa Cruz y Palo Seco de la comuna 5 del municipio de Buenaventura. Había menores de edad y los mayores tenían 20 años.

Palomas, Puerto Valdivia

El 24 de agosto del 2005 el frente 36 de la guerrilla de las FARC asesinó a 14 personas en un finca de una vereda de Puerto Valdivia, Antioquia. Entre los muertos había una mujer de 44 años. Algunas fuentes dijeron que los campesinos se dedicaban a la plantación de la hoja de coca, pero sus familias siempre negaron esa información.

250 personas debieron abandonar sus hogares en Valdivia a causa del álgido momento que vivía el municipio de cuenta del conflicto armado en 2005.

Sanza, San Juan de Arama

A las 7:30 de la mañana empezó la pesadilla que terminó con 10 campesinos muertos y cuatro personas heridas, con varias víctimas menores de edad. El 15 de abril del 2006 tropas del Ejército Nacional, aparentemente drogadas, adscritas a la Brigada Móvil No. 12, arremetieron en un ‘operativo’ contra la casa aledaña a la escuela de Puerto Nubia.

Un joven de 15 años perdió la vida; tres niñas de 13, 12 y 7 años resultaron heridas a causa de las balas de fusil que constantemente disparaban los soldados.

El número de desaparecidos antes, durante y después del operativo es indeterminado. Cuando un soldado vio el resultado de sus acciones se lanzó a los brazos de uno de los padres de los niños heridos a llorar.Según él, la información que les habían proporcionado era otra.

Olaya Herrera, Nariño

Algunos habitantes de Bocas de Satinga, pueblo vecino a Olaya Herrera, alcanzaron a ver unos cuerpos que flotaban en un río cercano. Lastimosamente, los cadáveres no se pudieron recuperar nunca. Eran de 8 campesinos asesinados el 22 de noviembre de 2006 a manos de Los Rastrojos. Esta banda tomó control del territorio de Nariño luego del proceso de desmovilización de paramilitares en el 2006. Atemorizaban a la población asesinando a cientos de personas.

San José de Tapaje, El Charco

El 18 de junio de 2007 fueron asesinados a quemarropa 11 diputados, mientras se bañaban. Guerrilleros de las FARC les dispararon por la espalda. Los diputados habían sido secuestrados el 11 de abril del 2002 junto con otro compañero, el único sobreviviente; el último proceso de paz fallido llevado a cabo, había culminado 2 meses atrás.

La guerrilla de las FARC mintió a la opinión pública y a las autoridades diciendo que su muerte había sido a causa de un fuego cruzado con el Ejército. Las pruebas balísticas y el levantamiento de cuerpos demostraron que había sido una masacre intencionada.

Iraca, Meta

14 jóvenes entre 15 y 25 años fueron asesinados el 13 de diciembre del 2008. El grupo delincuencial que lo hizo nunca fue identificado. El hecho ocurrió en la vía que conduce hacia Llano grande, donde funciona una despulpadora de Palma.

Ricaurte, Santa Cruz y Barbacoa

La comunidad indígena Awá fue sistemáticamente golpeada a lo largo del conflicto armado por diversos actores de violencia. El 4 de febrero del 2009, la guerrilla de las FARC asesinó a 11 de sus indígenas, entre ellos había dos menores de edad. Fueron amarrados, torturados y asesinados a punta de cortes de machete.

Buenavista, Barbacoa

7 indígenas fueron sacados a la fuerza de sus casas, les amarraron pies, manos y con cuchillos les arrancaron sus orejas e hirieron todo su cuerpo. Una vez más en el departamento de Nariño, la comunidad indígena Awá debió padecer el peor rostro de la guerra. Los asesinos eran miembros de las Águilas Negras. Todo ocurrió el 19 de febrero del 2009.

Los homicidas hacían parte de ese gran grupo de Bandas Criminales Emergentes, Bacrim. Hoy continúan delinquiendo desde su nacimiento a finales del 2006, como consecuencia de las disidencias del proceso de paz con los paramilitares llevado a cabo durante el Gobierno de Álvaro Uribe.

Tumaco, Nariño

El 26 de agosto del 2009 Los Cucarachos irrumpieron la tranquilidad del resguardo indígena Gran Rosario, a las 5:30 de la mañana. Asesinaron a 12 indígenas Awá e hirieron a 3 más. Una de las mujeres asesinadas era Tulia García, la única testigo del falso positivo que miembros del Ejército habían ejecutado sobre Gonzalo Rodríguez, el 23 de mayo de ese mismo año.

Luego, se puso al descubierto que esos mismos integrantes del Ejército habían pagado a la banda criminal Los Cucarachos para que asesinaran a Tulia García, con el fin de que su delito quedara impune y sin testigo alguno; “posteriormente los integrantes de este grupo fueron asesinados por paramilitares al servicio del Ejército Nacional”.

Sánchez, Policarpa

10 campesinos fueron decapitados, mutilados y a algunos les sacaron los intestinos para ponerlos sobre sus manos. Desmembraron sus cuerpos y los enterraron en fosas comunes esparcidas por toda la zona rural del municipio de Policarpa, Nariño. Los asesinos hacían parte del grupo emergente Los Rastrojos. El 28 de marzo del 2010 será inolvidable para las familias de las víctimas. Estos fueron años muy difíciles para la población de Nariño.

Fuentes principales del artículo:


Notas periodísticas de diversos medios, hipervinculadas a lo largo del texto.

Foto cortesía de: El Universal

https://www.laorejaroja.com/22-grandes-masacres-en-el-gobierno-de-alvaro-uribe1/?fbclid=IwAR2VEJi5jMU7Hi5q5gGNiHJa_FxWwK_AYVuoex6DM4abs9QQZVfTjS8Zp7U

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