Pablo Gonzalez

Ucrania: “Nadie comprendió que venían a matarnos”


El exdiputado del Consejo Regional de Odessa, Alexey Albu, fue uno de los líderes de la “primavera rusa” en la ciudad. 

El 2 de mayo de 2014 sobrevivió el incendio de la Casa de los Sindicatos. Tras la masacre de los oponentes a Maidan, Albu se vio obligado a abandonar Odessa.

Ahora reside en la RPL y continúa con sus actividades públicas como uno de los líderes de la organización comunista Borotba. Antifashist ha podido hablar con él sobre lo ocurrido el 2 de mayo y el sentimiento que domina ahora Odessa.

¿Cuál es el motivo de la derrota de la primavera rusa en Ucrania? ¿Qué le parecen las afirmaciones de ciertas figuras públicas que dicen que los residentes de Odessa se rindieron?

Los motivos de la derrota son varios: falta de organización en la toma de decisiones (no había ningún comité, ninguna coordinación), la naturaleza completamente pacífica de las protestas, el shock de la masacre del 2 de mayo y de las bajas humanas.

Esas declaraciones hostiles intentan presentar a los residentes de la región de Odessa como si no formaran parte del movimiento antifascista, como si no formaran parte del mundo ruso y fueran en realidad elementos aislados. Pero sé que no es así. 

A los que hablan de rendición solo les digo una cosa: Odessa no se ha rendido. Odessa sigue luchando con los métodos y medios de los que dispone. Ayudaría que la resistencia fuera más activa. Pero, por desgracia, ahora no está la Tercera Internacional ni socorro rojo como existía en la primera mitad del siglo XX. De ahí el resultado.

El 2 de mayo se encontraba en la Casa de los Sindicatos. Cuéntenos cómo ocurrió el incendio. ¿Cómo logró sobrevivir a ese infierno?

Ocurrió algo muy simple: nadie comprendió que venían a matarnos. La gente iba por los pasillos de la Casa de los Sindicatos intentando apagar el incendio, buscando habitaciones abiertas, tirando puertas y colocando muebles para que hicieran de barricada y refugiarse. Pero, por desgracia, no ayudó. Yo tuve suerte. 

Cuando los fascistas irrumpieron en el edificio, muchos corrieron a los pisos superiores, pero el grupo con el que yo estaba corrió hacia el ala derecha (desde la estación) y hubo un momento de pausa. 

Ahí pasamos mucho tiempo dando vuelta a un mueble de metal para impedir que los agresores irrumpieran en las oficinas. Ese momento resultó ser la fase más activa del incendio, que se llevó muchas vidas. Fue entonces cuando la gente saltó por las ventanas. 

Fue entonces cuando el nacionalistas de Odessa Vsevolod Goncharevsky apaleó a personas indefensas. Así murió uno de mis amigos, el activista de Borotba Andrey Blazhevsky.

Más adelante conseguimos salir al patio, donde nos pegaron y nos detuvieron. Sin embargo, en la comisaría nos atendieron y nos dijeron que había sido un error y nos dejaron marchar.

El 4 de mayo de 2014, el asalto al centro de detención parecía el principio de una insurrección. ¿Qué pasó para que no ocurriera?

Porque nadie preparaba una rebelión. Nuestra protesta era pacífica. Por eso, la masacre de Odessa debería ser una lección y una advertencia para quien piense que se puede luchar contra el fascismo solo por medios pacíficos. Es imposible.

¿Se puede decir que el sentimiento prorruso seguía siendo dominante en Odessa? ¿Causó decepción la situación en las Repúblicas no reconocidas?

Desde luego. Pero no afectó al sentimiento prorruso y antifascista. Muchos quedaron decepcionados por la política de las autoridades rusas, pero se negaron a aceptar el fascismo. 

Algunos siguen pensando que llegará el día en el que todos viviremos otra vez en un mismo país sin oligarcas ni nacionalistas. 

Un país basado en los principios de la justicia social, la amistad entre los pueblos, la memoria de la Gran Victoria y la historia compartida.

Han pasado cinco años desde la tragedia del 2 de mayo y los hechos no se han investigado. ¿Se puede esperar algún progreso con el nuevo presidente?

El caso del 2 de mayo es un problema irritante para las autoridades ucranianas. Quieren cerrar rápidamente el caso para que se olvide. 

Es posible que durante el mandato de Zelensky se complete la investigación.

 Pero lo más previsible es que los verdaderos organizadores de este monstruoso asesinato y quienes lo perpetraron no tengan que responder por sus actos. Evidentemente, no estamos satisfechos con esta “investigación”.

¿Cree que Rusia debería llevar la investigación de la tragedia a estructuras internacionales, como, por ejemplo, intentar crear un tribunal del 2 de mayo?

Sería un paso importante para el restablecimiento de la justicia, pero las autoridades de Ucrania no van a permitirlo. Porque esa investigación acabaría muy mal para algunos oficiales ucranianos de muy alto rango.

¿Qué le parece la iniciativa del diputado Vadim Novinsky sobre el pago de millones en compensación a las víctimas de la tragedia del 2 de mayo? ¿Cree que el Parlamento apoyará esa iniciativa?

Tengo sentimientos encontrados. Por una parte, conozco a familiares de los asesinados el 2 de mayo que necesitan ayuda. La madre de Igor Lukas vive en condiciones muy complicadas. 

Muchos son muy pobres. ¿Pero por qué no ayudar a esas personas en silencio, sin publicidad, como hacen otras personas a las que respeto? Todos saben perfectamente que el Parlamento de Ucrania, especialmente en su composición actual, nunca va a apoyar esa iniciativa. 

Este tipo de buena acción acabará siendo solo propaganda a costa del sufrimiento de las personas.

Muchos se aferran a la esperanza de que las cosas mejoren con Volodymyr Zelensky. ¿En qué se basan? ¿Cree que tendrán que responder por sus crímenes los líderes del anterior Gobierno o que habrá lucha interna?

Habrá lucha interna. Pero todos tienen que entender que deriva de una fractura en la élite ucraniana. Y esa fractura llevará a la confrontación en el bando de nuestros oponentes. Tenemos que usar esa oportunidad para reforzar nuestras posiciones. Hablar de castigo a los líderes del anterior Gobierno creo que será cuestión de negociación. 

Nadie va a ir a la cárcel. Creo que es posible que algunos simplemente abandonen sus puestos en silencio. 

En cualquier caso, no debemos depender de ningún “buen rey” sino basar nuestras cartas en la gente como nosotros, organizarnos sobre la base del antifascismo, crear fondos mutuos, ayudarnos a defendernos de nuestros enemigos. No tenemos otra cosa.

https://slavyangrad.es/2019/06/24/17106/

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