El Estado mexicano sufre una “enorme crisis” en materia de seguridad, que se refleja en las masacres que involucran a narcotraficantes, pero también a militares y políticos, afirmó este lunes el Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda).
“El Estado mexicano sufre una enorme crisis en materia de seguridad, está arrinconado por la reactivación de crimen organizado y bandas delincuenciales”, dijo el máximo dirigente de esa formación, Carlos Navarrete, tercera fuerza política en el Congreso.
“Que el presidente (Enrique Peña) lo ha sacado de las primeras planas y del discurso diario, fue una política de comunicación pero no lo ha acabado” al crimen organizado, dijo Navarrete a la cadena de radio MVS de cobertura nacional.
“Todos los partidos en nuestros gobiernos (estatales o municipales) podemos ser penetrados por el narcotráfico, o por la vía del dinero o por la vía del plomo”, dijo al referirse al estado de Guerrero (suroeste del país) que gobierna el PRD.
“Guerrero, es pobreza, es abandono, es víctima de desgracias naturales, de grupos armados tolerados” describió Navarrete.
“El crimen organizado penetra a los gobiernos de todos los partidos, no respetan banderas políticas”, dijo el dirigente.
El PRD expulsó de sus filas al alcalde prófugo del municipio de Iguala (a 200 km de la Ciudad de México, donde el domingo fueron encontrados 28 cuerpos calcinados en seis fosas, cuando las autoridades buscaban a 42 estudiantes desaparecidos, tras un fin de semana violento el 26 y 27 de septiembre, que dejó seis muertos y una veintena de heridos hace una semana.
En esos ataques participó la policía de Iguala. “Los muchachos tomaron autobuses, para ir a la conmemoración del 2 de octubre del 68 (en 1968 fueron masacrados 200 estudiante en la Ciudad de México), y los policías reciben la orden de “mátenlos”, emitida por un narcotraficante identificado, como El Chuky”, dijo Navarrete.
Otra masacre de una veintena de sicarios, que habrían rendido a las fuerzas militares y habrían sido ejecutados en forma sumaria –según una sobreviviente-, fue cometida hace tres meses en el municipio de Tlatlaya, en el estado de México que colinda con la capital del país. Allí el autor “fue el ejército y el presidente de la República (Enrique Peña) es el comandante supremo” de las fuerza Armadas, cuestionó Navarrete.
“Es un fenómeno, el Estado mexicano está siendo acorralado por el crimen organizado empezando por el presidente Peña”, puntualizó Navarrete.
“El PRD no está protegido de la infiltración, por la ambición del dinero o por amenazas, con una pistola o una maleta de dinero. Eso lo sufren los periodistas, los amenazan, los ametrallan y deciden callarse”, dijo el dirigente izquierdista.
Lamentó que en el Congreso, a pesar de las reformas estructurales recientes, en materia energética, fiscal y telecomunicaciones entre otras políticas del presidente Peña, “no se ha creado la Comisión Nacional anticorrupción, dos años después de propuesta, detenida desde el Gobierno”.
Unos 70.000 personas han muerto desde que el ex presidente Felipe Calderón declaró una guerra frontal contra el narcotráfico. El presidente Peña, sacó el tema de la agenda dominante, y ha dado prioridad al trabajo de inteligencia, que ha permitido detener, en menos de dos años, a 84 de los 122 líderes criminales más buscados, 71 presos y 13 muertos.
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