Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
El 20 de julio en todo Honduras, las escuelas y jardines infantiles conmemoraron el día de Lempira y al igual que el resto de los “próceres patrios”, es un símbolo que significa bastante poco para la realidad de las niñas, niños, jóvenes y resto de la población hondureña.
Ese día se conmemora con penachos en la cabeza y la práctica en boga de los últimos años, un espectáculo de cargas sumamente racistas, patriarcales y estigmatizadoras llamada “La india bonita” en el que compiten jóvenes y la ganadora suele ser la que menos rasgos físicos de indígena tenga, llenando aún más de vacío el sentir de la identidad de pueblo Lenca.
Sin embargo en los territorios, dentro de las montañas y en los lugares históricamente invisibilizados continúan, a percepción de pocos ojos, las luchas en defensa territorial que traen el espíritu ambulante de Lempira, su fuerza ancestral. Esta, que no defendió la soberanía nacional, ya que la percepción de este territorio llamado Honduras no se había constituido, sino la dignidad de un pueblo que se negaba a ser subyugado, al que se le impuso el olivo de sus prácticas ceremoniales, de su lengua, de su forma de ser y entender la vida, el mundo.
En el año 1993 nació un gesto de resistencia de este pueblo que en un inicio se llamó Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPIN). En estos años daba mucha vergüenza autodeterminarse como indígenas y no existían organizaciones con el nombre “Lenca”. Entre sus fundadoras estaba una aguerrida mujer que sabía que fortalecer la identidad del ser Lenca era el símbolo más fuerte de lucha antisistémica, desafío a los muchos años de intentar blanquear la mente y el cuerpo, ella era Berta Cáceres Flores.
Hoy, hay muchas organizaciones identificadas como Lencas, y algunas sirven a intereses de los que nos colonizaron y quieren seguir saqueando los territorios, sin embargo en muchas regiones de Honduras los pueblos indígenas y negros están desafiando el robo por parte de los nuevos colonizadores: las trasnacionales y el empresariado nacional e internacional y a los funcionarios que se prestan para esto, rinden homenaje a la gesta del pueblo Lenca que en un momento de la historia lideró nuestro héroe.
El COPINH celebra este día para traerlo a la memoria en un símbolo que cobre sentido a nuestros días donde se nos imponen las hidroeléctricas que solo desarrollan los bolsillos del empresariado, de las mineras que siguen a 525 años saqueando oro y demás minerales y los múltiples proyectos que pretenden convertir nuestros bienes comunes en mercancía.
COPINH, conmemoró este día participando en un cabildo abierto en la alcaldía de La Paz diciendo NO al proyecto minero “La Estrella”. Así, se rinde tributo a nuestra memoria y lucha ancestral.
Y también decimos que nuestros pueblos no se los utilizan como instrumentos para
la comercialización de los territorios, para enriquecer a restaurantes y souvenires que utilizan nuestras artesanías y nombres, el pueblo Lenca es un pueblo vivo al que hay que respetarle su lucha territorial y de derechos fundamentales.
Este día gritamos: Con la fuerza ancestral de Berta, Lempira, Mota, Iselaca y Etempica, se levantan nuestras voces llenas de Vida, Justicia, Libertad, Dignidad y Paz.
Dado en La Esperanza Intibucá a los 20 días del mes de Julio del año 2017.
“Él Vive, Viene con Nosotros y Nosotras Desde el Final de los Olvidos