El fundador de Wikileaks cumple cuatro años bajo condición de asilado político en la embajada ecuatoriana en Londres.
Un 16 de agosto de 2012 empezó la persecución al fundador de organización Wikileaks, Julian Assange, de parte de Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
Desde entonces se encuentra refugiados en la embajada de Ecuador en Londres, donde está como asilado político.
El 18 de noviembre de 2010, el Gobierno de Suecia emitió una orden de aprehensión contra Assange por supuestos delitos de abuso sexual y violación contra dos ciudadanas suecas, acusaciones que luego de 4 años no se le han podido comprobar.
A su vez, Reino Unido se unió a la persecución luego de que los suecos publicaran la orden en contra de Assange, quien pidió asilo político en la embajada ecuatoriana en la capital inglesa.
Tras las publicaciones de WikiLeaks en 2010, que revelaron documentos oficiales secretos de EE.UU. sobre los abusos del Ejército estadounidense y la muerte de civiles en Iraq y Afganistán, el Gobierno de Barack Obama se unió a la persecusión contra Assange.
La versión de Assange
El fundador de WikiLeaks ha dicho que teme que las acusaciones suecas son una maniobra de las autoridades en colusión con Estados Unidos, cuyo gobierno pide su extraditación en represalia por la filtración de los 500 mil documentos confidenciales sobre Iraq y Afganistán y 250 mil comunicaciones diplomáticas.
Sus abogados han dicho a los medios que Assange se encuentra enojado con los fiscales suecos porque mantienen vigente una orden de arresto en su contra, pese a una resolución de la ONU en febrero pasado, que concluyó que su detención era arbitraria y que debía ser permitido salir del asilo sin temor a ser arrestado.
En una entrevista para teleSUR, sus abogados dijeron que si la ONU dictaba en su contra, él mismo (Assange) se entregaría a las autoridades.
Pese a la decisión del organismo internacional, Assange hoy continúa en un exilio que él mismo ha equiparado a “estar en una estación en el espacio”.
Hasta el momento, no hay fecha para que se resuelva su situación, y aunque sus abogados y el gobierno de Ecuador preparan una nueva ofensiva legal a favor de su liberación, el periodista australiano ve lejos su libertad plena.
Reuters | EFE | Telesur