Sandino, Sangre de Diriangén, de Andrés, de Zeledón… Sandino, Memoria y Deber Históricos. Legado Supremo de Espíritu, Maestría, Hidalguía, Capacidad de Soñar, Capacidad de Hacer, reuniendo Fuerzas y Fortalezas que son también Supremos. Porque son Dones del Universo, intuiciones de “Cósmicas Eras”, como decía Darío.
Para comprender el Mapa de los Designios de quienes como Sandino reciben Misiones Cósmicas, Sagradas, y Dones para cumplirlas, debemos recurrir, a la Fuente. A Dios en su Infinita Grandeza, y a la Fe en su Espléndido Poder.
Sandino reúne Profecía y Realidades, en una efímera Condición Humana que asume Destino, Riesgo y Sacrificio, alzando Orgullos Ancestrales, y Promesas de Reparación.
Es imposible explicar a Sandino en su fragilidad de Hombre común. Sólo es posible entenderle, en su magnífica Dimensión Espiritual, que le permite trascender su humilde y rústica vida de Trabajador del Campo, para abrirse al Horizonte, escuchar el Llamado, y entender que su Causa Seguiría, Sigue, Viviendo, porque era, es, Épica, Histórica, una Batalla continua, Siempre Inconclusa, que se mueve, y nos mueve, Siempre Más Allá…
En este Mundo de tantos matices; de incertidumbres, inconstancias, indefiniciones, inconsistencias, vértigos, el Legado de Sandino, en esa Dimensión de Espiritualidad Profunda y Trascendente, de “Sacras Banderas”, (otra vez con Darío) es de impostergable e imprescindible Estudio y Práctica, para el Cada Día.
Porque hoy nos toca mantener Principios y Valores, ésas Sacras Banderas, en la vorágine y la inestabilidad de un Clima Social Planetario, plagado de Calamidades y Catástrofes, de imprevisibles apuestas y más imprevisibles consecuencias, copia fiel del Clima, como lo conocemos, el Aire, el Viento, el Fuego, la Tierra, el Agua… el Tiempo, los Tiempos, la Humanidad.
En todos los Climas revueltos, en nuestras Conciencias trepidantes, entre continuos juegos de la Realidad, o de las Realidades, conocer y apreciar lo Sagrado, lo Eterno, lo que viene de Dios, la Voluntad de Dios, sus Designios, nos ofrece el único, el más firme, y efectivo, asidero, entre las Tempestades, de las que somos testigos, y tantas veces también, protagonistas.
Sólo incursionando más, como Sandino, en el Conocimiento de los Misterios, de los Caminos Misteriosos, de los Signos y Señales que siempre nos llegan, pero también casi siempre rehuimos;
Sólo conociendo con humildad los Símbolos del Magisterio, y ofreciéndonos a seguir los Pasos del Maestro, como modestos discípulos;
Sólo en ese Tránsito, consciente y permanente, de aprendizaje en Rutas, Senderos y Caminos;
Sólo en ese fluir, en ese río de Cambios y Cambios, en ese Crecer Continuo, en ese identificar e identificarnos en peregrinaje ininterrumpido, podemos aprender, y tal vez lograr, una Vida, una Cultura, una Devoción sincera y honesta, una Dedicación, una Mística, una Entrega, a la Causa, Primera y Última, la que Sigue Viviendo, porque es de Eternidad, “porque es la Causa de la Justicia, porque es la Causa del Amor”!
Nuestro General nos legó Voluntad y Espíritu. Nos heredó Fuerza, para ver, oír, entender, y hacer, en el Verde esencial de Árboles y Follajes que condensan Mensajes Sublimes, y Deberes profundamente Cotidianos.
Sandino nos dejó el Deber de ir, Siempre Más Allá. Esa es su Vida, en nosotr@s. Su Luz, en nosotr@s. Su Verdad, en nosotr@s. Ese es su más Potente Mensaje. Ese es el Deber de Cantar, y de Hacer, que tenemos, y que seguimos cultivando y asumiendo, nosotr@s, l@s otr@s, y tanta Juventud suya, tod@s l@s que le seguimos!
Entre tanto que hemos hecho, entre tanto que falta por hacer, entre tanto que debemos procurar, Bien, Paz, Alegría, Tranquilidad, Bienestar, Unidad, para la Prosperidad… Sandino, con su Ojo álmico de Guerrero, de Espíritu Fecundo, nos señala Sitios para Nuevas y Amplias Fundaciones, Sitios para Nuevas Batallas, Sitios para empeñar todas las Valentías, para, ojalá, apartar, alejar, todas las soberbias, todas las vanidades; Santuarios para seguir Siendo Patria, Libertad, Espiritualidad, o en palabras antiguas y actuales: Cristianismo, Socialismo, Solidaridad…
Y todos son Sitios y Templos Interiores, propios de nuestra Condición Humana inmaterial. Sitios en el recóndito Altar donde nos ofrendamos y consagramos cada día a Dios Nuestro Creador, para invocar Serenidad, Humildad, Sabiduría, reconociéndonos frágiles, y pidiendo Salud y Fuerzas, para trabajar, para crecer, para acercar la Hermandad! Para vivir la Causa, pues!
Con Darío, Místico, Profético, Profundo:
… mientras llega el día,
que perfilan sombras,
en Sacras Banderas,
la Celeste Lucha,
de Cósmicas Eras !
Rubén Darío
18 Mayo, 2015
Rosario Murillo
Sandino, Santo y Seña
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