Pablo Gonzalez

¿Quiénes son los mentirosos?, porque me imagino que Cristo no ha de ser…


El cura párroco de la iglesia de La Merced, fue llamado, según lo declarado, por la esposa de Alejandro Maldonado y fue recibido para solicitarle la disposición del presidente Alejandro Maldonado Aguirre: Que se le confiriera al Jesús Nazareno de La Merced el grado de General del Ejército de Guatemala.

 Después el presidente lo desmintió, pero el cura insistió en que desmentir lo que habían decidido era ruindad pura y cobardía.

Por Luciano Castro Barillas


Bueno, no es nada sorprendente ni insólito que la Iglesia Católica cometa una barrabasada más, pues la lista de oprobios es extensa a lo largo de su historia cargada de contradicciones entre el mundo material y espiritual. Su alianza con lo Alto y lo Bajo (el poder terrenal) nunca lo ha disimulado. 

Y los papas y su corte fueron siempre los hombres más ricos, influyentes y corruptos las más de las veces, por lo tanto, la pedagogía de siglos ha sido el oportunismo y la corrupción. “Papas perros”, como les calificara el poeta francés Antonin Artaud, no fue nada inapropiado dentro del ámbito de su teatro de la crueldad.

No es nada extraño, pues, que la iglesia haga siempre buenas migas con el poder económico y también el militar. Tal el caso, digamos más inmediato, de Ignacio de Loyola, vasco fundador de la Compañía de Jesús, que al margen de sus“Ejercicios Espirituales” que son el fundamento teológico y filosófico de su orden, las razones profundas de crear esa institución paramilitar fue dictada como expresión ideológica-política contra la Reforma Luterana que daba a los fieles y clérigos de la Europa del norte, un reencauzamiento hacia los valores y creencias auténtica del cristianismo. 

No el tipo de cristianismo farisaico que se movía en el siglo XVI en la curia papal. Compañía es un término militar, propiamente se refiere a un contingente de infantería mandado por un capitán. Se concebían a sí mismos como soldados de la fe y de allí su rango de Superior General de los Jesuitas al prelado jefe de las provincias, o sea la forma de organización de esa orden clerical.

Por lo tanto que a Cristo se le haya instrumentalizado desde siempre por los poderes terrenales no es nada nuevo. Ya el analfabeto, El Bien Amado de la Patria, Rafael Carrera había hecho lo propio con el Cristo nazareno de La Merced. Le había conferido el grado de coronel porque gracias a su mediación -según su ignorante opinión- José Víctor Zavala, el mariscal, había sido parte decisiva en la derrota de del filibustero William Walker que tenía de rodillas a Nicaragua en 1856. 

Lejos estaba de saber el escultor imaginero guatemalteco Mateo Zúñiga que su inspirada obra escultórica iba a la vuelta de los años a ser vilipendiada, no obstante, la legislación eclesiástica sí le había dado años atrás, en 1721, su justo lugar, luego de los desastres naturales de Guatemala. Se le declaró a Jesús Nazareno de La Merced como Abogado de los Terremotos y las Pestes.Pero el escarnio se traslada también, con respecto a Cristo, para 1954, cuando las fuerzas mercenarias organizadas y financiadas por los Estados Unidos destruyeron la Revolución Democrática.

La iglesia católica dio su contribución negativa al sumarse, con un decidido y vergonzoso trabajo ideológico, proclamando al Cristo de Esquipulas comoComandante General del Ejército de Liberación Nacional, es decir, Cristo instrumentalizado por los poderes terrenales encabezado por un inefable e impresentable arzobispo, Mariano Rossell y Arellano, bautizado por la vindicta popular por su figura famélica, de viejo flaco malvado, como Sor Pijije, ave zancuda de la especie de los ánades. Después ocurrió lo no tan inesperado.

 El cura Orlando Aguilar, párroco de la iglesia de La Merced, fue llamado, según lo declarado, por la esposa de Alejandro Maldonado y fue recibido para solicitarle la disposición del presidente Alejandro Maldonado Aguirre: Que se le confiriera al Jesús Nazareno de La Merced el grado de General del Ejército de Guatemala. Después el presidente lo desmintió, pero el cura insistió en que desmentir lo que habían decidido era ruindad pura y cobardía.

Según el cura, esa decisión estaba tomada al más alto nivel eclesiástico y gubernamental, dado que el actual arzobispo de Guatemala, Vian, es persona de no fiar. Baste recordar su trayectoria como director administrativo del colegio don Bosco a finales de la década de los años 70 cuando, con los formidables ingreso de ese colegio regenteado por los curas salesianos, el ahora arzobispo y cura rastrero por esos años; peleaba literalmente con los maestros que por una u otra razón se retiraban del servicio docente en ese colegio. 

Y si no lo cree, pues vaya simplemente a consultar los archivos del Ministerio de Trabajo de finales de la década mencionada y encontrará inumerables demandas contra ese colegio, cuyo administrador era ese cura barrigón y feo que es el actual arzobispo de Guatemala. Bien comido, le fueron indiferentes siempre, cuando no enemigo jurado, las necesidades de los trabajadores de la educación. 

Al final ¿quiénes son los mentirosos?

Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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