Pablo Gonzalez

Como Bielorussia acabo con pandillas de autopista…


Extractos del reciente encuentro que mantiene anualmente el presidente bielorruso Alexánder Grigórevich Lukashenko con periodistas de medios regionales rusos. 

Muchos se mostraban interesados por conocer cómo se había conseguido mantener a raya a la delincuencia.

La pregunta la formuló un periodista de Tambov, que había estado paseando por Minsk durante la noche: 

“¿Cómo han conseguido, no solo aquí en Minsk, sino en otras ciudades, crear un ambiente tan confortable de seguridad? 

Por las tardes la gente sale a pasear sin miedo de ningún tipo a verse afectado por algún despropósito de delincuentes. A este paso va a haber que disolver a la policía…”

Contestó Lukashenko: “Cuando me convertí en presidente, la Unión Soviética acababa de derrumbarse. Fue una desgracia terrible. Nosotros somos un país de paso.

 Nuestra principal autopista va de Brest a Moscú y en la otra dirección hasta Berlín…Vienen y me reportan: han vuelto a parar otro coche, han matado al conductor y han robado el vehículo.

Entonces no había tantos “Mercedes” como ahora.

 Entonces era una rareza y los bandidos enseguida ponían el ojo en esos coches y en sus propietarios. 

Si veían algún “Mercedes” o “Audi” le daban el alto, haciéndose pasar por policías o lo que fuera. Si te resistías te podían matar o dejarte mutilado.

El automóvil y todo lo que hubiese en él se lo llevaban. 

Me vi obligado a adoptar una solución radical: Reunimos varios grupos, seleccionamos coches de marca y organizamos varias trampas desde Brest hasta la frontera.

A todos los bandidos que oponían resistencia los fusilábamos en el acto. 

Aniquilamos a tres bandas de esas. Ya no hubo una cuarta. Y hasta la fecha reina la calma.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter