Pablo Gonzalez

Clamor del mundo: Alfabetizar, alfabetizar…


Se llega al Día Mundial de la Alfabetización con 67 millones de niños sin asistir a la escuela primaria y 72 millones de adolescentes desvinculados de la secundaria


Margarita Barrios
margarita@juventudrebelde.cu

Este 8 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Alfabetización, declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 1967 con el objetivo de despertar la conciencia de la comunidad internacional y llegar a un compromiso internacional en materia de educación y desarrollo. Sin embargo, a pesar de los años transcurridos, el analfabetismo aún somete a millones de hombres y mujeres a la ignorancia.

Según los últimos datos revelados por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el mundo actual hay 774 millones de adultos analfabetos. Dos tercios de ellos son mujeres y en su gran mayoría viven en Asia y África Subsahariana.

Señala también el informe que unos 67 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria no lo hacen y 72 millones de adolescentes en edad de cursar el primer ciclo de la enseñanza secundaria tampoco disfrutan de su derecho a la educación.

Cuba, sin embargo, celebrará el próximo 22 de diciembre el aniversario 52 de declararse Territorio Libre de Analfabetismo. Antes de 1959, una gran parte de la población del país era analfabeta total o funcional, había más de 10 000 aulas sin maestros, y paradójicamente, miles de docentes estaban desempleados, mientras la Educación Superior era un sueño inalcanzable para la mayoría.

No por gusto una de las propuestas del Programa del Moncada se refería a la educación, y una de las primeras acciones del Gobierno revolucionario fue la realización de la Campaña de Alfabetización.

Pese a la agresión mercenaria por Playa Girón, en abril de 1961, miles de jóvenes se mantuvieron en los campos y ciudades llevando la luz de la enseñanza, y Cuba fue declarada Territorio Libre de Analfabetismo el 22 de diciembre del propio año.

No satisfecha con la hazaña doméstica, Cuba ha ayudado al mundo a enfrentar ese flagelo. Por sugerencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, en 2001 se empezó a trabajar en un método que combinara números y letras para enseñar a leer y escribir, y que se apoyara en el audiovisual.

Por ese entonces la Doctora en Ciencias Pedagógicas Leonela Relys Díaz, prestaba su colaboración internacionalista en Haití, donde cumplió la encomienda inicial del líder histórico de la Revolución. La doctora Relys, quien participó siendo casi una niña en la Campaña de Alfabetización en Cuba, devino así en la autora del método Yo, sí puedo, aplicado por primera vez en Venezuela en 2003, país que ya fue declarado Territorio Libre de Analfabetismo, así como también Bolivia y Nicaragua gracias a iguales prácticas.

El ofrecimiento altruista de Cuba a la Unesco para contribuir a reducir la tasa de analfabetos en el orbe, ha permitido que más de siete millones de personas de 30 países hayan aprendido a leer y escribir.

Por esta contribución Cuba recibió en 2001 y 2002 una mención honorífica del Premio de Alfabetización Rey Seijong, que otorga la Unesco, y en 2006 se alzó con ese lauro, por el desarrollo de programas de alfabetización en diferentes partes del mundo.

Esa ayuda internacional no se detiene. Es noticia que unos 216 876 ciudadanos angolanos recibieron su título de alfabetizados por el método Yo, sí puedo; en Argentina más de 24 000 personas han aprendido a leer y escribir gracias a la ayuda antillana, y en varios estados donde se ha terminado la aplicación del programa, la continuidad de estudios se ha favorecido con otros proyectos como Ya puedo leer y escribir y Yo, sí puedo seguir.

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