EE.UU. no está en posición de interferir en los asuntos internos de Rusia, así ha declarado este viernes el secretario de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov.
“El diálogo entre el Gobierno ruso y la oposición del país no puede ser un componente en las relaciones entre Moscú y Washington y en ningún caso, objeto de negociaciones (bilaterales)”, dijo Peskov en una entrevista concedida a la revista estadounidense The National Interest.
“Tenemos la capacidad suficiente de garantizar el desarrollo de la sociedad civil y el incremento de su actividad política”, agregó.
El Gobierno de Washington ha criticado a Moscú por su manera de tratar a los líderes de la protesta, Alexei Navalny y Serguei Udaltsov, quienes se enfrentan a largas penas de cárcel.
“Esos son nuestros asuntos internos, nuestras políticas nacionales”, dijo Peskov.
Conforme a las declaraciones del secretario de prensa del Kremlin, Rusia es un país democrático que comparte los mismos valores de todo el mundo, sin embargo, no va a dejar a nadie que interfiera en sus problemas domésticos.
No son pocos los casos de la injerencia estadounidense en los asuntos internos de Rusia, a saber, el polémico caso de Magnitsky, un abogado ruso de la empresa británica de inversión Hermitage Capital, de 37 años, que murió el 16 de noviembre de 2009 en una prisión rusa, donde se encontraba a la espera de ser juzgado por evasión fiscal a gran escala.
Después de su muerte, EE.UU. prohibió a 60 funcionarios rusos el ingreso a territorio norteamericano, bajo el pretexto de que estaban involucrados en el “caso Magnitski”, lo que provocó una airada reacción de Moscú.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, condenó el acto estadounidense y lo calificó de “puramente político e inamistoso”.
“El diálogo entre el Gobierno ruso y la oposición del país no puede ser un componente en las relaciones entre Moscú y Washington y en ningún caso, objeto de negociaciones (bilaterales)”, dijo Peskov en una entrevista concedida a la revista estadounidense The National Interest.
“Tenemos la capacidad suficiente de garantizar el desarrollo de la sociedad civil y el incremento de su actividad política”, agregó.
El Gobierno de Washington ha criticado a Moscú por su manera de tratar a los líderes de la protesta, Alexei Navalny y Serguei Udaltsov, quienes se enfrentan a largas penas de cárcel.
“Esos son nuestros asuntos internos, nuestras políticas nacionales”, dijo Peskov.
Conforme a las declaraciones del secretario de prensa del Kremlin, Rusia es un país democrático que comparte los mismos valores de todo el mundo, sin embargo, no va a dejar a nadie que interfiera en sus problemas domésticos.
No son pocos los casos de la injerencia estadounidense en los asuntos internos de Rusia, a saber, el polémico caso de Magnitsky, un abogado ruso de la empresa británica de inversión Hermitage Capital, de 37 años, que murió el 16 de noviembre de 2009 en una prisión rusa, donde se encontraba a la espera de ser juzgado por evasión fiscal a gran escala.
Después de su muerte, EE.UU. prohibió a 60 funcionarios rusos el ingreso a territorio norteamericano, bajo el pretexto de que estaban involucrados en el “caso Magnitski”, lo que provocó una airada reacción de Moscú.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, condenó el acto estadounidense y lo calificó de “puramente político e inamistoso”.
