De acuerdo con la firma estadounidense Stratfor, la
cooperación del narco para realizar ataques terroristas en Estados
Unidos es “muy poco probable”.
En un artículo de investigación, la consultoría expone:
“Con los
recursos disponibles, la respuesta de EU contra este tipo de redes
terroristas sería monumental”.
Además, con base en el modus operandi de
estas células delictivas, este tipo de cooperación va en contra de sus
intereses.
El 11 de octubre se anunció un presunto complot para matar al
embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Adel al-Jubeir; plan que
llevaría a la práctica el integrante de un cártel mexicano.
La situación “es una amenaza mucho menor de lo que inicialmente
podría parecer, en parte debido a la estrecha cooperación México-Estados
Unidos y, principalmente, porque la amenaza de represalias de EU en
cualquier organización que participa en actividades terroristas es
extremadamente alta”.
La denuncia detalla que el presunto autor intelectual del acto
terrorista, Manssor Arbabsiar, pretendió utilizar a México como punto
para organizar su atentado, lo que resulta dudoso para Stratfor, ya que
la seguridad en la frontera es de alta prioridad.
La acusación indica que Manssor, nacido en Irán pero nacionalizado
estadounidense, intentaría contactar a un individuo ligado a “grandes,
sofisticados y violentos cárteles del narcotráfico”.
Según ABC News, era
integrante de Los Zetas.
Stratfor expone que, pese a la preocupación que despierta la
violencia en México, se trata de una ruta particularmente difícil para
llegar a Estados Unidos, especialmente para grupos conflictivos.
En primer lugar, puntualiza la consultoría, Estados Unidos tiene una
gran capacidad de inteligencia que participa activamente en México,
volviéndolo un territorio altamente supervisado.
Además, la República
Mexicana es muy hostil con los enemigos de la Unión Americana.
Respecto de la sospecha de la implicación de Los Zetas, Stratfor
afirma que, si bien esta célula es famosa por ser violenta y sin
escrúpulos, todos los cárteles son organizaciones empresariales y tienen
objetivos estratégicos a largo plazo.
“Se trata de organizaciones que buscan hacer dinero fácil.
Los
cárteles mexicanos ya se enfrentan a retos, de lucha entre sí y con el
gobierno de México, por el control de las rutas de transporte.
Cualquier
incursión en el terrorismo internacional sería mala para el negocio”.
Fuente: El Economista, México