Una disputa entre un Kennedy y un obispo católico no es cualquier cosa en Estados Unidos. Los Kennedy son los católicos por excelencia en ese país, los más conocidos y los que más y mejor propaganda han hecho de la Iglesia de Roma en Norteamérica.
Por eso que un obispo niegue a un Kennedy -hijo del recientemente fallecido Ted Kennedy- la comunión es noticia en todos los medios de comunicación. Como lo fue ayer cuando se conoció que había sido así.
Ahora se ha sabido que la disputa entre ambos viene de lejos. Según ha contado el obispo de Providence, Thomas Tobin, esta historia comenzó en febrero del 2007 cuando él le escribió a Patrick Kennedy, congresista en el estado de Rhode Island, que debido a su historial de apoyo al derecho al aborto, debería abstenerse de comulgar. Según Kennedy, además de «sugerírselo» también dio instrucciones a los sacerdotes de la diócesis para que le negaran este sacramento. Aunque un representante del obispo Tobin ha negado que este haya dado instrucciones en ese sentido.
Parece que durante casi tres años las discrepancias entre ambos católicos se habían mantenido en privado, pero recientemente Kennedy decidió hacerlas públicas. La razón es que la Iglesia católica había amenazado con no apoyar la reforma sanitaria impulsada por Obama si no se endurecía el acceso al aborto.
Y Kennedy que, como su padre, es un firme defensor de esa reforma, criticó la postura de la Iglesia. La respuesta de Tobin llegó el domingo, cuando acusó a Kennedy de falsear la realidad al describirse a sí mismo como católico.
El obispo también se encargó de recordar que en el pasado el congresista Patrick Kennedy se ha sometido a curas de desintoxicación de alcohol y cocaína y que estas adicciones le habían llevado a comportarse imprevisiblemente.
Para finalizar, el obispo Thomas Tobin afirmó: «No tengo ningún deseo de continuar con la disputa sobre la vida espiritual del congresista Kennedy». Pero Kennedy aún no le ha respondido.