La ONG “Justicia por Colombia",asegura que los fondos enviados desde el área de Medio Ambiente de la CAM, son utilizados en Colombia para financiar una red de espías vinculada a los paramilitares
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han exigido a la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), cuya presidencia ostenta Esperanza Aguirre, menos relajación y más investigación antes de financiar proyectos, como el destinado a un programa medioambiental relacionado con guardabosques en Colombia.
Según esas organizaciones, hay evidencias de que los recursos han sido utilizados por grupos paramilitares ya que el destino final del dinero fue a parar a manos de unos supuestos guardabosques vinculados a los paramilitares (si es que no son ellos mismos), pues en el lugar donde ejercen su labor, no existe bosque alguno. ¿Ese dato no podría haberlo comprobado previamente la CAM, para evitar meterse en esa cloaca?
Al hilo de esta cuestión, la onG “Justicia por Colombia", ha asegurado que hay documentación fiable que desvela que los fondos enviados desde el área de Medio Ambiente de la CAM, son utilizados en Colombia para financiar una red de espionaje (creada por el Gobierno colombiano) que se dedica a investigar jueces, sindicalistas y periodistas, cuyos datos son enviados a los paramilitares para que éstos culminen el “trabajo”, si procede.
También denuncian la violación sistemática por parte del régimen colombiano, de los derechos humanos, con lo cual se entiende menos que una “demócrata” de toda la vida como Esperanza Aguirre (responsable última de la CAM en razón de su cargo) se muestre tan generosa enviando dinero público a un país de semejante reputación.
Esperanza Aguirre, buena amiga de Zoé Valdés y Carlos Alberto Montaner, que acusa a Cuba de violar los derechos humanos-, motivo por el que recibió cumplida respuesta del diario Granma- manifestó en su día, sentirse muy honrada porque el Gobierno cubano la colocara a la altura de los presidentes de los Estados Unidos.
Dudoso honor identificarse con unos criminales que, desde tiempo inmemorial, han financiado, formado y equipado a los paramilitares de América Latina, que ahora se llaman “guardabosques”, y que pueden haber sido financiados por la Comunidad que ella preside.