Estados Unidos lanzó en paracaídas algunos cientos de miles de raciones de comida sobre las playas de Gaza y ahora anuncia que va a construir una isla artificial para llevar ayuda a los civiles palestinos hambreados por el implacable asedio israelí.
Pero eso no permitirá a Washington disimular su responsabilidad en la matanza de palestinos. El gobierno de Estados Unidos ha suministrado, y sigue haciéndolo, las armas que el ejército de Israel está utilizando para masacrar a la población en la franja de Gaza y para destruir toda huella de la cultura palestina.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió afectuosamente a la primer ministro de Italia, Giorgia Meloni, en la Casa Blanca.
Después de agradecerle el «inquebrantable apoyo de Italia a Ucrania», Biden habló con Meloni de la situación en Gaza, donde «la pérdida de vidas humanas es desgarradora».
Biden declaró después que, para ayudar a la población de Gaza, «efectuaremos lanzamientos de comida en Ucrania y trataremos de abrir otras vías de acceso en Ucrania».
Ese lapsus freudiano del presidente Biden quedó recogido en el video oficial divulgado en el sitio web del gobierno italiano y ha sido visionado por miles de miembros del gobierno y del parlamento, funcionarios locales y periodistas de los grandes medios.
Parece que nadie puede poner en duda cualquier cosa que salga de la boca del presidente de Estados Unidos.
Lo que no puede permitir la corriente político-mediática dominante es que se publiquen los datos oficiales sobre los envíos de material militar de Estados Unidos a Israel.
Desde que Israel comenzó su arremetida contra Gaza, Estados Unidos le ha enviado –en poco más de un mes– 10 000 toneladas de armamento en 244 aviones de carga y en 20 barcos.
Entre todo ese material militar había más de 15 000 bombas, incluyendo bombas de una tonelada, y 50 000 proyectiles de artillería.
Además, la administración Biden ha asignado a Israel más de 14 000 millones de dólares para la compra de más armamento estadounidense.
Eso significa que la mayor parte de las 70 000 toneladas de bombas que han arrasado barrios enteros de viviendas y que han matado miles de civiles palestinos, ha sido suministrada a Israel por Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos también ha puesto en manos de Israel los bulldozers de la firma estadounidense Caterpillar que, equipados especialmente con cierto tipo de blindaje, avanzan junto a los tanques israelíes aplastando bajo el peso de sus 64 toneladas todo lo que encuentran a su paso.
Las cifras del genocidio que se está cometiendo en Gaza hablan por sí solas.
Hasta el día de hoy [viernes 8 de marzo de 2024] se cuentan:
• 37 534 personas asesinadas o desaparecidas;
• 13 430 niños asesinados;
• 8 900 mujeres asesinadas;
• 364 miembros del personal médico asesinados;
• 269 secuestrados;
• 132 periodistas asesinados;
• 71 920 personas heridas;
• 17 000 niños han perdido a sus padres;
• 32 hospitales han quedado fuera de servicio;
• 53 centros sanitarios han quedado fuera de servicio;
• 700 000 pacientes han contraído enfermedades infecciosas;
• 350 000 pacientes con enfermedades crónicas han quedado sin posibilidades de recibir tratamiento;
• 270 000 viviendas han sido destruidas;
• 400 escuelas y universidades han sido destruidas;
• 500 mezquitas han sido destruidas;
• 290 sitios arqueológicos han sido destruidos.
El presidente Biden anuncia ahora, en su discurso sobre el Estado de la Unión, que ha ordenado a las fuerzas armadas estadounidenses iniciar una misión urgente para construir en el Mediterráneo, en la costa de Gaza, una especie de muelle temporal que podría recibir grandes barcos cargados de comida, de agua potable, de medicinas y de refugios temporales.
Pero su administración sigue apoyando militarmente, y en el plano político, el genocidio que Israel está perpetrando en Palestina,
Y Biden nos asegura que «Estados Unidos encabeza los esfuerzos internacionales por aportar más asistencia humanitaria a Gaza».
Este texto es un breve resumen de la revista de prensa internacional Grandangolo transmitida el viernos 8 de marzo de 2024 por el canal de televisión italiano Byoblu