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María Zajárova sobre la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN


Los días 4 y 5 de abril, en Bruselas se celebraron reuniones del Consejo de la Alianza Atlántica a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores.
  El evento fue dedicado no solo a los preparativos de la próxima cumbre de la OTAN en Vilna programada para este verano, sino también al 74 aniversario de la OTAN, este vestigio de la Guerra Fría que, según sus fundadores, tuvo que garantizar la supremacía del Occidente colectivo sobre el resto del mundo

.La Alianza, de hecho, no tiene nada de que jactarse. Los aliados de la OTAN son responsables de librar guerras, dejar Estados en ruinas, cometer crímenes de guerra impunes, asesinar a civiles y destruir la infraestructura civil. Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia. ¿Qué país será el siguiente?

Al mismo tiempo, los representantes de la OTAN no se cansan de repetir que es una alianza defensiva. Sin embargo, toda la historia de la organización pone de relieve lo contrario. Y ahora vemos cómo la OTAN se expande nuevamente hacia Rusia creando amenazas a nuestra seguridad en busca de usurpar todo el sistema de seguridad europea.

Otra víctima de la Alianza Atlántica fue Finlandia, cuyas autoridades decidieron despedirse de la neutralidad que su país mantenía, durante muchos años, convirtiéndose en una zona de primera línea, un trampolín para disuadir a Rusia en el noroeste.

Como vemos, la OTAN no planea detenerse en esto. Con cada vez más frecuencia el Secretario General de la Alianza, Jens Stoltenberg, hace declaraciones sobre el papel global de la OTAN, la necesidad de ir más allá de su zona de responsabilidad tradicional: la región Euroatlántica. De hecho, se prepara el fundamento para imponer de forma general enfoques de la OTAN para desplegar sistemas de seguridad regionales. Por eso se envían armas a Ucrania y se la estimula a continuar la guerra con Rusia, se ataca a China, se coquetea con Japón y Corea del Sur, se elaboran planes para militarizar el Ártico. Todo se hace para que el mundo se vuelva aún más peligroso para evitar la existencia de centros de poder alternativos capaces de socavar la hegemonía de Occidente. En general, podemos afirmar con certeza que la seguridad y la OTAN son cosas incompatibles. En vista de eso, solo surge una conclusión: una vez cumplidos los 74 años, le llega la hora a la OTAN de retirarse.

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