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El fantasma de los ataques sónicos reaparece cuando es conveniente para Esatados Unidos.
Como ya es habitual reaparece en el escenario mediático el tema de los “ataques sónicos”. Coincide con determinadas coyunturas o momentos favorables para Cuba.
Este hecho sugiere que esas “coincidencias” están vinculadas a la intención de nuestros adversarios de entorpecer o disminuir los logros que nuestro país pudiera obtener en esas situaciones.
En esta ocasión traen a colación hechos presuntamente ocurridos en 2017 en el Hotel Nacional y Capri, reiterando la recomendación de no hospedarse en ellos. Ignoran la visita a ambos lugares de oficiales del FBI en el transcurso de las investigaciones, sin encontrar evidencia de los supuestos ataques.
¿Por qué la mención a esos hechos?
El Hotel Nacional acogerá del 5 al 10 de abril el San Remo Music Awards. Este evento tendrá lugar por primera vez en Cuba y nuestros enemigos están empeñados en llevarlo al fracaso.
Crear una imagen de inseguridad en dicha instalación hotelera es evidentemente parte de las acciones dirigidas a sabotear el importante festival, además de las presiones y amenazas a artistas que habían manifestado sus intenciones de participar. Como resultado, varios de ellos han declinado hacerlo.
A lo anterior le agregamos que en la sección de Aviso de Viajes de la página del Departamento de Estado sitúan a Cuba en un Nivel de Riesgo 4 (muy alto) y recomiendan no viajar a la Isla. Alertan, entre otras cosas, sobre una “sobredimensionada” incidencia de la Covid 19, desconociendo los avances de Cuba en su control.
En el mismo sitio, recuerdan a los posibles viajeros que “numerosos empleados de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana sufrieron lesiones demostrables y, en ocasiones, debilitantes durante su servicio”.
Queda evidenciada la intención de torpedear el San Remo en Cuba y causarnos daño económico, desestimulando las visitas a nuestro país, principalmente de turistas y otras categorías de personas vinculadas a los negocios.
Ideas contradictorias
El informe de referido por el artículo del New York Times contradice otra publicación.
En este contexto, The New York Times “filtraba” un informe de la CIA en el cual la agencia concluía que la mayoría de los casos denunciados pueden explicarse por causas ambientales, condiciones médicas no diagnosticadas o estrés, más que por una campaña mundial sostenida de una potencia extranjera.
Apenas transcurridos 14 días de haberse publicado el informe, ve la luz otro que prácticamente lo contradice. Esta vez, el equipo de expertos de agencias de inteligencia estadounidenses vuelve a las habituales especulaciones, al resaltar que algunos casos son el resultado de la utilización de algún tipo de arma.
El cambio no puede ser visto como la mera intención de calmar los ánimos de las presuntas víctimas. Es también el propósito de sustituir hipótesis por la certeza del ataque, lo cual refuerza el mensaje de la existencia de un clima de inseguridad dentro de nuestro territorio nacional.
El corto periodo de tiempo transcurrido entre informes tan contradictorios simboliza la falta de seriedad y objetividad de las investigaciones.
No es la primera vez que se manifiestan ese tipo de discordancias. Ha sucedido incluso entre expertos de una misma institución académica, como fue el caso de los científicos de la Universidad de Pensilvania, o de artículos publicados en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA por sus siglas en ingles).
La prestigiosa publicación se vio obligada a sacar un editorial de corte justificativo.
Resulta ilógico ver a académicos de renombre arribar a conclusiones fácilmente desmontadas por otros especialistas. Demuestra la falta de rigor científico y su carácter sesgado. Algunas de las publicaciones cuestionadas han llegado a reproducir versiones descabelladas, con informaciones del Departamento de Estado norteamericano. Esta práctica no resulta normal para los niveles profesionales de los involucrados.
No es la primera vez
Nunca se encontraron evidencias sobre la emisión de microondas en la URSS contra funcionarios estadounidenses. Foto: BBC.
El molesto vecino del Norte tiene antecedentes en este tipo de veleidades investigativas. Tal fue el caso de la Señal Moscú. Estuvieron 13 años investigando eventos parecidos a lo
s famosos “ataques acústicos”, presuntamente ocurridos en su embajada en la antigua URSS. En el informe de investigación, de carácter restringido, reconocían la falta de explicación para las dolencias de los funcionarios.
Sin embargo, a la prensa se le filtró otra versión, relacionada con la detección de microondas.
Según ellos, los “artefactos” podían causar daño a la salud, y estaban asociados a dispositivos de espionaje dirigidos por los soviéticos contra su sede diplomática. Cosas del Establishment.
Quizás, como ocurrió con la Señal Moscú, tengamos un final con más preguntas que respuestas para esta enrevesada trama de “ataques”, más cercana a un guion de ficción que a hechos reales. Esperemos a ver qué deciden los guionistas.
Source razonesdecuba.cu
https://telegra.ph/Ataques-s%C3%B3nicos-o-mitoman%C3%ADa-cargada-de-maldad-de-un-imperio--Razones-de-Cuba-02-16-2
