---- Como era de esperar, la iniciativa de la justicia nicaragüense contra Cristiana Chamorro ha suscitado la reacción mixta de Estados Unidos y aliados, que denuncian la investigación del Poder Judicial como un "operativo político destinado a eliminar la candidatura de la dama de las elecciones de noviembre próximo".
La tesis es extraña ya que Chamorro aún no es candidata para nada, pero que Daniel Ortega pueda temer su candidatura realmente parece una hipérbole.
Por el contrario, pensar que el poder judicial debe detenerse solo porque la señora se autoproclama candidata, significaría un uso político de la justicia y, huelga decirlo, una declaración de soberanía limitada por parte del Estado nicaragüense hacia algunos de sus ciudadanos.
El ruido de la OEA, Estados Unidos y la UE choca con el silencio vergonzoso en los casos de Rafael Correa en Ecuador o Ignacio Lula da Silva en Brasil, o Cristina Kirchner en Argentina, donde el patio del imperio aplaudió con rudeza el bombo judicial. (sí) que impidió la candidatura de la izquierda en todas partes de América Latina. Pero ya sabes, la decencia no vive en Washington y Bruselas.
Lo que entonces ahora les preocupa a EE.UU., OEA y UE por las candidaturas de sus empleados en Nicaragua, mientras guardan silencio sobre la masacre que perpetra el narcogobierno Duque en Colombia, dice bien el valor jurídico y político y la neutralidad de la que son portadores.
Si el comandante Ortega hubiera querido enterrar las esperanzas de la oligarquía y de Estados Unidos, habría actuado como parecen sugerir, es decir, yendo a la votación y arrasando con la oposición, como indican todas las encuestas.
Pero habría tenido que cerrar los dos ojos ante las evidentes violaciones de la ley y así confirmar, indirectamente, e ignorando la Constitución, las leyes y reglamentos vigentes.
Desde el punto de vista de la ventaja política Ortega habría tenido todo para ganar, en fin, evitar sacudidas y dejar a la oposición desgarrarse, donde todos se muerden, destacando cómo es un bulto de corrupción financiado desde el exterior. ciertamente no es una solución para el país.
También podría haberlo hecho concediendo elecciones anticipadas en 2018-2019, cuando el horror popular del golpe nihilista había alcanzado su punto máximo. Ganar, para Ortega, hubiera sido pan comido.
Pero hay un tema superior del respeto a la institucionalidad del país, a las reglas de su sistema democrático, que en Washington como en Bruselas insistimos en no considerar, quizás en la creencia de que la democracia nicaragüense, pagada con la sangre de los sandinistas, se puede canjear por el juego de la táctica política.
La Chamorrada Negra
La historia entrelaza temas de subversión y lavado de dinero e involucra a la Fundación Violeta Barrios Chamorro, de la cual Cristiana es presidenta y gerente legal.
El exponente de la familia oligárquica nicaragüense se encuentra bajo arresto domiciliario.
¿Razón? La negativa a responder a las preguntas de los magistrados sobre los movimientos de dinero que se registran en las cuentas corrientes de la Fundación Consultada sobre el movimiento de capitales oculto en las denuncias a las autoridades del país, la Sra. Chamorro afirmó que "dado que el Departamento de Estado de Estados Unidos no cree que los fondos de la CIA proporcionados por USAID puedan definirse como ilegales, no hay razón para responder a las preguntas de Nicaragua. investigadores ".
Es difícil encontrar una respuesta tan embarazosa en la historia de la jurisprudencia, tanto a nivel inquisitorial como judicial. No es casualidad que la aprobación de la ley de agentes extranjeros, que permite recibir dinero del exterior pero obliga a los destinatarios, particulares o empresas, a documentar el movimiento ante las autoridades, la familia Chamorro ha cerrado las actividades de la Fundación. , de Funides y Cinco, los tres recaudadores de dinero ilícito destinado a la subversión más que a la contabilidad.
Son 76 millones de dólares provenientes de USAID y pasados en los últimos años en las cuentas de la fundación de la que Chamorro es presidente.
Se trata de fondos del gobierno de Estados Unidos distribuidos en dos líneas: la formación de una oposición política subversiva y la construcción de un sistema de medios que respalde sus razones y objetivos.
Como documentó el periodista estadounidense Ben Norton, en una investigación publicada en el sitio web The Grayzone , las decenas de millones de dólares asignados por USAID y asociados tenían un objetivo claro: la caída del gobierno sandinista legítimamente electo, el fin del presidente, el comandante Daniel Ortega y su familia.
La Sra. Chamorro recibió y distribuyó fondos estatales de una potencia extranjera para desestabilizar Nicaragua.
Conducta que, en todos los países del mundo, se configura como conspiración contra el orden establecido, inteligencia con el enemigo, actividad conspirativa y asociación subversiva, así como, a nivel de delitos financieros, como falta de reporte de movimientos financieros con el en el extranjero.
Tres fueron las Fundaciones y tres fueron las direcciones del dólar, porque tres eran los Chamorro involucrados: Cristiana, su hermano Carlos Fernando y su primo Juan Sebastián.
En definitiva, todo el sistema responde a la familia oligárquica, y por tanto a la embajada de Estados Unidos que dispone del Chamorro en todos los sentidos y formas.
El sistema mediático que acompaña la construcción del frente subversivo se beneficia de periódicos y revistas, televisión, radio, sitios web y agencias de prensa, además de numerosas páginas en todas las redes sociales.
Periodistas y diarios comprados por la CIA y administrados por Chamorro, que se han especializado en los últimos años en la construcción de campañas mediáticas flagrantemente falsas, destinadas a desacreditar al gobierno y fomentar un odio antisandinista para luego ser utilizado en la aventura golpista. Son los mismos que corren a los pies del vástago oligárquico y sus tonterías.
Al servicio del Chamorro, la "prensa independiente" nicaragüense ni huele.
No está claro hasta qué punto el Poder Judicial nicaragüense debió cerrar los ojos y los oídos ante la obra de Cristiana Chamorro, a menos que quiera argumentar que el anuncio de ingreso a la política conlleva inmunidad y resuelve en sí mismo los cargos penales pasados.
Es extraño entonces que lo esté pidiendo Estados Unidos, donde varios candidatos presidenciales han sido excluidos de la competencia incluso por no haber pagado cotizaciones para las trabajadoras del hogar, sobre la base del principio de que mentir o eludir las leyes representa una incompatibilidad con el cargo público.
¿Por qué la severidad estadounidense es un signo de democracia y la severidad de la dictadura nicaragüense?
Nicaragua no es un protectorado de Estados Unidos, como sueñan los chamorros.
Como todo país del mundo, cuenta con una estructura constitucional y una jurisprudencia articulada en su propio Código Penal y Civil y, además de contar con normas que regulan la actividad privada, establece derechos, deberes y requisitos para todos aquellos que están llamados a realizar una función pública.
Para competir, la ley establece reglas y requisitos obligatorios, como en todo el mundo. Como en todas partes, incluso en Nicaragua todos los ciudadanos están llamados a comportarse de acuerdo con la ley independientemente de sus opiniones y ambiciones políticas.
La objetividad de las leyes es, además, el principal instrumento que garantiza la igualdad sustancial.
¿O prefiere el modelo somalí-libio, basado en el feudalismo?
El papel de USAID
Desde hace varios años, el gobierno de Estados Unidos ha descubierto la viabilidad de la subversión interna en países considerados hostiles. En los estados financieros de muchas instituciones públicas y asociaciones privadas estadounidenses, surgen cifras y flujos de inversiones de los Estados Unidos para la diplomacia paralela de la Casa Blanca.
Se venden a la opinión pública como ayuda humanitaria, pero son una de las armas favoritas de Estados Unidos en interferencia interna con otros países.
Usaid, Ned, Freedom House, Iri, Idi, son los organismos estadounidenses que desembolsan la mayor parte de los fondos destinados a la desestabilización de países no "obedientes".
Se asocian a ayudas de ONG europeas, especialmente españolas, pero no solo. Se generan y financian actividades subversivas para crear un clima de ingobernabilidad, basado en el odio y la violencia (disfrazados de proyectos democráticos), que reduce el consenso hacia el gobierno que se quiere derrocar.
El dinero se envía a organizaciones antigubernamentales que, precisamente al declararse como tales, reciben acciones. Y el negocio está girando: cuanto mayor sea su capacidad para demostrar su actividad, mayores serán, en términos porcentuales, las sumas que llegarán. Financiamos (y a menudo construimos) periódicos, ONG,
En una entrevista con el New York Times en 1991, Allen Weinstein, uno de los fundadores de la NED, dijo: "Lo que la NED está haciendo hoy es lo que la CIA hizo en la clandestinidad durante veinticinco años".
Y Marc Plattner, vicepresidente de la NED, explicó a su vez el papel de la organización: "Las democracias liberales favorecen claramente los acuerdos económicos que fomentan la globalización, y el orden internacional que apoya la globalización se basa en el dominio militar. Estadounidense".
Criminales disfrazados de Boy Scouts
USAID, como NED, es el brazo públicamente presentable de la CIA.
Lo que destaca la investigación de Ben Norton -como ya denunciaron otros periodistas internacionales- es el papel de la CIA en la construcción de la oposición subversiva al gobierno sandinista, que comenzó inmediatamente después de asumir el cargo en enero de 2007 y culminó con el intento de golpe de Estado de. 2018.
El uso de fondos estadounidenses para la desestabilización de Nicaragua se puede rastrear en todas y cada una de las acciones terroristas llevadas a cabo durante el intento de golpe de Estado de 2018.
Así como después de tan solo un año de revolución la CIA comenzó a formar el ejército contrasPara tratar de derrocar al gobierno sandinista, de la misma manera desde el inicio de la segunda etapa de la Revolución, inaugurada con el triunfo electoral de noviembre de 2006, la CIA ha dado vida a sus planes subversivos para revertir por la fuerza el resultado del voto popular. .
La diferencia es que entonces la izquierda europea estaba indignada con Estados Unidos, hoy en cambio, asentada en el regazo del imperio, está indignada con los sandinistas.
El trabajo de la CIA a través de USAID prevé pasos precisos: capacitación en las prácticas de desobediencia política y cívica; trabajos de "calentamiento" de las calles, o repetidos episodios de violencia contra instituciones y enemigos políticos; caos y violencia para hundir al país en el miedo y favorecer su ingobernabilidad.
Al mismo tiempo, se activan todos los órganos de información afiliados dentro y fuera y toda institución internacional que pueda pronunciarse en apoyo al golpe, obviamente transformado en una "lucha por la libertad" de "estudiantes pacíficos".
¿No es tan? Importa poco, la verdad no está en los hechos sino en la narración de los mismos que brinda la corriente principal.
Es decir, lo verdadero no está en lo real sino que reside en lo imaginario que lo representa. Contar se convierte en manipulación y, como es evidente, la libertad de prensa se convierte en la libertad de esos comunicados.
Estados Unidos entra directamente en juego para cerrar el círculo: se disparan sanciones internacionales, embargos y amenazas militares directas; se elaboran informes de cumplimiento de los estándares que exige Washington y se emite la orden de alineación a todos los países leales.
El país objetivo del ataque de Estados Unidos debe convertirse en un objetivo para todos. Entre terrorismo interno, campañas mediáticas, ofensivas diplomáticas y sanciones, el país víctima de los objetivos estadounidenses está rodeado y tiene pocas posibilidades de resistir. A menos que haya convertido la resistencia en un hábito ganador y la hostilidad del enemigo en un hábito molesto.
El algoritmo errado del golpismo
Los impulsos de la política exterior estadounidense tienen su peor límite en la aplicación mecánica de la misma receta de subversión, independientemente del contexto en el que se aplique. Pero en Nicaragua no pudo haber tenido éxito, hubiera bastado con leer la historia y la actualidad política para saberlo.
De hecho, pensar que las condiciones vividas en otros contextos podrían ser determinadas indica el absoluto desconocimiento de Nicaragua, su estructura militar, su estructura política e incluso la dimensión mística del sandinismo, la obediencia absoluta del FSLN a su líder, el Comandante Daniel Ortega.
Deberían haber entendido que no había lugar para la aventura terrorista, que ni siquiera era concebible derrotar al sandinismo por la fuerza.
Cómo 15 años de modernizar el país, ceder derechos, crecimiento económico y social, restituir la identidad nacional y el orgullo a un país que había sido vilipendiado y aniquilado por el neoliberalismo, son un cinturón de seguridad extraordinario para el sandinismo.
Atacado en las calles, el FSLN defendió la solidez del marco político con eficacia y sabiduría táctica; defendió su proyecto de Nicaragua con la fuerza necesaria, más de lo que sus enemigos imaginaban y menos de lo que podía.
Ni Cristiana Chamorro ni nadie más pueden preocuparle: después de 42 años de gobierno, oposición y un nuevo gobierno, el sandinismo se ha mostrado a la altura de cualquier desafío, maleable a cualquier clima y capaz de todo. Excepto rendirse.
Escrito por Fabrizio Casari
http://www.altrenotizie.org/primo-piano/9305-usaid-la-banca-dei-golpe.html
