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Nicaragua: Prevalecer en las redes sociales para ganar las elecciones


Es cierto que el dominio mediático casi total del golpismo- finalmente fallido- durante aproximadamente tres meses (desde el 19 de abril hasta mediados de julio) del 2018, empezó a ser revertido y prácticamente aplastado por el sandinismo on-line, que sobre la marcha y ante el peligro de vida o muerte para nuestro gobierno, partido y cada uno de los militantes rojinegros, entendió que las Redes sociales hoy en día son una poderosa y casi decisiva arma política

Es tan serio este asunto que sí el mundo no despierta y defiende sus libertades y derechos como individuos y sociedades y no lucha por preservar la Soberanía de cada uno de sus países, las empresas corporativas globales que dominan las tecnologías de la información y comunicación basadas en el desarrollo ilimitado de la digitalización e internet, serán pronto las que controlen las políticas de Estados, usufructúen los procesos productivos y Recursos Naturales e inclusive creen nuevos paradigmas en la naturaleza biológica de los seres humanos en favor de élites oscuras y la preservación del Capitalismo global. 

Nosotros, como países empobrecidos y sociedades poco desarrolladas tecnológicamente, no podemos (tal vez por ahora) crear empresas de tal dimensión y desarrollo que enfrenten a ese poder fáctico global (como lo están haciendo algunos países como Rusia y China), pero sí podemos aprovechar algunos de los resquicios que aún brindan aquellos monstruos corporativos en Internet. 

Sacando algunas conclusiones de un reciente y brillante análisis del compañero Atilio Borón (Científico social, escritor, luchador social y militante de la verdadera izquierda latinoamericana) en referencia a los resultados del proceso electoral que aún se desarrolla en Ecuador, podemos sacar algunas conclusiones útiles para nosotros los sandinistas en las elecciones presidenciales que se avecinan en nuestra patria.

En Ecuador, la “revolución educativa” impulsada durante el mandato del presidente progresista Rafael Correa, alcanzó un enorme grado de expansión y calidad, tanto que la UNESCO reconoció tales avances, en un país donde anteriormente la educación pública era un desastre. Aún tales grandes logros palidecieron ante la importancia de las políticas económicas del gobierno de Correa que modernizó y desarrolló la economía ecuatoriana, su infraestructura con lo cual se logró altos niveles de redistribución económica y se potenciaron los grandes avances en materia social y la democratización rubricada con la promulgación de una Constitución Política que entonces estaba entre las más democráticas y populares del Continente. Pero…

Bastó un traidor, una clase política ultraconservadora aliada a los intereses de la política exterior yanqui, algunos errores en cuanto a la política de alianzas (sobre todo con los movimientos indígenas), la judicialización de la política en su contra, las Redes sociales y el poder mediático óptimamente utilizado por sus enemigos, para descarrillar el progreso en flecha del Ecuador y posibilitar su retorno a los brazos del FMI y el neoliberalismo. 

Hoy las fuerzas progresistas de ese país se enfrentan a la dura y aún incierta tarea del retorno al poder, cuando muchos creían que la desastrosa gestión presidencial del traidor Lenin Moreno facilitaría la victoria de un Correismo que dejó buenos números y un mejor país cuando fue gobierno.

Una oposición amplia y dispersa, una izquierda fraccionada o mediatizada por falsos líderes ha prolongado por un par de meses más el suspenso y la agonía del sufrido pueblo ecuatoriano. Ojalá gané en segunda vuelta Andrés Arauz, vencedor de esta primera vuelta, pero de hacerlo no se garantiza mayoría en una Asamblea Nacional donde la derecha podría tener ventajas, con ayuda de los opositores “de izquierda” como el falso indígena Yaku Pérez (19.87%) y Xavier Hervas, de “Izquierda Democrática” que “…del dos saltó al 16 por ciento en menos de tres semanas…” capturando un impensable cuarto lugar en las elecciones presidenciales de su país.

Y precisamente en el impresionante salto en las preferencias políticas ecuatorianas de este Xavier Hervas, político de derecha solapado en un partido que se anuncia de izquierda, es que Otilio Borón centra su análisis político y nosotros sacamos nuestra segunda enseñanza:

Tanto Pachakutik, como Izquierda Democrática enfocaron su estrategia de consecución de votos en las Redes sociales, donde difundieron sus mensajes de “rescate de la gobernabilidad”, "preservación del Medioambiente, “empoderamiento de los sectores populares” e "inclusión de las etnias autóctonas”, “anti- morenismo y anti-correismo” por parejo, entre otras promesas de campaña.

Pero lo novedoso fue la diferenciación por edad e intereses de los cibernautas y usuarios de Redes que sus asesores y especialistas utilizaron inteligentemente con cada Red social. 

Por ejemplo, se dirigieron a los usuarios “viejos” a través de Facebook, mientras que a los más jóvenes a través de Tik Tok. Y con este criterio clasificaron a las demás Redes sociales, haciendo más efectivo y redituable su enorme inversión en la campaña electoral y paralelamente aprovechando a los mismos usuarios como multiplicadores gratuitos y directos de su mensaje, lo que según Borón “atrajo un importante caudal de votos con su estrategia” y hoy por hoy se convierten en el fiel de la balanza que pueden influir definitivamente en quien será el próximo Presidente de su país y además, tener una notable incidencia en las negociaciones sobre política doméstica e internacional a lo interno de la futura Asamblea Nacional.

Por nuestra parte, debemos aprender de estas experiencias que dejan valiosas lecciones y ajustar nuestras estrategias comunicacionales, lucha por el voto joven y de todas las edades permitidas por la ley, debiendo de superar la percepción equivocada en nuestras filas sandinistas que los obvios e inmensos avances en el desarrollo de la infraestructura económica y social (carreteras, puentes, electrificación, red hospitalaria y salubridad pública, calles y obras urbanas, ampliación y mejoramiento de redes de agua potable y alcantarillado, educación, etc. más etc.), el combate a la pobreza, estímulo y preferencia a la economía popular y PIME, el establecimiento de una superestructura jurídica orientada a la inclusión y unidad nacional (leyes, reformas constitucionales, decretos, normativas, etc.), la preservación de la seguridad ciudadana, la paz social, masificación de la vivienda social, la defensa activa en todos los campos de la Soberanía e intereses de nuestra patria y tantos otros acciones, beneficios y programas, por sí solos nos garantizarán atraer el voto indeciso y alguna porción del adverso.

Aunque todo lo anterior es importante y se constituye en la base de la que partimos para que el buen gobierno del Comandante Ortega sea preservado por un periodo más y que debería de ser suficiente para convencer a la mentalidad más cavernaria, derrotar al relato construido e inoculado profusa y mediáticamente por nuestros enemigos y en alguna medida, también originado en el odio ideológico tradicional), fría y objetivamente hablando, esto último no sucederá “automáticamente” ni que utilicemos todo el arsenal de actividades motivadoras tradicionales.

Es innegable (aunque muchos compañeros den preferencia a lo deseable que a lo fáctico) que aunque la propaganda directa (persona a persona) es la forma más importante para conquistar el voto, en este momento en las actividades de nuestras Unidades de Victoria Electoral (UVE), impera la presencia de nuestra militancia de mayor edad y se nota la ausencia de los jóvenes. Y con sólo eso no ganamos.

En el pasado 2020, la juventud en edad de votar (escojamos, por ejemplo, el rango de entre 16 y 34 años de edad) representaba un 39. 2, casi un cuarenta por ciento de la población total de Nicaragua, facultada para ejercer el derecho al voto (frente a un 32 por ciento de 35 años en adelante) y que puede decidir perfectamente una elección.

 Lo importante acá, es que este segmento poblacional es el más “adicto” al uso de las redes sociales, tanto en la ciudad como en el campo y la más propensa a ser influenciada por los contenidos y publicaciones digitales.

Según las empresas comerciales que importan equipos electrónicos de uso masivo, para finales del 2017 existían ya en el país 2.8 millones de celulares inteligentes, cifra que según cálculos hechos por especialistas internacionales, se triplica cada año. Esto sin incluir el aumento exponencial de estos aparatos portátiles, debido a las condiciones de inamovilidad ciudadana impuestas por la pandemia de covid-19 en algunos sectores de la población nacional.

Las cifras anteriores tampoco incluyen el uso de computadoras personales con cientos de miles de usuarios de la Redes sociales. 

Nuestros adversarios y enemigos internos y externos saben perfectamente de la importancia y utilidad de las Redes sociales y las utilizan de manera preferencial y perversa, por eso mismo desde hace años han intentado segregar a nuestra juventud, utilizando a organizaciones no gubernamentales antipatrióticas e instituciones conservadoras y también aprovechándose de nuestras propias omisiones en el campo de la educación política para con estos sectores que sin lugar a dudas son el hoy y el mañana de nuestro país. 

Con el manejo experto, masivo y bien enfocado de las Redes sociales hacia el sector que más beneficie a los intereses políticos e ideológicos y en este caso, electorales, se puede ganar simpatías, nuevos adeptos y revertir tendencias para ganar cualquier elección. No lo olvidemos.

Los nicaragüenses por nuestra experiencia reciente, tenemos muy en cuenta que las Redes sociales hoy en día no son “una herramienta auxiliar”, sino el método preferencial de la “nueva forma de hacer política”, impulsada por el Imperialismo yanqui y las todopoderosas corporaciones globales que por medio de la administración y manipulación de la información crean “realidades paralelas” donde (a base de fake news, narrativas construidas y revisión de la verdadera historia) convierten lo bueno en "malo" y necesario de desplazar o destruir por sobre la voluntad popular y la soberanía de las naciones.

La misión es la misma, pero nos enfrentamos a un escenario diferente, con menos aliados, más hostil y donde los novedosos medios de control social y de opinión pública del enemigo lograron que una parte de la juventud nicaragüense manifestará un infundado rechazo hacia el gobierno y el Sandinismo.

Negarnos a esta realidad es hacer la del avestruz que ante el eminente peligro, esconde la cabeza dejando su enorme cuerpo al descubierto, algo que es ajeno a nuestra moral combativa, lealtad a nuestro pueblo, a nuestros principios revolucionarios e inteligencia política y que sesenta años de historia de lucha y victorias del Sandinismo, nos obligan a encontrar y andar todas las rutas posibles hacia el triunfo electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional.


Edelberto Matus.

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