Ben Norton viajó a Ecuador para informar sobre la histórica elección del 7 de febrero, que enfrenta a un rico banquero de derecha respaldado por Estados Unidos contra un economista de izquierda que se compromete a continuar la Revolución Ciudadana socialista lanzada por el ex presidente Rafael Correa.
En este despacho, los ecuatorianos de clase trabajadora explican por qué apoyan al candidato izquierdista Andrés Arauz y se oponen al represivo gobierno aliado de Washington de Lenín Moreno.
Traducción del original publicado en The Grayzone como : “Ecuador’s historic election explained: Inside the Citizens’ Revolution”
QUITO, ECUADOR – La nación sudamericana de Ecuador atraviesa actualmente su peor crisis económica en décadas. La pobreza se dispara, la corrupción es desenfrenada y el gobierno respaldado por Estados Unidos ha demostrado ser profundamente antidemocrático.
El 7 de febrero, Ecuador llevará a cabo una elección histórica que podría cambiar fundamentalmente su dirección, alejando a la nación de sus actuales políticas neoliberales y su dependencia de Washington, y restaurando el programa de orientación socialista del ex presidente Rafael Correa, quien lanzó un movimiento progresista llamado la Revolución Ciudadana.
Hoy, el presidente en ejercicio de Ecuador, Lenín Moreno, tiene un índice de aprobación de apenas el 8 por ciento, con un asombroso 91 por ciento de desaprobación, lo que lo convierte en el líder más impopular en la historia moderna del país.
Bajo las reglas de Moreno, el gobierno encarceló y exilió a muchos líderes políticos de izquierda, prohibió a los candidatos electorales a favor de Correa, destruyó programas sociales, desestabilizó las instituciones regionales latinoamericanas y endeudó fuertemente a Ecuador con miles de millones de dólares en préstamos.
Y en un histórico acto de traición, Moreno renunció al asilo que Correa le había dado al editor de WikiLeaks Julian Assange, permitiendo a las autoridades británicas ingresar a la embajada soberana de Ecuador en Londres y arrestar al periodista australiano.
Bajo el reinado de Moreno, el desempleo, la desigualdad y las dificultades han alcanzado niveles máximos, con más del 58 por ciento de los ecuatorianos viviendo en la pobreza y casi el 39 por ciento en la pobreza extrema, según un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas.
Mientras tanto, los ecuatorianos han soportado una respuesta catastrófica a la pandemia de la Covid-19, con una de las tasas de muerte per cápita más altas del mundo entero.
En 2020, el PIB de Ecuador se redujo en aproximadamente un 11 por ciento. Dondequiera que camine en la ciudad capital, Quito, verá carteles de “se vende” y “se alquila”.
Banquero respaldado por Estados Unidos contra economista socialista de base.
Las elecciones del 7 de febrero en Ecuador se han reducido a dos opciones principales, y la diferencia no podría ser más marcada: por un lado está el candidato de derecha Guillermo Lasso, un banquero que se desempeñó como ministro de Economía cuando Ecuador sufrió un colapso financiero en 1999 que arruinó a millones de ciudadanos y destruyó los ahorros de toda su vida.
Lasso, quien ha sido acusado durante mucho tiempo de corrupción y el uso de refugios fiscales en el extranjero, cuenta con el apoyo incondicional de las élites económicas ricas de Ecuador y de Estados Unidos.
Del otro lado está el candidato de izquierda Andrés Arauz, un joven economista que sigue los pasos del expresidente Correa y su movimiento, conocido como Correísmo, y quiere recuperar sus políticas socialistas.
Arauz ha incorporado un gran seguimiento de base en una campaña presidencial basada en sus promesas de cobrar impuestos a los ricos, dar cheques de $ 1000 a un millón de familias pobres y de clase trabajadora, y abandonar los acuerdos económicos sofocantes y extremadamente impopulares que el actual gobierno de Moreno en Ecuador firmó con el Fondo Monetario Internacional o FMI.
Arauz también planea reactivar las instituciones regionales para integrar la economía de Ecuador con otros países de América Latina, y quiere volver a estrechar lazos comerciales con China, tal como lo había hecho su mentor Correa.
Prácticamente todas las encuestas muestran que Arauz lidera y es probable que gane las elecciones presidenciales, si el voto es libre y justo.
El hecho de que el principal candidato presidencial quiera rechazar al FMI y buscar relaciones económicas más profundas con Beijing ha enfurecido a Washington, que se ha entrometido en los asuntos internos de Ecuador y ha apoyado al banquero Lasso.
La guerra de Lenín Moreno contra la izquierda de Ecuador
Bajo la administración de Lenín Moreno, respaldada por Estados Unidos, Ecuador ha atacado las instituciones regionales, retirándose de la Alianza Bolivariana, o ALBA, un bloque comercial de países latinoamericanos de izquierda, y sacando a Ecuador de la Unión de Naciones Suramericanas, o UNASUR, expulsando la sede del organismo internacional de Quito.
Mientras supervisaba la corrupción generalizada y el saqueo del dinero público, el gobierno de Moreno también atrapó a Ecuador con miles de millones de dólares en préstamos del FMI.
Como parte de un paquete de austeridad exigido por el FMI, Moreno anunció en 2019 una serie de agresivas reformas neoliberales, que incluyeron recortar 23,000 empleos en el sector estatal y terminar con los subsidios a los combustibles, que casi duplicaron el precio de la gasolina.
El paquete de austeridad propuesto inició un levantamiento masivo en octubre de 2019. Los sindicatos organizaron huelgas, mientras que los grupos indígenas y los estudiantes realizaron protestas masivas que paralizaron el país.
El gobierno de Moreno respondió con violencia brutal. La policía disparó contra los manifestantes, matando a varios, hiriendo a más de mil y deteniendo a otros miles.
El movimiento Correista decidió cerrar su campaña electoral este 4 de febrero en un parque en el corazón de la capital Quito, conocido como el Parque del Arbolito. Este lugar fue profundamente simbólico, porque fue aquí donde comenzó el levantamiento contra las reformas neoliberales de Moreno en octubre de 2019
El correísmo y la revolución ciudadana
Rafael Correa sigue siendo el político más popular de Ecuador. En sus 10 años como presidente, de 2007 a 2017, la tasa de pobreza de Ecuador se desplomó, el salario mínimo aumentó rápidamente y el gobierno invirtió miles de millones de dólares en atención médica universal, educación e infraestructura avanzada.
Si bien Ecuador todavía es una nación en desarrollo, anteriormente colonizada, tiene importantes recursos naturales que podrían enriquecer al país. Estos incluyen importantes reservas de petróleo y minerales, como oro, plata y cobre.
Durante décadas, estos recursos fueron monopolizados por un pequeño puñado de oligarcas ecuatorianos. Correa fue el primer líder en utilizar los abundantes recursos naturales del país para financiar programas sociales populares.
Correa también siguió una política exterior independiente, fortaleciendo las relaciones con China y Rusia, colaborando estrechamente con otros gobiernos socialistas en América Latina y comprometiendo al Ecuador con la integración política y económica con sus vecinos.
Correa habló con el editor en jefe de The Grayzone, Max Blumenthal, en diciembre sobre lo que está en juego en las elecciones:
En Ecuador, el estado de derecho se ha roto de forma permanente. Se apoderaron del estado con una consulta completamente fraudulenta y manipulada en ausencia de control constitucional. Utilizando los mismos métodos, tomaron el control del consejo que designa a todas las autoridades supervisoras …
El gobierno de Ecuador está totalmente sometido a los intereses del gobierno de Estados Unidos, sobre todo para intentar perseguir a los líderes progresistas y tratar de amenazar la estabilidad de Venezuela. Eso es evidente …
Entonces están realmente desesperados. Son capaces de todo, porque para ellos lo peor que puede pasar es que ganemos. Porque saben que tendrán que hacer frente a la justicia. No somos gente vengativa, pero hay que hacer justicia. Sin odio, pero con memoria …
Le pido al mundo que esté muy atento a lo que está pasando en Ecuador en estas elecciones.
Bajo el liderazgo de Correa, Ecuador lanzó la progresista Revolución Ciudadana, que transformó fundamentalmente al país y sigue siendo una fuerza poderosa hoy. En los mítines en las dos ciudades más grandes del país, Quito y Guayaquil, los ecuatorianos de clase trabajadora mostraron su apoyo inquebrantable a esta revolución.
De vicepresidente de Correa a su perseguidor antidemocrático
Lenín Moreno se desempeñó antes como vicepresidente de Rafael Correa. Ganó las elecciones presidenciales de 2017 precisamente pretendiendo seguir los pasos de Correa y fingiendo fidelidad a la Revolución Ciudadana, pero rápidamente hizo un 180 político, traicionando al correísmo y girando con fuerza hacia la derecha.
Con el respaldo de Estados Unidos, Moreno formó alianzas con oligarcas y banqueros corruptos en Ecuador, implementando políticas económicas neoliberales agresivas, privatizando gran parte de la economía y destruyendo programas sociales.
La publicación de documentos filtrados conocidos como los documentos del INA ofreció una idea de la extrema corrupción del gobierno de Moreno, mostrando cómo el líder ha utilizado cuentas bancarias extraterritoriales en Panamá para desviar millones de dólares de las arcas públicas.
Mientras supervisaba este saqueo del estado, el gobierno de Moreno acusó irónicamente a Correa de corrupción, abofeteando al líder izquierdista con decenas de acusaciones infundadas y motivadas políticamente.
Moreno incluso encarceló al otro ex vicepresidente de Correa, Jorge Glas, por acusaciones falsas.
Glas ha permanecido encarcelado en la famosa prisión de Latacunga en Ecuador, incluso después de una huelga de hambre de 52 días que lo llevó al hospital y casi lo mata.
A lo largo del proceso electoral de 2021, el gobierno de Moreno ha colocado obstáculo tras obstáculo para tratar de evitar que los correístas de izquierda regresen al poder.
El gobierno de Moreno impidió que Correa se presentara como candidato a vicepresidente.
También prohibió la participación del partido político de Andrés Arauz, lo que obligó al movimiento Correista a registrarse en un partido poco conocido.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), que fue politizado por el gobierno de Moreno y está controlado por la derecha del país, incluso declaró que los candidatos de izquierda no podían usar imágenes de Correa en sus anuncios y materiales de campaña política.
Al mismo tiempo, los ecuatorianos que viven en el exterior, que son abrumadoramente partidarios del correísmo, también han enfrentado obstáculos en las elecciones. El CNE ha dificultado el voto de los expatriados.
Pocos días antes de la votación, el CNE también buscó revocar las credenciales de observador electoral de un miembro español del Parlamento Europeo y un politólogo español, debido a sus vínculos políticos de izquierda.
Los medios de comunicación de derecha en América Latina también han jugado un papel clave en la represión antidemocrática.
Los periódicos colombianos y argentinos propiedad de ricos oligarcas conservadores lanzaron una campaña de desinformación, difundiendo noticias falsas acusando a Arauz de tomar dinero del grupo guerrillero socialista colombiano ELN.
Estas historias sin fundamento eran casi copias al carbón de una campaña de propaganda de varios años antes que fue armada contra Correa, acusándolo falsamente de tomar dinero del grupo guerrillero socialista colombiano FARC.
Mientras su gobierno estaba ocupado reprimiendo a la izquierda en Ecuador, el propio Lenín Moreno estaba en los Estados Unidos. Solo dos semanas antes de las elecciones, visitó DC durante varios días.
Moreno tuvo una serie de reuniones con figuras poderosas, entre las que se encuentran las siguientes:
-El director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Juan Sebastián González, asistente especial del presidente Joe Biden;
-El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien ayudó a supervisar un golpe de estado contra el gobierno socialista democráticamente elegido de Bolivia en 2019;
-La directora del FMI, Kristalina Georgieva;
-Los agresivos senadores estadounidenses Bob Menéndez y Ben Cardin;
-El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone.
Durante su viaje, la oficina presidencial ecuatoriana produjo varios videos que elogiaban a Estados Unidos y mostraban a Moreno sonriendo con sus patrocinadores políticos y económicos en Washington.
Casi todas las encuestas muestran que el candidato izquierdista Andrés Arauz gana fácilmente las elecciones del 7 de febrero en Ecuador.
Sin embargo, la dependencia de los medios de comunicación ecuatorianos de una empresa corrupta financiada por el candidato de derecha Guillermo Lasso para producir encuestas a boca de urna después de la votación es una de las muchas señales de posibles irregularidades.
Sin embargo, el pueblo ecuatoriano parece dispuesto a luchar.
La asistencia masiva a las manifestaciones del movimiento Correista en las principales ciudades, con decenas de miles de obreros inundando las calles y parques, refleja una indignación popular en el país y un anhelo generalizado de volver a la Revolución Ciudadana.
https://zonafrank.wordpress.com/2021/02/07/explicacion-de-la-historica-eleccion-de-ecuador-el-interior-de-la-revolucion-ciudadana-video/#more-10279
