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Nicaragua: La Chamorrada

La familia Chamorro indiscutiblemente es dueña de un abultado historial en la vida política de Nicaragua. 
Desde la pretendida instalación republicana del país este apellido de cuna granadina, de rancio y adinerado abolengo, siempre tuvo un apetito insaciable por el poder, pero no por ideales democráticos y nobles, sino por el poder mismo, por el mando, por la supremacía arrogante de decir, como Luis XIV, el llamado Rey Sol, “el estado soy yo”

Si uno hace una revisión histórica es fácil concluir que hablamos de un clan político moralmente no tan reputado porque en el andar del tiempo se diluyó y ahora no es tan difícil encontrar a Chamorros que también son palmados, que son parte del pueblo en la llanura, pero que tienen orígenes en los Chamorros ricos que preñaban al por mayor y luego no reconocían a sus hijos que dejaban regados por todos lados dejando a un lado sus pruritos conservadores. 

Hoy sin embargo quiero ocuparme de la Chamorrada como clan político, de los que creen ser predestinados a ser presidentes, de los que creen que con solo mostrar el apellido pueden ser candidatos a cualquier cosa, de los que contemporáneamente hablan de devolver Nicaragua a los nicaragüenses cuando fueron ellos los que en muchos tramos de nuestra historia la regalaron al imperio que terminó creyéndose dueño del país y lo expreso porque otra vez los Chamorro nos amenazan con ser candidatos.

Los Chamorro se convirtieron en un clan político porque adinerados y pudientes, viniendo de un patrón feudal de cuando éramos parte de la capitanía centroamericana, antes de la misma independencia, tuvieron acceso a la educación y los orígenes del clan eran los eruditos de aquellos tiempos donde los carruajes halados por equinos eran el sello de distinción de las clases pudientes que aun gobernaban bajo la figura de la esclavitud.

La historia política de los Chamorro refleja que siempre hablaron de un alto interés por el país, pero lo que hicieron fue muy poco y lo que más sobre sale en esa historia es el concepto dinástico de la sucesión del poder que alcanzaron por elecciones fraudulentas, por designación dedocrática, interinamente y hasta por días y por supuesto a través de golpes de estado repugnantes que hasta el mismo imperio que siempre les patrocinó terminó desconociendo.

La historia está escrita en lo esencial y no la puedes cambiar. A lo mejor es sujeta como siempre pasa a las interpretaciones que los signos ideológicos le puedan dar, pero siempre lo esencial es lo esencial y en este caso la ansiedad por el poder, la figuración y la arrogancia, no cambian. Por eso mismo quiero compartir un poco del figureo de la Chamorrada desde el ejercicio del poder del que muy poco resultados hay porque al final gobernaron para ellos y jamás para los demás. 

JOSÉ FRUTO CHAMORRO PÉREZ es considerado como el patriarca de la Chamorrada y fue un militar y político que fue nicaragüense solo porque sus padres lo eran, pero en realidad natal de Guatemala.

 Del primero de abril de 1853 al 30 de abril de 1854, por un año, Ejerció como Supremo Director del Estado de Nicaragua y después de ese año fue designado, no electo, como el primer Presidente de La República de Nicaragua. 

Lo relevante durante su cargo que solo ocupó nominalmente, porque otro tenía el mando, fue la elaboración de una constitución que puso fin al llamado periodo del directorio, pero que jamás entró en vigencia porque estalló una nueva guerra civil entre legitimistas, los conservadores, y el partido democrático, los liberales.

Después llegó en relevo en ese esquema dinástico de la chamorrada,

 PEDRO JOAQUÍN CHAMORRO Y ALFARO (También conocido como Pedro Joaquín Chamorro Bolaño) medio hermano por parte de padre de Fruto Chamorro que ejerció como Presidente Constitucional de la República de Nicaragua entre 1875 y 1879, durante el llamado período de los Treinta años de gobiernos conservadores.

En el orden accedió al poder 

EMILIANO CHAMORRO VARGAS quien fue presidente de Nicaragua entre 1917-1921. Fue ministro plenipotenciario en Estados Unidos y en 1914 firmó el tristemente célebre tratado Chamorro-Bryan que concedía al imperio el derecho a perpetuidad para la construcción de un canal interoceánico a través de Nicaragua. 

El primero de enero de 1921 tras denuncias de un fraude electoral con motivo de su elección, asume la presidencia de Nicaragua DIEGO MANUEL CHAMORRO BOLAÑOS, del que sus adversarios políticos critican como una imposición del depuesto caudillo conservador Emiliano Chamorro y se distinguió por gobernar tanto para el imperio que se le considera uno de los principales promotores y artífices de la intervención e invasión imperial junto al tristemente célebre Adolfo Díaz del que fue en su momento Ministro de Relaciones exteriores.

Muerto Diego Manuel Chamorro en el ejercicio de su cargo asume interinamente y en nombre de Bartolomé Martínez, que estaba fuera, ROSENDO CHAMORRO OREAMUNO, brevemente Presidente de Nicaragua en 1923 por solo 15 días.

El 17 de enero de 1926, el caudillo conservador EMILIANO CHAMORRO, vuelve al poder a través de un golpe de estado conocido como “El Lomazo” contra el gobierno de Carlos José Solórzano Gutiérrez contra el que impulsó acciones desestabilizadoras. 

El imperio sin embargo no lo reconoció y lo obligaron a renunciar.

A la vuelta del tiempo por razones políticas y pienso yo que como un gesto de reconocimiento por lo que representó el magnicidio contra Pedro Joaquín Chamorro Cardenal que desencadenó la ira nacional contra la dictadura somocista los chamorros regresan al poder siendo representados por la viuda, de quien en vida era el director de la prensa, el partido de papel de la chamorrada, VIOLETA BARRIOS, quien ocupa un lugar en la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional en 1979 con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista y la presidencia de la república en 1990.

Violeta Barrios es la última referencia de los Chamorro en el poder propiamente dicho aunque su hijo Carlos Fernando Chamorro bajo el primer gobierno sandinista fue el Director del Diario Barricada desde donde era un conspicuo defensor de la revolución y posteriormente en 1990 Cristiana Chamorro como esposa del hombre fuerte de la época, Antonio Lacayo, fue la putativa primera Dama de Nicaragua y más tarde Pedro Joaquín Chamorro Barrios, “Pedrín” con el gobierno de Arnoldo Alemán fue Ministro de Defensa, Ministro de Turismo, Diputado ante la Asamblea Nacional y cuando perdió como candidato a Alcalde de Managua por el partido del mismo Arnoldo Alemán, entonces se fue a la acera contraria de la misma acera de los liberales para seguir siendo diputado.

Si uno revisa la historia antigua uno se da cuanta que los Chamorro ejercieron el poder pero nunca hicieron nada y si uno hojea la historia contemporánea o reciente uno se da cuenta que no solo no hicieron nada en beneficio del pueblo sino que, como sucedió en tiempos de Violeta Barrios hasta los rieles del ferrocarril vendieron y lo peor es que no se sabe a donde fue a parar la plata.

Dicho lo anterior viene perfilándose desde hace unos dos años, desde que se presentó como terrorista tras los eventos desencadenados de abril de 2018, Juan Sebastián Chamorro (Juancho), el energúmeno vulgar y valientito que terminó siendo puesto en su lugar por un vendedor de helados al que quiso humillar y el mismo vivián que llama represión a la legítima acción de la Alcaldía de Managua que ha requerido a su esposa para que pague 9 millones de córdobas evadidos de impuestos no enterados por la venta que hizo de unos millonarios terrenos en el Intermezo del Bosque en las alturas de Villa Fontana.

Este Juancho Chamorro es quien fue flamante vice ministro de Hacienda y Crédito Público y quitó de la boca la merienda escolar de cienes de miles de niños; fue director de la Cuenta Reto del Milenio que recibió 175 millones de dólares de los cuales un tercio nunca se supo donde fueron a parar; fue director del FUNIDES que recibió millonadas de dólares que financiaron el fallido golpe de estado que ensangrentó Nicaragua y aun con todo es de los que se sueña en la presidencia y quiere llegar a ella sin partido, sin programa, sin seguidores y muy pronto se verá como de los Chamorro palmados porque no trabaja y los riales que recibe de la embajada americana por destruir al país se van agotando. 

Pero como albarda sobre aparejo ahora aparece Cristiana Chamorro, la ex Primera Dama, la viuda del ex hombre fuerte del gobierno de Violeta Barrios, Antonio Lacayo renunciando a la fundación que lleva el nombre de su madre porque dice que quiere “democratizar” el negocio que hasta el momento de la supuesta salida ha sido familiar, como igual fue el Nuevo Diario, como igual es La Prensa, el partido de papel de la carretera norte, pero escondiendo por finalidad que el mensaje es “aquí estoy, véanme, puedo ser candidata, soy Chamorro” y con ese criterio piensa que por ser hija de mami, mami puede decir vos serás, la misma mami que vendió la empresa de energía a Unión Fenosa; la que vendió TELCOR a Claro y PCS Digital; la que ven dio la CORNAP a precio de te la regalo; la que cerró el Banco Nacional de Desarrollo con el cuento de su quiebra, pero después de haberle inyectado una gran millonada que se evaporó de mano en mano; La que vendió a precio de guate mojado el Banco Nicaragüense, BANIC; la que privatizó la educación, porque gratuita no era rentable; La que privatizó la salud porque de ella se podía hacer negocios; La que acabó con AeroNica al entregarla a TACA; La que le regaló a Perú 7 helicópteros MI-25 y 14 helicópteros MI-17; La que vendió nuestros sistemas de radares a Ecuador y la que se llevó en el alma 500 kilómetros de rieles que vendió como chatarra acabando así con nuestro ferrocarril y como postre de tanta barbaridad le condonó, le perdonó, sin consultar absolutamente a nadie, que fuera víctima, los 17 mil millones de dólares que por indemnización debió pagarnos el imperio y que todavía nos está en deber por la guerra de agresión a la que nos empujó en la década de los ochenta.

Todo lo anterior nada que ver con lucha de clases, con asuntos personales porque nunca he tenido un sí o un no con ninguno de ellos, pero sí con lo que la historia nos muestra y nos enseña del cómo la Chamorrada es una familia depredadora. 

Causante de los muchos conflictos que empobrecieron a nuestro país y aun así, en plena era moderna, siguen suspirando por el poder, pero menos mal que es solo una amenaza que no pasará de ahí porque el pueblo los conoce, el pueblo sabe que hicieron y qué hacen y también el pueblo sabe hacia dónde quiere ir, dónde quiere estar y con quien quiere estar.

Por: Moisés Absalón Pastora.

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