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“PAIS DE MIERDA”


Sería injusto y faltar a la memoria histórica, decir que Trump ha sido el más nefasto de todos los Presidentes que han gobernado el país de los gringos.
 
Lo retan en ese podio muchos de sus antecesores, verdaderos carniceros, esclavistas, genocidas, destructores e invasores de países y pueblos como Andrew Johnson, Teodoro Roosevelt, Truman, Nixon, Reagan o los Bush, Obama entre muchos.

En verdad, no son los individuos envestidos como Presidentes (aunque definitivamente se esfuerzan por dejar su “legado”), si no el Sistema, la propia esencia imperialista del Estado gringo, los intereses económicos, clasistas, de las élites del poder blanco, los jerarcas del complejo industrial-militar, su “Estado Profundo”

“Está en su naturaleza” como diría Esopo en su famosa fábula del escorpión y la rana. 

Lo comprobaremos –una vez más- con este anciano decrepito que ahora entre “dudas razonables” ahora arriba al timón de la política oficial de un Imperio desgastado, pero por eso doblemente peligroso.

Pero Trump ha tenido lo suyo. 

 Este desmemoriado hijo y nieto de inmigrantes, aporta lo propio a la larga lista de humillaciones que el “ “hermano mayor” ha tratado de causar a los países centroamericanos, a sus gobiernos y a sus pueblos: 

Ha dicho que estos vecinos (junto a otros países beneficiarios de la dispensa o estado de protección temporal, TPS) son “países de mierda”, superando con creses al también peyorativo “repúblicas bananeras”, acuñado a principios del pasado siglo o aquella “amable” definición dada por el Secretario de Estado de F.D. Roosevelt, en referencia al fundador de la dinastía militar somocista, de que “Somoza es un hp, pero es NUESTRO hp”, llevándonos “en el saco”- por extensión- a todos los nicaragüenses. 

Los pequeños países del Istmo, como toda la región latinoamericana y caribeña, sólo han sido importantes para los gringos, como escudo a su “seguridad nacional”, como alacena de productos agrícolas o recursos naturales, mano de obra barata o reclutas para sus guerras imperialistas. 

Las ocasiones en que los gringos han incluido en programas “de ayuda” no militares a nuestras naciones (Alianza para el Progreso, USAID, Mercado Común Centroamericano o últimamente, los acuerdos de Libre Comercio), han sido para atornillarlos aún más a la dependencia y el consumismo yanqui y al mismo tiempo, alejar la posibilidad de “disidencias” o colaboración soberana con países o Potencias extra-regionales, en el mejor escenario de la Guerra Fría, supuestamente ya fenecida. 

¿En realidad somos estos diez países pobres de Asia, África, Latinoamérica (especialmente, Centroamérica y en ella, Nicaragua y los nicaragüenses), “países de mierda”?

La Historia muestra que en realidad el “país de mierda” son los EE UU. 

Fueron ellos los que aplicaron un inicuo genocidio a las grandes naciones y tribus nativas de Norteamérica, destruyendo sus Culturas, robándoles sus tierras y a los pocos que sobrevivieron, segregándolos en reservas como animales salvajes.

 Fueron los gringos los grandes animadores y receptores de la trata de esclavos, instaurando el sistema esclavista en una sociedad pre-industrial, fueron ellos mismos los que se robaron gran parte del suelo mexicano, iniciaron guerras para arrebatar territorios y riqueza a otros Estados, fueron ellos los que incitaron conflagraciones de alcance mundial que al disiparse el humo de los cañones, los dejaría a ellos como jefes del mundo, fueron ellos los que inauguraron la era atómica matando cientos de miles de inocentes para probar sus artilugios genocidas y chantajear al mundo, fueron ellos los que aherrojaron al mundo con cientos de bases militares y agresivas flotas navales, fueron ellos los que apadrinaron feroces dictaduras militares, crueles y extemporáneas monarquías cuasi feudales, proscribieron a hombres por sus convicciones políticas, religiosas, sexo o el color de su piel antes y aún hoy en día.

Son los gringos, los que apoyan al Israel sionista que practica -como ellos mismos- el terrorismo como política de Estad; a las más despiadadas organizaciones terroristas de la historia contemporánea tales como Al Qaeda y el ISIS. 

 Ellos, que en el pasado fueron sostén del apartheid, de dictaduras militares y hoy del fundamentalismo islámico y destruyen países por medio de guerras abiertas o encubiertas, “golpes suaves” y sus “revoluciones de colores”, utilizando a la religión, el racismo y el fascismo y el chantaje financiero y disque jurídico como armas “novedosas”. 

Son ellos los que desestabilizan gobiernos, asesinan de manera programada a personas alrededor del mundo con su programa criminal de drones artillados, espían al mundo y pervierten a la juventud, a través de las Redes Sociales usadas como plataformas de seguimiento y control y programas diseñados en sus laboratorios ideológicos ultraderechistas; que han creado y financian a las ONG como su quinta columna dentro de sociedades desprevenidas o frágiles pero que se resisten a la imposición.

Son los Estados Unidos y sus élites de poder los “mierdas” que desprecian el Derecho Internacional y la soberanía de los pueblos queriendo imponer su voluntad a través de la fuerza o el chantaje, pervirtiendo y manipulando a los Organismos Internacionales (creados, supuestamente, para animar la convivencia y preservar la Paz y la colaboración entre las naciones del mundo), tratando de avasallar a los “desobedientes” e imponerles sus propios estándares de democracia, valores, cultura y forma de vida.

Un país sin respeto, sin amigos (“solo intereses”, se ufanan), que compra voluntades y fabrica traidores.

Pero también son “ciudadanos de mierda” aquellos nacionales que se venden al Imperio, que sucumben al malinchismo atávico, que clavan el puñal a su patria, que se prestan a encebar la soga del verdugo de su propio pueblo, que disfrazan con ropaje de falsos patriotas, su calaña de abyectos traidores, como ahora mismo sucede en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y otros países latinoamericanos y del Sur pobre del mundo.

¡IMPERIALISMO DE MIERDA CON SUS VENDE PATRIAS DE MIERDA!

Edelberto Matus

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