Pero a diferencia de lo que sucedió con la presunta ayuda de Rusia, el Partido Demócrata guarda silencio.
Una noticia que a pesar de ser versosímil hay que tomar con pinzas no sólo porque Hillary Clinton tenía muy buenas relaciones con el establishment israelí –que en gran parte se solapa, es el mismo que el de los Estados Unidos– sino porque parece indicar que servicios de inteligencia de Israel estaban al tanto de que Wikeleaks iba a publicar informaciones que dañarían las chances electorales de Clinton.
¿Las habrán filtrado ellos?
En cualquier caso, se trató de información veraz, jamás desmentida. Todos los periodistas hemos publicado alguna vez informaciones veraces luego de corroborar su veracidad… provenientes de fuentes non sanctas o directamente desconocidas.
Pero en este caso el publicador, Julián Assange. absolutamente inocente, está sometido a una sempiterna, vengativa ordalía que persigue el claro objetivo de que muera en reclusión (a causa del Coronavirus o de otras enfermedades -por ejemplo bucales- de la que no es atendido) para escarmiento de todos los periodistas del mundo, que sepan que si lo que publican hiere al Tío Sam, puede correr su misma suerte.
Un documento del FBI revela que Israel conspiró con Trump en las elecciones de 2016
Detrás de la interesada amistad que fraguó con Donald Trump, y a la que desde entonces éste ha respondido con innumerables favores, Benjamín Netanyahu apoyó en secreto su campaña presidencial en 2016.
Documentos del FBI muestran hasta qué punto el primer ministro israelí conspiró contra la demócrata Hillary Clinton para beneficiar a su amigo.EUGENIO GARCÍA GARZÓN / PÚBLICO (desde Jeriusalén)
El gobierno de Benjamín Netanyahu conspiró junto al candidato republicano Donald Trump para ganar la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2016 en detrimento de la demócrata Hillary Clinton, según se desprende de documentos redactados por el FBI que esta semana han divulgado varios medios americanos y hebreos.
A pesar de su gravedad, la información no ha tenido hasta ahora la menor trascendencia política, una circunstancia bastante extraña si se tiene en cuenta que una investigación similar relativa a una presunta injerencia de Rusia tuvo una gran incidencia durante años y dio origen a una intervención del Congreso y el Senado que terminó en un impeachment.
Sin embargo, en el caso que nos ocupa, da la impresión de que a los demócratas, tan bulliciosos contra Vladimir Putin, se los ha tragado la tierra cuando le ha llegado el turno a Netanyahu.
El personaje clave en la historia es Roger Stone, un confidente de Trump que fue condenado en 2019 a raíz de la investigación del FBI sobre las presuntas intromisiones de Rusia en la campaña de Trump. Stone estuvo en contacto con uno o varios israelíes de mucha altura en los momentos más álgidos de la campaña presidencial de 2016.
Los contactos fueron «clandestinos, numerosos y rutinarios», dice el diario Haaretz.
Convicto Roger Stone. Otra vez en la picota.
Oficialmente Stone formó parte del círculo íntimo de Trump hasta agosto de 2015. Trump ha dicho que entonces lo despidió, pero el material del FBI muestra sin ningún género de dudas que Stone siguió trabajando en la sombra para el futuro presidente.
Los documentos hacen referencia a Israel y a Jerusalén, así como a «un ministro (israelí) sin cartera que abordaba asuntos relacionados con la defensa y los asuntos exteriores».
Tampoco faltan referencias al primer ministro, es decir a Netanyahu, aunque los documentos revisados por el FBI que ahora se han hecho públicos borran deliberadamente los nombres de los países, del ministro sin cartera israelí y del primer ministro.
En 2016 en el gobierno israelí había solo un ministro sin cartera, Tzachi Hanegbi, un antiguo y estrecho colaborador de Netanyahu que fue designado en mayo de ese año para cubrir responsabilidades de defensa y asuntos exteriores. Se da la circunstancia de que Hanegbi estuvo en Estados Unidos en las fechas indicadas en la investigación del FBI, según Haaretz.
Mano izquierda: Premier Netabyahu y Hanegbi.
Una referencia al primer ministro israelí dice: «En, o alrededor del 28 de junio de 2016, (borrado el nombre, aparentemente Hanegbi) envió un mensaje a Stone, ‘Volviendo al DC después de consultas urgentes con PM (aparentemente Netanyahu) en Roma.
Tengo que reunirme con usted el miércoles por la tarde y con DJ Trump el jueves en NYC'». Se da la circunstancia de que Netanyahu visitó Italia a fines de junio de 2016.
La referencia explícita a Israel aparece en un texto de mayo de 2018 redactado por un agente del FBI y está relacionado con una comunicación entre Stone y Jerome Corsi, un escritor estadounidense conocido por sus teorías conspirativas: «El 20 de agosto de 2016 Corsi dijo a Stone que tenían que reunirse con (nombre borrado) para determinar qué es lo que Israel planeaba hacer en octubre (es decir un mes antes de las elecciones), si es que iba a hacer algo».
En el mismo documento aparece la referencia explícita a Jerusalén, en el contexto de una comunicación entre Stone y su misterioso contacto en Jerusalén: «En, o alrededor del 12 de agosto de 2016, (nombre borrado, probablemente Hanegbi) envió un mensaje a Stone: ‘Roger, hola desde Jerusalén.
¿Algún progreso? Él (Trump) va a ser derrotado si no intervenimos. Tenemos inteligencia crítica. ¡La clave está en vuestras manos! Vuelvo a Estados Unidos la semana próxima. ¿Cómo va tu neumonía? Gracias’. Stone respondió: ‘Estoy bien. Las cosas están complicadas. Estamos evaluando. R’.
Los documentos del FBI, con numerosas referencias a Roger Stone y su contacto en Jerusalén, hablan repetidamente de la «sorpresa de octubre». Los medios que han abordado la cuestión sugieren que la «sorpresa de octubre» es una referencia a los documentos que WikiLeaks, de Julian Assange, publicó entonces con el fin de dañar la carrera presidencia de Hillary Clinton en beneficio de Trump.
Según el diario estadounidense Político, «los mensajes recién revelados a menudo suscitan más preguntas que respuestas. Muestran a un Stone en contacto con quienes parecen ser altos funcionarios israelíes que tratan de coordinar reuniones con Trump en lo más alto de la campaña de 2016».
Los documentos del FBI también muestran que los asesores de Trump tenían una gran curiosidad por la información que WikiLeaks iba a hacer pública en la víspera de las elecciones en detrimento de Hillary Clinton. A pesar de la abundancia de documentos del FBI en sentido contrario, Hanegbi niega conocer a Stone, y Netanyahu no ha hablado del tema en público.
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