José Santos Zelaya, nació en Managua el 1° de noviembre de 1853, en una etapa convulsa de la vida nacional, enfrentada a la ocupación del Filibustero William Walker y la disputa por Nicaragua de liberales y conservadores.
Creció en el seno de una familia liberal poseedora de fincas de café en Las Sierritas de Managua. Fue hijo del coronel José María Zelaya y doña Juana López,
Su Padres lo enviaron con su hermano Francisco a Francia, a estudiar en el Instituto Hoche de Versalles, que incluía instrucción militar.
En el viejo continente José Santos lee con entusiasmo a los enciclopedistas y asimila los principios de la Revolución Francesa, apropiándose de su ser la filosofía política de la doctrina liberal, con sus principios humanistas de libertad, igualdad y justicia, fundamentos del liberalismo.
Cuando José Santos Zelaya se reunía con sus amigos en Montmartre, en las tertulias de los cafés de los Campos Elíseos, o meditando sólo en los puentes del Sena, recordaba la triste situación de su lejana patria Nicaragua
El país estaba con gobiernos conservadores, eran reaccionarios, a como fueron los de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, ambos electos en banderas liberales
El país sumido en el más completo oscurantismo, por gobiernos oligárquicos, resabios del despotismo ilustrado de la vieja Europa.
Cuando regresa a Nicaragua trae los ideales de los libertadores Bolívar y San Martín, e inicia la divulgación de la doctrina liberal logrando que una pléyade de jóvenes, esperanza de la patria, acojan con entusiasmo sus principios ideológicos y tomen la decisión patriótica de luchar hasta hacerlos realidad.
El 11 de julio de 1893, en los cielos de León, cuna del liberalismo , encabezados por el general Zelaya, echaron al vuelo las campanas de Catedral . Después de derrotar a cuanto ejército mandaban para detenerlos, hicieron su entrada triunfal a Managua el 25 de julio de 1893,
El 10 de diciembre la Asamblea Constituyente promulgó la Constitución Política conocida como “La Libérrima”, que consagra constitucionalmente las libertades públicas, fundamento de los Derechos del Hombre en un régimen democrático, y estableciendo un verdadero gobierno republicano.
Hubo la tenaz oposición de los conservadores que al verse privados de sus privilegios hicieron conspiraciones políticas y militares.
De manera que Zelaya se vio obligado a decretar continuos estados de sitio y leyes restrictivas para mantener el orden público y poder preservar las reformas del sistema.
Fue el tirano que ellos pintan para opacar su aureola de estadista y reformador. Es verdad que ordenó prisiones y empréstitos forzosos para resarcir los gastos que ocasionaban los brotes armados,
Sus defensores dicen que nunca ordenó fusilar ni asesinar a ningún nicaragüense. Lo cual fue corroborado por Rubén Darío en su libro “El Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical”.
Recuerdan los amigos de José Santos Zelaya que los gobernantes conservadores ordenaron prisiones contra los liberales y también los apaleaban en las plazas públicas.
Como medida sistemática los conservadores tenían para deshacerse de sus adversarios políticos, el destierro mediante decretos; una víctima fue el mismo Zelaya y también Rigoberto Cabezas y múltiples prominentes liberales que comieron la amarga fruta del cruel ostracismo.
Zelaya modernizó las instituciones arcaicas del Estado, el Poder Judicial con nuevos Códigos, Civil y de Procedimiento, Registro Público de la Propiedad, derogación de la infamante ley draconiana de cárcel por deudas, y centenares de leyes que después de un siglo están vigentes.
Inmortaliza a Zelaya el que hizo conciencia creando la identidad del pueblo nicaragüense como nación,y asi Estados Unidos comenzó a quitarle respaldo, hasta que lo expulsó con la nota Nock y la reincorporación de la Mosquitía por medio de las armas delegadas en el general Rigoberto Cabezas Figueroa, provocando el disgusto de los Ingleses que co-gobernanban con el Rey Mosco,
Por decreto del 12 de febrero de 1894 al autollamado rey mosco y expulsando a los ingleses, quienes por el Tratado Altamirano-Harrison del 19 de abril de 1905, su Majestad Británica reconoce para siempre la soberanía de Nicaragua.
El general José Santos Zelaya López, por su obra de transformación de las estructuras de su patria ha sido reconocido y llamado con justicia: El reformador.
Llego a la Junta de Gobierno, del 26 de julio de 1893, al 15 de septiembre de 1893.cuando arribaba a los 40 años y fue el Presidente provisional a partir de terminada esa junta de gobierrno.
Creció en el seno de una familia liberal poseedora de fincas de café en Las Sierritas de Managua. Fue hijo del coronel José María Zelaya y doña Juana López,
Su Padres lo enviaron con su hermano Francisco a Francia, a estudiar en el Instituto Hoche de Versalles, que incluía instrucción militar.
En el viejo continente José Santos lee con entusiasmo a los enciclopedistas y asimila los principios de la Revolución Francesa, apropiándose de su ser la filosofía política de la doctrina liberal, con sus principios humanistas de libertad, igualdad y justicia, fundamentos del liberalismo.
Cuando José Santos Zelaya se reunía con sus amigos en Montmartre, en las tertulias de los cafés de los Campos Elíseos, o meditando sólo en los puentes del Sena, recordaba la triste situación de su lejana patria Nicaragua
El país estaba con gobiernos conservadores, eran reaccionarios, a como fueron los de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, ambos electos en banderas liberales
El país sumido en el más completo oscurantismo, por gobiernos oligárquicos, resabios del despotismo ilustrado de la vieja Europa.
Cuando regresa a Nicaragua trae los ideales de los libertadores Bolívar y San Martín, e inicia la divulgación de la doctrina liberal logrando que una pléyade de jóvenes, esperanza de la patria, acojan con entusiasmo sus principios ideológicos y tomen la decisión patriótica de luchar hasta hacerlos realidad.
El 11 de julio de 1893, en los cielos de León, cuna del liberalismo , encabezados por el general Zelaya, echaron al vuelo las campanas de Catedral . Después de derrotar a cuanto ejército mandaban para detenerlos, hicieron su entrada triunfal a Managua el 25 de julio de 1893,
El 10 de diciembre la Asamblea Constituyente promulgó la Constitución Política conocida como “La Libérrima”, que consagra constitucionalmente las libertades públicas, fundamento de los Derechos del Hombre en un régimen democrático, y estableciendo un verdadero gobierno republicano.
Hubo la tenaz oposición de los conservadores que al verse privados de sus privilegios hicieron conspiraciones políticas y militares.
De manera que Zelaya se vio obligado a decretar continuos estados de sitio y leyes restrictivas para mantener el orden público y poder preservar las reformas del sistema.
Fue el tirano que ellos pintan para opacar su aureola de estadista y reformador. Es verdad que ordenó prisiones y empréstitos forzosos para resarcir los gastos que ocasionaban los brotes armados,
Sus defensores dicen que nunca ordenó fusilar ni asesinar a ningún nicaragüense. Lo cual fue corroborado por Rubén Darío en su libro “El Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical”.
Recuerdan los amigos de José Santos Zelaya que los gobernantes conservadores ordenaron prisiones contra los liberales y también los apaleaban en las plazas públicas.
Como medida sistemática los conservadores tenían para deshacerse de sus adversarios políticos, el destierro mediante decretos; una víctima fue el mismo Zelaya y también Rigoberto Cabezas y múltiples prominentes liberales que comieron la amarga fruta del cruel ostracismo.
Zelaya modernizó las instituciones arcaicas del Estado, el Poder Judicial con nuevos Códigos, Civil y de Procedimiento, Registro Público de la Propiedad, derogación de la infamante ley draconiana de cárcel por deudas, y centenares de leyes que después de un siglo están vigentes.
Inmortaliza a Zelaya el que hizo conciencia creando la identidad del pueblo nicaragüense como nación,y asi Estados Unidos comenzó a quitarle respaldo, hasta que lo expulsó con la nota Nock y la reincorporación de la Mosquitía por medio de las armas delegadas en el general Rigoberto Cabezas Figueroa, provocando el disgusto de los Ingleses que co-gobernanban con el Rey Mosco,
Por decreto del 12 de febrero de 1894 al autollamado rey mosco y expulsando a los ingleses, quienes por el Tratado Altamirano-Harrison del 19 de abril de 1905, su Majestad Británica reconoce para siempre la soberanía de Nicaragua.
El general José Santos Zelaya López, por su obra de transformación de las estructuras de su patria ha sido reconocido y llamado con justicia: El reformador.
Llego a la Junta de Gobierno, del 26 de julio de 1893, al 15 de septiembre de 1893.cuando arribaba a los 40 años y fue el Presidente provisional a partir de terminada esa junta de gobierrno.
Al día siguiente 16 de septiembre de 1893, al 1° de febrero de 1894.era Presidente provisional y posterior al estilo tradicional de los que disputaban la patria como botín, ejerció el primer período de su mandatp oficial, el 1° de febrero de 1894, al 1° de febrero de 1898.
En su segundo período de el 1° de febrero, 1898, al 31 de enero, 1902 fue un periodo de transformaciones jurídicas, muchas de ellas expresadas en la libérrima de 1893, constitución liberal que dio un giro importante a la nación nicaragüense.
Un Tercer periodo fue del 1° de febrero, 1902, al 1° de febrero, 1906, ya los políticos que estaban opuesto, aumentaron en señalarlo de dictador.
Un cuarto período: 1° de febrero, al 21 de diciembre, 1909, pero ya Estados Unidos, tenían nuevamente sus intereses e ideas de negocios en Nicaragua.
El 10 de diciembre de 1893, se sancionó una nueva Constitución Política, donde se plasmó el ideario liberal.
En 1894, Zelaya ordenó al periodista y militar Rigoberto Cabezas Figueroa la toma por la fuerza de la Costa de los Mosquitos, actual Costa Caribe de Nicaragua, una disputada región bajo protectorado británico.
La lejanía del territorio permitió que el Reino Unido, no queriendo embarcarse en una aventura colonial tan lejana y de tan poco valor, reconociera la soberanía nicaragüense.
Contrato para construir el canal interoceanico
En 1901, aprovechando la crisis crediticia que tenía al presidente venezolano Cipriano Castro enfrentado a la posibilidad de ser atacado por Inglaterra y Alemania por las deudas de su país, Zelaya invitó a Estrada Cabrera, Regalado y al resto de presidentes centroamericanos al puerto de Corinto.
Los presidentes se dieron cuenta de que la crisis venezolana podía fácilmente afectar al istmo, y accedieron a cooperar con Zelaya para establecer un régimen común que pudiera disuadir un posible ataque de los europeos.
Sólo Estrada Cabrera se opuso, ya que no le gustaba que Zelaya fuera el líder de dicha iniciativa.
En enero de 1902 los gobiernos de Estados Unidos y México reconocieron la validez de los tratados de Corinto, así como la zona de libre comercio entre los países firmantes y la corte de arbitrio que allí se estableció; Guatemala quedó aislada internacionalmente y Zelaya estaba en su apogeo, habiendo establecido una tratado centroamericano de paz y comercio y listo para iniciar la construcción del canal interoceánico, que entonces era la principal prioridad de la políitica norteamericana.
Pero el canal nunca se construiría en Nicaragua: los Estados Unidos decidieron construirlo en la provincia colombiana de Panamá, a pesar de los esfuerzos diplomáticos de Zelaya.
Este, al ver que su plan de estimular la economía nicaragüense por medio del canal norteamericano se esfumó, se enemistó con los Estados Unidos y se alió con Porfirio Díaz: repelió la presencia norteamericana en Nicaragua estableciendo tratados políticos y comerciales con las potencias europeas, e incluso entró en negociaciones con compañías francesas en inglesas interesadas en construir un segundo canal.
El nuevo presidente norteamericano no puso mucha atención a esto, puesto que Colombia quiso incrementar el precio de la concesión de Panamá, y entonces el gobierno de Roosevelt tuvo que ayudar a rebeldes panameños para que se independizaran de Colombia, en un hecho conocido como la Separación de Panamá de Colombia.
Pero tuvo un rotundo éxito con esto: el nuevo gobierno panameño le otorgó a los Estados Unidos mucho mayores privilegios que los que los colombianos habían ofrecido originalmente.
Murió en Nueva York, el 17 de mayo de 1919.
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Publicado por Carlos Alberto Salgado Gomez para Carlos Alberto Salgado Gómez