Theresa May se despide con lágrimas, las que no vertió por el daño causado a los ciudadanos más vulnerables de su país
El turbulento mandato de la Primera Ministra del Reino Unido ha concluido con su dimisión. El 10 de junio se abrirá la carrera para sucederla al frenINGLAte del Partido Conservador y el Ejecutivo.
POR EVA LAGUNERO PARA CANARIAS SEMANAL
El viernes pasado, 31 de mayo, Thesesa May hizo pública su dimisión como Primera Ministra del Reino Unido y líder del Partido Conservador.
May inició su mandato con la promesa de hacer cumplir la voluntad de los británicos de abandonar la Unión Europea, expresada en elreferéndum del 23 de junio de 2016. Sin embargo, en estos casi tres años ha estado trabajando bajo cuerda para hacer fracasar el Brexit.
Su agenda del “Brexit sí/Brexit no” ha acabado irritando a todas las partes: a la mayoría de parlamentarios, incluidos los de su propio partido, a la oposición, a Bruselas y al pueblo británico.
Hace ya algunos meses que se esperaba este desenlace. Los medios venían informando que casi todos los miembros del gabinete de May la urgían a que renunciara voluntariamente. Pero persistió, a pesar de que, desde enero hasta abril de este año, su propuesta para el Brexitperdió numerosas votaciones en el Parlamento, como informamos en su día.
El anuncio de una nueva versión de la propuesta hizo perder la paciencia a sus correligionarios. La líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, renunció el miércoles, negándose a presentarla a votación, a lo que siguió la dimisión de cuatro ministros más.
El anterior líder de los conservadores, Iain Duncan Smith, dio a entender que fue el marido de May quien le aconsejó dar el paso definitivo: el anuncio público del fin de su turbulento mandato, que no se hará efectivo hasta el 7 de junio.
A partir de esa fecha, comenzará la carrera para elegir al nuevo líder del Partido Conservador y primer ministro o ministra en interinidad. Todo apunta a que Boris Johnsontiene muchas papeletas para tomar el relevo de May hasta que no se celebren nuevas elecciones.
Los medios ya han empezado a hacer valoraciones sobre el mandato de Theresa May como Primera Ministra. Sabiendo lo mucho que la desprecian tanto los conservadores como los diputados de la oposición, laBBC ha dicho que “probablemente no se unirá a Margaret Thatcher en los anales de los líderes que dejaron una huella indeleble en su país”.
Pero ha sido en una sección de otro medio corporativo, The Guardian, donde alguien ha expresado el sentimiento de muchos británicos: “No dejemos que su fracaso con el Brexit haga sombra a sus otros fracasos”.
En efecto, como ha dicho el periodista Paul Mason en el programaAny Questions de Radio 4, la hipocresía de las lágrimas que May vertió al final de su anuncio de retirada salta a la vista si tenemos en cuenta el impacto tan negativo que han tenido sus políticas -y las del anterior gobierno de David Cameron- sobre la población más vulnerable delReino Unido.
Mientras ha rescatado a bancos y grandes compañías como Carillion, ha dejado en la estacada a 20.000 trabajadores del sector del acero, siguió imponiendo sanciones a los solicitantes de ayuda por discapacidad y recortando otras prestaciones sociales, de modo que en 2018 los niños en situación de pobreza habían aumentado ya en un millón respecto a 2010.
A ello se une la embestida contra el otrora prestigioso NHS (Servicio Nacional de Salud) y el aumento exponencial de las comidas distribuidas por los bancos de alimentos, que han alcanzado la cifra de 1,6 millones, según las últimas estadísticas del Trussel Trust.
Es esto por lo que May debe ser recordada: haber servido a los intereses de las clases acaudaladas mientras hundía en la miseria a millones de ciudadanos.
En política exterior, Theresa May ha sido uña y carne con laAdministración Trump a la hora de avivar la nueva Guerra Fría 2.0contra Rusia, sobre la base de Grandes Mentiras, como sostener queRusia representa una amenaza para el Reino Unido, haciendo que se incremente así el riesgo de una confrontación entre Oriente y Occidente y la ominosa posibilidad de una guerra nuclear. Culpar a Rusia de todos los males que aquejan al Reino Unido le sirvió a May como táctica paradesviar la atención de su desastroso manejo del Brexit y su nefasta política interior. Nada nuevo bajo el sol de los Consejos de Administración del Capital que son los gobiernos de los Estados-nación.
Tras la renuncia de May, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha declarado:
“May ha aceptado por fin lo que el país sabe hace meses: que ni ella ni su dividido y desintegrado partido pueden seguir gobernando (…) El Partido Conservador ha fallado claramente al país en el tema del Brexit y es incapaz de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos o responder a sus necesidades más acuciantes”.
Corbyn ha pedido, en consecuencia, la celebración inmediata de elecciones generales.
Fuentes: