Única sobreviviente de la masacre de Veracruz y ex- Ministra de Gobernación.
Nos orientan hacer algo para poder distraer a la Guardia y quitarle la presión militar que hay sobre Estelí.
Entonces planificamos operaciones insurreccionales en León.
Esa planificación se hace con los integrantes del Estado Mayor del Frente Occidental: Róger Deshón, Coordinador del Frente Occidental Rigoberto López Perez (FORLP) Edgard Lang Sacasa, Carlos Manuel Jarquín, Idania Fernández, Araceli Pérez Darias (mexicana que era la compañera de Joaquín Cuadra) y Oscar Pérezcassar, el inolvidable “Pin”, Coordinador del Frente Interno.
Con ellos se elaboran los planes de la insurrección en León.
En esos días estábamos entonces en constante comunicación. Los compañeros que tuvieron experiencia de clandestinidad sabían que era prohibido que nos juntáramos dos o más clandestinos en una misma casa.
Pero el día 15 de abril, por la noche, por circunstancias de la vida, nos juntamos, primero Idania y yo en la casa de una colaboradora en el barrio El Laborío. Después llegaron Carlos Manuel y Edgard, y por último Leticia Herrera llego de casualidad.
Róger Deshón, que era como la gallina con sus pollitos: Llamaba todas las noches para saber dónde estábamos. Él no descansaba hasta saber dónde estaba cada uno de nosotros y si estábamos bien.
Cuando se da cuenta que estábamos juntos, se lamenta no poder ir por el toque de queda.
Recuerdo que tuvimos una noche amena y linda. Idania cantó y tocó la guitarra. Fue una noche en la que compartimos como nunca en toda mi vida.
Fue como una premonición, una despedida. Una noche bellísima. Pasamos toda la noche contándonos de nuestros hijos, de nuestros amores, de nuestras experiencias, nuestras amarguras, sinsabores, alegrías, esperanzas, compartiendo, cantando canciones revolucionarias.
Estábamos en un cuarto con aire acondicionado que tenía doble piso; era de una compañera cuyo marido era medico de la Guardia, pero trabajaba en Chinandega. Ella nos dejaba una seña en la casa, cuando estaba y no estaba el guardia. La casa era súper segura, una seguridad absoluta.
Al día siguiente, lunes 16 de abril de 1979, por la tarde, yo estaba en Sutiava, cuando me llega a decir Carlos Manuel Jarquín que “Pin” nos estaba convocando a una reunión urgente en Veracruz, a las cuatro de la tarde.
El domingo 15 de abril, sí estuvo Dora María, ella había estado en Veracruz; por eso la Guardia creyó que una de las compañeras muertas es Dora María, pero ella ya se habia regresado a Managua.
Entonces “Pin” cita a una reunión urgente y nos montamos en el carro a recoger a los compañeros. Andábamos Edgard Lang, Carlos Manuel Jarquín, Idania Fernandez y yo, dando vueltas, esperando que llegara la hora de la reunión. Idania tenía un gran dolor de cabeza; le dijimos que se quedara pero no quiso.
Llegamos los cuatro a la casa de Veracruz, ya está Róger Deshón, está “Pin” Oscar Pérezcassar. Después llega Aracelly quien vivía en esa casa que era de Francisco Quiñónez.
El chofer de Edgard Lang salió a buscar a Leticia Herrera, cuando en eso llamó Fanor Urroz, otro de los compañeros del Estado Mayor de León. “Pin” levantó el teléfono, y Fanor le dijo que estaba saliendo de su casa para ir a la reunión; pero que acababa de ver pasar un convoy de la Guardia con una tanqueta adelante.
Oscar Perezcassar “Pin” dice: "Fanor avisa que viene la Guardia". Recuerdo clarísimo. Son cosas que no se te olvidan nunca en la vida. Abrimos la cortina de la sala y vimos que, efectivamente, una tanqueta va en dirección a la casa.
Un jeep BECAT de donde ya se están bajando unos guardias, y vienen pegados a la casa de Quiñónez.
Hay que recordar, porque es importante, que después de la insurrección de 1978, nosotros los clandestinos del FSLN, nos movíamos tranquilamente en la ciudad sin armas porque te paraban a cada rato y revisaban la valijera y la guantera, sino veían armas te dejaban seguir.
La Guardia ya no tenia capacidad pues era todo un pueblo en su contra. Eran dos situaciones completamente distintas.
En el momento de esa reunión temprano por la tarde, antes de las 5 pm ya que habia Toque de Queda por la Guardia y, que no estaba planificada, y por eso no había una escuadra de apoyo, no andamos con armas.
Contiguo a la casa de Chico Quiñónez había otra casa de seguridad, la de los Castillo y ahí sí había armas del Frente. “Pin” le dice a Aracelly que salgamos para el otro extremo, y que ellos, ( Róger Deshón y él) , van a buscar las armas. Salen en dirección a la casa de al lado que era de Marcos Castillo, y Aracelly nos saca a nosotros (Edgard Lang Sacasa, Carlos Manuel Jarquin, Aracelly Pérez Darias, Idania Fernández y mi persona) hacia las otras casas.
En esa época, las casas de León se comunicaban con huecos entre cada casa para no salir por la calle. Entonces, pasamos por una piscina donde están unos niños y sus niñeras. Ya la Guardia está haciendo el cerco, y comienza a disparar al aire, una cuestión psicológica para sembrar el terror, mientras están terminando el cerco. Nosotros pasamos y detrás de nosotros van todos los niños con las empleadas.
Llegamos a la última casa del tope que era de Fabio Icaza, donde ya no habia salidas, y en lo que nosotros entramos por la parte posterior de dicha casa, la Guardia en ese momento está rompiendo el portón del frente y entra gritando: " Salgan con las manos arriba".
Una de las cosas que nos decían, cuando pasabas a la clandestinidad, era que en un momento de tensión, lo que había que hacer era confundirte con la gente, es la única alternativa de salvación. Entonces les digo a los muchachos: –"Confundámonos con las empleadas". Agarro a una niña que está gritando histérica porque ya la Guardia está con una balacera terrible.
La niña, de los nervios, obviamente me agarra y me abraza, y todos salimos fuera de la casa al patio por la puerta de servicio, menos los muchachos porque se metieron en un cuarto. Estoy hablando de Edgard, de “Chinito” Carlos Manuel Jarquín, Idania y Araceli. La Guardia se mete al cuarto y los sacan, pero los ponen como a unos quince metros de distancia más o menos de donde estábamos nosotros.
Yo estoy con los niños y las empleadas pero para ese entonces las empleadas no usaban lentes, yo atraje su atención porque usaba lentes, entonces un Guardia me saca del grupo y me pregunta quién era, y yo conteste que era empleada. Las compañeras que estaban trabajando de niñeras, todas sabían que nosotros éramos sandinistas. Ellas eran colaboradoras del Frente y una me había preguntado calladita mi seudónimo. “Julia”, le digo yo, y entonces les decía a los niños: –Es la tía Julia, la tía Julia. Entonces los niños decían: –Mi tía Julia, mi tía Julia. Como el Guardia no estaba convencida de que yo era empleada, entonces ellas decían que era familiar de los dueños de esa casa.
Todo el mundo está arrodillado, los niños también, y con las manos sobre la cabeza, mientras la Guardia disparaba sobre nuestras cabezas. El guardia duda de quien era yo.
Era una situación terrible, y en eso llega la dueña de la casa y ve su casa inundada de guardias, a sus hijos arrodillados, amenazados por la Guardia. Mira a cuatro jóvenes que en su vida ha visto, otra que dice ser su familiar, a la que un guardia la tiene agarrada del pelo.
A ella la bajan del pelo también y le preguntan que quién soy yo. La señora de ver a sus hijos de rodillas con la Guardia apuntándoles a sus cabezas y con la mirada de terror porque en su vida me había visto cuando nos encaran, ella va a hablar y decir que no me conoce. Se le desgaja la quijada.
Es horroroso ver a una persona que se le desgaja la quijada hasta el pecho, es un impacto horroroso.
El guardia y todo mundo nos quedamos impactados. Ella se estaba ahogando en su propia saliva, y le grito al guardia que se quite el casco y con el le echamos un poquito de agua para que no se ahogara, para tratar de encajarle la mandíbula, pero al final el guardia desistió.
Para entonces, todavía estoy viendo vivos a los cuatro compañeros: a Idania, Araceli, Edgard y Carlos Manuel. A ellos los regresó la Guardia por el mismo lugar por donde pasamos, y ésa es la última vez que los veo. Después sólo escucho una gran balacera. Después a esa casa entran unas camionetas de tina, y posteriormente, en las investigaciones que hacemos, se determina que allí iban los cadáveres de los muchachos. Nosotros no logramos ver a los compañeros, lo que sabemos es que los asesinaron a sangre fría.
Unos cinco minutos después que la Guardia se fue, llegó una columna del Frente Sandinista. Eso fue una cosa muy linda y da una idea del impacto que esa masacre tuvo en la gente de León, porque cuando la población se da cuenta que le están cayendo a Veracruz y que en la casa está la gente del Estado Mayor, sin ninguna orden de nadie, las columnas de León, las escuadras de combatientes, empezaron a sacar las armas, se organizaron delante de todo el mundo. Así fue en Sutiava, en las calles públicamente salieron para Veracruz; pero cuando llegaron, la Guardia ya se ha ido. También llega Doris Meza la compañera de Roger Deshon, con siete meses de embarazo.
Con Oscar Cortes, las escuadras de San Felipe, de Subtiava llega también Fanor Urroz, yo les digo lo que había visto que la Guardia se había llevado a Edgard, a Carlos Manuel, Idania y Aracelly. Que no sabia si Oscar Pérezcassar y Roger Deshon habían logrado salir vivos o heridos del cerco. Creyendo nosotros que si habían logrado salir, habrían ido hacia Poneloya y nos dirigimos hacia allá a una casa de seguridad a esperarlos. Pasamos en vela toda la noche y a las 5 am del 17 de abril, salimos de regreso a León, cuando en el camino nos para un medico colaborador nuestro y nos dice que los muchachos están muertos, que la Guardia los había llevado al Hospital San Vicente de León a los seis hermanos asesinados atrozmente.
Hacemos la primer parada donde Irma Jarquín al final de la calle real en Subtiava, allí les decimos que los muchachos esran muertos y se nos atacan en llanto y llegan los vecinos, ya que toda la cuadra era de colaboradores del FSLN, todos llorando y nosotros tragándonos el dolor los consolábamos y les dábamos ánimos para continuar luchando. Era terrible y espantoso el dolor que sentíamos y no podíamos llorar nosotros para mantener el ánimo en alto para la insurrección final.
Nos dirigimos al Hospital San Vicente y vemos tirados los seis cuerpos destrozados. A Edgard y Carlos Manuel los torturaron y acribillaron; Pin tenia un balazo de garand en el pecho enorme y otros mas. Yo no quería reconocer al Chele, Roger Deshon y le decía a Mariano (Fanor Urroz) que era una señora pues tenia un balazo que le destrozo la barbilla. Las muchachas estaban con sus ropas abiertas, desabrochadas. Idania tenia un balazo en la cabeza y Aracelly dos balazos también en la parte trasera de la cabeza. Recuerdo que me puse a abrochar sus ropas, limpiarles la sangre de sus caras y a exigirles a las enfermeras que comenzaran a limpiarles la sangre a los muchachos.
Salimos del hospital una vez que ya estaban limpiándolos.
Mariano y yo fuimos a casa de Aurorita Zamora, esposa de Oscar Pérezcassar "Pin", y le damos la triste noticia y le pedimos que avise a Managua y que además pidiera en el Hospital los cuerpos de los muchachos.
Después nos dirigimos a la casa de los padres de Lenin y William Fonseca, hermanos, quienes habían caído en la Insurrección de Septiembre de 1978, allí era una casa donde guardaba el FSLN dinero.
Recuerdo que salimos caminando de allí Mariano y yo, con cien mil pesos envueltos en papel periódico y los dos con nuestras pistolas en la cintura. Fuimos a la Funeraria en San Felipe y pedimos 6 cajas iguales, las mejores. Los trabajadores nos quedaban viendo con temor y el gerente nos dice que no habían 6 cajas iguales de lujo solo 6 cajas sencillas. Pagamos y les dijimos que fueran al hospital San Vicente a recoger los cuerpos y llevaran todo para velarlos en casa de Aurorita Zamora. Salimos caminando con deseos de encontrarnos con la Guardia y enfrentarnos a ella toda la rabia y dolor que teníamos. Fuimos a una floristería y compramos seis coronas iguales y dimos la dirección de Aurorita.
Fue un día largo pues a cada casa de seguridad que llegábamos teníamos que levantar la moral de los compañeros. La Guardia no salió del Comando en todo el día. Nosotros nos ocupamos con los compañeros de San Felipe el entierro de los muchachos allí.
El único que no esta allí fue Edgard Lang Sacasa que sus padres se lo llevaron de la casa de Aurorita para ser enterrado en Managua en la cripta familiar.
Mariano, Oscar Cortes y yo fuimos al cementerio de San Felipe y desde un costado del muro del cementerio, vimos cuando llego el pueblo a enterrar a sus Héroes y Mártires de Veracruz.
Leticia Herrera, "Miriam" se salva también porque no llega a tiempo a la reunión de Veracruz pues la andaban recogiendo a la hora del operativo de la Guardia y Fanor Urroz, "Mariano", porque va tarde a la reunión, y es el que nos avisa que va la Guardia. Fanor muere el 18 de julio de 1979 cuando recién toma la ciudad de Nagarote. Un GN rezagado le dispara y muere en el acto un día antes del 19 de julio de 1979.
Realmente fue gracias a Dios y a las oraciones que mi madre le pedía a la Santísima Virgen de Guadalupe, que los niños siempre dijeron: "Dejen a mi tia Julia" y a la señora Icaza que se le desgajó la quijada que me salvo la vida.
Por eso es que cuando se da la insurrección, el mismo plan que habían diseñado los “Héroes de Veracruz”, nosotros lo implementamos; con la única salvedad que, para abril de 1979, la Guardia no estaba en el Banco Central, pero ya para la insurrección sí. Eso lo hacen a raíz de una emboscada que hace “El Chele Marcos” Oscar Cortés, con Luis Manuel Toruño, “Charrasca” de León. La famosa emboscada Pedro Arauz Palacios.
Hay que rescatar los valores de la solidaridad, de la mística, la entrega, el servicio, el verdadero valor de la amistad, de la hermandad, el compañerismo que nosotros vivimos y que se ha perdido en los jóvenes en la actualidad.
Corregida y ampliada el 14 de abril de 2018