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Nicaragua: Araceli Pérez Darias


Araceli Pérez Darias, , mujer mexicana que se enfiló en el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

A los 31 años, Araceli Pérez Darias, mexicana hija de un español combatiente en la Guerra Civil por la causa de Franco, educada conservadoramente, psicóloga egresada de la Universidad Iberoamericana, se unió a la guerrilla sandinista.

Junto con Eugenia Monroy, fue la única mujer mexicana en el Frente Sandinista de Liberación Nacional; combatiente y activista en Nicaragua, perdió la vida tres años más tarde; en la última etapa de su vida, dio un giro de 180 grados, cuando optó por la vía armada.

Retrata rasgos generales de su vida familiar a este periodo y sus contradicciones personales a través de entrevistas con su familia y con personas que la conocieron en México y en Nicaragua, por eso no es una biografía, no abarca la vida de Araceli.

Tuvo una de sus principales rupturas cuando se relacionó con colegas argentinos, cuando empezó a considerar que no basta una terapia personal para que haya un cambio en la persona, se requería un cambio social, refirió la historiadora Emma Yanes Rizo, que a las siete de la noche presentará en la librería Profética Araceli, Nicaragua, 1976-79: la libertad de vivir.


¿Cómo es que una mexicana egresada de la Ibero fue a parar a la guerrilla?

Sí, todos preguntamos eso, cómo es que una mujer de 30 años de clase media alta, con una vida profesional resuelta y sin ningún problema, acaba incorporándose a la guerrilla sandinista.

Era psicóloga clínica de carrera, formó círculos de estudio y tomó posiciones de militancia, a lo que se sumó su inclinación por la Teología de la Liberación, de un mejor mundo para los pobres.

Como algunas de su época, rompió con la idea de que la mujer debía tener la vocación del matrimonio, decide no casarse cuando ya tenía la boda preparada, lo que la enemista con sus padres, se fue a vivir sola que en aquellos años no tan lejanos era una decisión fuerte.

Conoció a Emma Rizo en búsqueda de opciones políticas y en esa coyuntura apareció un grupo de militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional refugiados en México, los "Terceristas" que eran de clase media alta, como Joaquín Cuadra, Álvaro Baltodano, Ernesto Cardenal, que traían un discurso mucho más sólido e interesante que los partidos de izquierda en México y que pelearon contra un monstruo: Anastasio Somoza.

Sus crímenes eran indescriptibles: asesinatos masivos en aldeas, echaba a los jóvenes vivos a los cráteres de los volcanes; el grado de maldad de este dictador era inenarrable.

Ella se vinculó con los terceristas, primero como colaboradora y finalmente a través de los muchachos que se refugian en su casa, empieza a optar por la militancia en el Frente Sandinista.

Yanes Rizo explicó que la publicación forma parte la colección Memorias del Porvenir, que consta de otros tres libros: uno acerca del México de la década de los 50, otro en el que se abordan los movimientos nacionales de izquierda entre 1968 y 1987, y otro libro que relata la llegada del PAN al poder.

En una parte, hago una valoración de lo que pasó en México en la década de los 70, cuando las vías políticas estaban cerradas: por un lado estaba la guerrilla en el extremo radical y ocurrían hechos como el golpe a Excélsior en 1976 que cerró las vías democráticas en el periodismo y el negar el registro a los partidos políticos de izquierda, seguíamos bajo el mando del PRI como partido único; no hay que olvidar que después de 1968 hay una búsqueda de nuevas formas de participación que cambiaron al país.

¿Araceli Pérez era excepcional?

Lejos de ser excepcional, era muy optimista respecto a que se pueden hacer cambios sociales muy importantes en México y en América Latina.

 Participó en círculos de estudio relacionados con el espartaquismo integral, que decían que iban a conocer primero la realidad nacional para después cambiarla, en la línea de José Revueltas, y tuvo una preparación teórica muy sólida durante uno o dos años, pero no se quiso quedar sólo con Gandhi y en las pláticas de café, consideró que había que tomar acción y además la plataforma política del Frente Sandinista la convenció, porque tiene que ver con su formación política en el marxismo-leninismo y en la psiquiatría, pero además era católica; era una psicóloga brillante, pero no estaba cercana a las armas y era torpe en lo físico. 

Lo interesante de su vida fue cómo su vo-luntad pudo cambiar su vida radicalmente, cambió su físico y sus emociones. 

A todos los que entrevisté platicaban su entrega, su papel en la formación política de muchos cuadros, se dedicó a alfabetizar y llegó a ser dirigente del Frente Occidental en la ciudad de León, muy cercana a la Comandante Dos (Dora María Téllez).

¿Era natural la relación entre el sandismo y la izquierda mexicana?

Muchos mexicanos se unieron a la guerrilla en la última fase en 1979, hubo una brigada de internacionalistas.

 Buena parte de los nicaragüenses que se refugiaron en México formaban parte de la burguesía, había una identificación de sectores medios altos, lo que les facilitó esa incorporación.

Yanes recordó que muchos de los guerrilleros, con el paso del tiempo llegaron a formar parte del primero gobierno de Daniel Ortega muchos tuvieron puestos importantes, hoy son otra cosa; José Joaquín Cuadra, el novio de Araceli, llegó a ser viceministro de Defensa, Dora María Téllez también tuvo otros cargos importantes, Ana Isabel Morales llegó a ser secretaria de Gobernación.

Por último, remarcó que el objetivo del libro no es juzgar la guerrilla nicaragüense, sino poner la vida de la guerrillera mexicana en la Nicaragua de los años setenta y los motivos que la llevaron a incorporarse a unirse al sandinismo.

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