Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

Nicaragua: Carta abierta a mi amigo Arturo Cruz Sequeira. Noviembre 18, 2018.


Incompleto, impreciso, inconsistente, emoliente, falsoide, pero, sobre todo, sumiso. Con estos calificativos no pretendo describir tu personalidad, amigo Arturo, sino, estrictamente, tu ensayo. El ensayo sobre la situación de Nicaragua que te publicó El Nuevo Diario el pasado 13 de Noviembre.


Conociéndote, pienso que has descuidado tu acostumbrada rigurosidad e imparcialidad académica, no sé si al calor de los difíciles retos del momento, precisamente amigo, cuando más se necesitan. También tranquilizo a los amigos que puedan pensar que mi escrito es acrimonioso, no lo es, y como sabes, vos y yo estamos acostumbrados a las discusiones socráticas, de argumentos y contraargumentos duros.

Ensayo Incompleto: La historia de la solución de los problemas urgentes -o inmediatos- de la que llamas “clientela” por parte de la administración de Daniel hay que contarla completa, no dejarla a medias para ajustarla a tu tesis. 

Quizá la exigencia más inmediata e importante que Daniel satisfizo cuando llegó al poder en el 2007 fue“encender las luces” de un país que salió del régimen “democrático” del Ing. Bolaños, literalmente, a oscuras. 

Es cierto -como señalas- que Daniel Ortega demostró capacidad “para apaciguar las exigencias inmediatas de su clientela”, tales como “bonos salariales”, y “láminas de zinc”; pero también es cierto que hay todo un récord de satisfacción de exigencias de mediano y largo plazo que descalifican tu desproporcionado énfasis en el aspecto populista del gobierno de Daniel. Se trata de proyectos que han aumentado la base de capital del país de manera permanente (para la “clientela” presente y futura). 

Por ejemplo, y entre otras: El récord de “el régimen de Ortega” en la ampliación y diversificación de fuentes de generación en la matriz energética, pero, sobre todo, en el avance de la cobertura eléctrica de los hogares que no tiene parangón en la región, y difícilmente en el mundo. En 2007 la cobertura era del 54% y ahora ronda el 94%! 

El récord de “el régimen de Ortega” es también sólido en el ámbito de construcción de escuelas, hospitales, viviendas sociales, puentes, carreteras, y mejoras en los sistemas viales de las ciudades más importantes, sobre todo, Managua.

Al tema de la seguridad ciudadana, lo que yo siempre consideré el activo más importante del país, también un logro distintivo de carácter permanente (para “clientes y ciudadanos” del presente y futuro) con dificultad lo mencionas.

Ensayo Impreciso: Cuando hablas de la “…capacidad de repartir para lo inmediato, sin perder la estabilidad macroeconómica, desde un punto de vista estrictamente fiscal..[que] denominé populismo responsable…” -de lo que hablas mucho en tu ensayo- es demasiada fraseología para decir lo que los mismos organismos multilaterales especializados en temas fiscales siempre dijeron: que las autoridades Nicaragüenses tenían credenciales sólidas en la disciplina fiscal y la estabilidad macroeconómica (punto). 

Tomé nota de cuando en el ámbito político acuñaste tu exuberante término “populismo responsable”, pero en el ámbito fiscal, Arturo, aparte de tu persona, nunca, nadie, en ninguna institución o centro de pensamiento serio, habló de populismo, ni “responsable”, ni mucho menos ‘irresponsable’, al referirse a Nicaragua.

De hecho, te recuerdo, que la decisión de no integrar los flujos del esquema petrolero con Venezuela al presupuesto general de la república fue precisamente una medida para proteger al país del riesgo de una reducción abrupta o paulatina de dichos flujos. 

En un inicio esta decisión fue criticada por ‘falta de transparencia’, para luego ser elogiada por el mismo FMI precisamente por haber mantenido al fisco al margen de estos flujos y los riesgos que conllevan.

A propósito de tu imprecisa descripción de la rápida disminución de los recursos de Venezuela, cuando los flujos de la cooperación petrolera comenzaron a disminuir a partir de la estrepitosa caída del precio del crudo en la segunda mitad del mes de Junio del año 2014 (De 110 a 50 dólares en un año), a las autoridades Nicaragüenses les quedó claro que uno de los riesgos que habían previsto al diseñar el esquema (de cuentas separadas) se estaba materializando, no por razones políticas -que es lo que muchos pronosticaban-, sino por la dinámica de oferta y demanda globales. 

Con la caída del precio, disminuyeron los flujos de Venezuela, correcto, pero también disminuyó la factura petrolera, y tanto en el ámbito fiscal, como en el económico, ello tuvo un efecto neto positivo. Nada de esto en tu ‘ensayo’. 

Recuerda Arturo, que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de Nicaragua, durante “el régimen de Ortega” disminuyó en más de la mitad, pasando de 14 a 5% del PIB.

Ensayo inconsistente y lenguaje emoliente: Coincidiría con vos -al menos parcialmente- en el análisis holístico basado en las reflexiones de Samuel P. Huntington sobre ‘la brecha política entre grupos sociales emergentes e instituciones políticas rezagadas’ en su libro de política comparativa ‘Orden Político en Sociedades en Cambio’, igual podríamos hacer un análisis Marxista basado en el materialismo dialectico y también sacar un buen insumo, y hasta del mismo concepto del ‘espirito faccioso’ en la política Nicaragüense de mi abuelo -y quien fuera tu amigo-, José Coronel Urtecho, en sus apuntes sobre la historia de Nicaragua, pero no concuerdo del todo con tu trillado énfasis en el clientelismo roto para el caso de Nicaragua como explicación de Abril 2018.

La situación económica de Nicaragua al primer trimestre del 2018 es inconsistente con la afirmación que haces de que la reducción de los flujos de Venezuela jugó un papel determinante en las protestas de Abril, aun bajo tu lógica ‘cliente-ciudadano’. 

Correlación no implica causación, y vos Arturo, presentas esta tesis sin proveer evidencias duras. En 2018 el PIB y el ingreso per-cápita continuaban en franca expansión -sin el sainete de abril hubiésemos crecido un 5%-, con empleo formal e informal in-crescendo, y la inversión pública e IED a niveles visiblemente saludables.

Sabemos que en la transición económica de país de bajo ingreso a país de mediano ingreso hay siempre temas relativos a la presión demográfica, las expectativas crecientes de las clases medias emergentes, la heterogeneidad de sus aspiraciones, y una creciente demanda de inversión social y servicios de calidad, pero nuestra economía, aunque con sus brechas en la oferta, venía absorbiendo bien esas presiones. 

La anticipada disminución de los flujos de Venezuela, para entonces ya estaba absorbida. Sos igualmente inconsistente cuando mencionas “un PIB p/h que pasó de 960 USD en 2006, a más de 2,000 USD en el 2017” , sin explicar cómo ocurrió un salto de 108.3% del PIB durante “el régimen de Ortega”, para luego retar la simple lógica que las proximidades geográficas y comerciales de Nicaragua no son circunstanciales y preceden al gobierno de Daniel, y felizmente concluir que el CAFTA y la proximidad comercial a EE. UU. fueron los motores de dicho crecimiento, y que por ende -y ya esta es tu extensión política- debemos todos aceptar que como “dependemos del ecosistema occidental, en el cual los EE.UU. juega un rol sobresaliente”, nuestro crecimiento, y supongo nosotros como “clientes-ciudadanos”, estamos en manos de su “sociedad política”.

Entonces, Arturo, ¿por qué otros países con el mismo ‘tipo’ de relaciones con EE. UU. no crecieron igual que Nicaragua?

 ¿Y por qué otros países que no tienen proximidad, ni geográfica ni comercial con EE. UU. también sufren los embates de su “sociedad política”? (no me hagas ocupar espacio poniendo ejemplos). Me gustan tus eufemismos y tu lenguaje emoliente, ¿“sociedad política de EE. UU.”?

 ¿Que significará eso? ¿Los políticos cubanos de Miami que tienen secuestrada la política exterior de ese país hacia América Latina sobre la base de su control de los votos electorales de la Florida? ¿Y que me decís de “ecosistema occidental”?

 ¿Será eso ‘patio trasero’?; y que tal con que “los EE. UU. juega un rol sobresaliente”, déjame adivinar, esa está difícil…. significará que ‘los gringos son los que mandan’?

Ya que estamos en lo de los eufemismos, vamos con estos otros. “Clientes” – Votantes pobres, muy baratos y de bajo nivel educativo, que se conforman con una lámina de Zinc; “Ciudadano” – Siguiente etapa en la evolución sociopolítica del Nicaragüense, ya sus necesidades básicas están resueltas y quiere más de todo, su proceso de ‘graduación’ pasa por destruir bienes públicos y privados, y exigir un cambio inmediato de régimen político inconstitucionalmente. Mientras se calientan protestan por el medio ambiente y contra la corrupción. 

Estos no lograron graduarse en los gobiernos anteriores -su autor no nos explica por qué- sino durante “el régimen de Ortega”.

Ensayo falsoide y sumiso: Echémosle un vistazo a esta parte del ‘ensayo’: “…hasta el momento en que seleccionó a su cónyuge como su fórmula vicepresidencial, se afanaron en restarle legitimidad a los resultados de los comicios electorales, con lo cual estaba anulando el alegato de que su mandato presidencial, legalmente, termina a finales del 2021”. 

Yo no soy abogado constitucional, ni científico político, Arturo, ¿pero como es que te sacaste este ‘conejo’ del sombrero? Qué teoría es esa de “anulando el alegato”, ¿que alegato? 

Los períodos presidenciales tienen un tiempo definido, constitucional. Con esa misma arbitrariedad podríamos escribir, por ejemplo: ‘el Sr. Trump, señaló en varias ocasiones que las elecciones en su propio país están viciadas (rigged) “anulando el alegato” que ganó las elecciones’. 

O que tal esta otra: ‘El ingeniero Bolaños, desacató no solamente la resolución de la Asamblea Nacional sino también una sentencia de la corte suprema acerca de la creación de la superintendencia de servicios públicos, con lo cual estaba anulando el alegato de que su mandato presidencial, legalmente, termina a finales del 2006’. Ninguna de estas frases tiene sentido legal ni constitucional, real, Arturo. Aquí el único ‘alegato’ falso es el tuyo con semejante invento.

Ignoras el tema de la participación de la mujer en las esferas, social, económica, y política -que ha empujado “Murillo” y que le ganó a Nicaragua reconocimiento global en el Foro Económico Mundial (WEF)- Esto parece haberte tocado un nervio granadino. 

También ignoras -olímpicamente- el gran aporte del “régimen de Ortega” en el ámbito del entretenimiento sano y seguro para las mayorías de escasos recursos en nuestro país -en tu lenguaje, “los clientes”-. Tendrías que ser uno de esos “clientes” para reconocer el hito que han marcado en nuestro país, los parques, centros turísticos populares, y diferentes alternativas deportivas y de esparcimiento sano y seguro.

 Es un aporte permanente, no un ‘circo romano para la plebe’ como les gusta describir estos temas a los que ven sombras ‘populistas’ en cualquier obra orientada a los más pobres. 

Cuando las obras favorecen a los más ricos, son entonces ‘de mucho valor agregado’ para el ‘clima de negocios’. Esos aportes, en buena medida empujados por “Murillo”, Arturo, han elevado la barra de la calidad del servicio de los gobiernos a nivel nacional y municipal dirigido a los centenares de miles de habitantes en comunidades urbanas y semiurbanas de nuestro país.

Durante los gobiernos ‘democráticos’ del pasado se multiplicaron las cantinas, prostíbulos, y lupanares -ejemplo, el malecón de Managua (visualicemos un antes y un después)-. Veremos que harán los ‘demócratas’ con la inversión en entretenimiento sano para los ciudadanos (¿perdón, estos serían “clientes” no es cierto?) que les dejará “el régimen de Ortega” cuando adquieran “la cohesión y el liderazgo para capitalizar el hecho de que ahora ellos son mayoría social” y ‘ganen las elecciones en el 2021’.

Vos hablas de una “deseada y elusiva gobernanza democrática…que facilite la recuperación económica”, ¡cantos de sirena para los incautos¡ Ya tuvimos una buena dosis de la “deseada y elusiva gobernanza democrática” por 16 largos años.

 ¿Y la “recuperación económica”? Ahora resulta que la llave mágica para “recuperar la economía” que ellos mismos destruyeron la tienen los golpistas. La economía en Nicaragua bajo “el régimen de Ortega” ya había pasado a otra orbita, Arturo. 

No tendríamos ahora que ‘recuperarla’ de no ser por un intento de golpe de estado con un componente perverso -aun presente- de destrozarla para, por esta vía, debilitar al gobierno sandinista y obligarlo a ‘negociar’, primero la dimisión inmediata del jefe de estado, y ahora, como vos nos decís: “las elecciones adelantadas, amparadas por una nueva arquitectura que les ofrezca a los nicaragüenses un país con fluidez en sus transacciones políticas”.

 ¿Qué significará todo esto, Dios mío? ¿qué tendrás en mente? ¿Un estado libre asociado, como Puerto Rico -quebrado y abandonado a su suerte durante la mayor tragedia de su historia-? ¿Y como puedes aún llamar “negociaciones creíbles”, a las “mediadas por la Iglesia católica, y con los representantes de la sociedad civil nicaragüense, el movimiento estudiantil, el sector privado y la oposición política”? 

Los mismos que protagonizaron la verdadera “oportunidad perdida” a la que te refieres en tu ensayo. ¡En el momento en que todos estaban sentados en la misma mesa para negociar, insistieron en un golpe de
estado!

Sobre tus críticas en el ámbito de algunas señales y los estilos de gobernar de Daniel y Rosario, me parecen válidas en el sentido que son opiniones que están ahí, son temas con los que había que lidiar, y aunque puedan justificar manifestaciones de rechazo -ejerciendo el derecho ciudadano a la protesta- , ni cerca justifican lo que en tu ensayo nunca mencionas: ‘un intento de golpe de estado’, así es, un intento de romper el orden constitucional por la vía de la violencia, y con el apoyo, de los ‘halcones’ republicanos -Ros-Lehtinen, Rubio, y Cruz, los más entusiastas- vía aparato interventor de “la sociedad política de EE.UU.”, lo que sentaría un precedente terriblemente desestabilizador para el futuro de nuestro país. ¿Como omitiste ese elefante en la habitación? ¿ qué ejercicio de sumisión es ese de no contar con un ápice de identidad nacional para ponernos las cosas en términos de haber obligado “al Congreso y a la burocracia del Ejecutivo en los EE. UU. a formular una política hacia Nicaragua [con]..los imperativos de democracia y derechos humanos” ? numero uno, como que si fuera su incuestionable derecho inmiscuirse en nuestros asuntos internos, y número dos, como que los EE.UU fuesen un ejemplo o les importara la democracia, los derechos humanos, o el futuro de nuestro país y sus gentes. 

Como vos mismo decís “aprendamos de las lecciones de nuestra historia”, para no evocar la historia distante y reciente en otros países. Algunas acciones de proporciones barbáricas en el oriente medio y sus consecuencias se me vienen a la mente.

También hablas de “[que] la reacción del régimen de Ortega a estas [masivas] manifestaciones ha sido acudir a los diferentes modos de coerción”, pues los órganos coercitivos se activan precisamente cuando hay un golpe de estado en marcha, ¿en que país no?

Cuando cuentas esta historieta omites de un tajo las enormes manifestaciones de reacción del Frente Sandinista al intento de derrocar y destruir a su líder, su gobierno, y sobre todo sus gentes y su partido a quienes los golpistas se le estaban yendo encima como que fuesen judíos en la Alemania nazi.

Omites que la perversidad del golpe unificó a nuevos, jóvenes, y a viejos y distanciados sandinistas, una vez más alrededor de su líder y bandera.

Calificado por vos -una vez más subestimando al FSLN y su resiliencia- como “un movimiento Sandinista devaluado y sin energías para recomponerse como fue el caso en 1990”. ‘Wishful thinking’ (son deseos), pero no realidades, amigo.

En 1934, 1967-74, 1990, 1996, 2001, 2018, el movimiento sandinista y el FSLN han sufrido reveses, unos más duros que otros, pero sigue firme, fuerte, e inspirado, y seguirá siendo una realidad palpable participando en elecciones, asumiendo el gobierno cuando gane, y entregando la banda presidencial cuando pierda, como siempre.

La única posición débil, “devaluada”, e inviable, es la de aquellos que pretenden desaparecerlo.

Y por supuesto que ”[el] golpe de gracia para terminar pronto con el régimen de Ortega….mediante una movilización popular masiva que el Gobierno de los Estados Unidos tome más medidas contundentes, un paro económico indefinido o los militares (aunque sea haciendo ruido con sus bayonetas en los cuarteles), si se quiere, algo grande”, no solamente es una “esperanza vana”, Arturo, sino -por sus implicaciones soberanas y constitucionales- perversa.

Usando una vez más tus palabras, la “salida razonable” es la de resolver estos asuntos en Nicaragua entre nicaragüenses. 

Lamentablemente, tu ensayo, aunque transmite un mensaje ajeno, no propone uno propio. 

Los que todavía se quedaron en la cima de la escalera después de el fracasado intento de derrocar al gobierno son los que más necesitan el “aterrizaje suave” para integrarse a empujar el vagón de la economía, dialogar, y promover su agenda por las vías constitucionales.

Con el cariño de siempre, Manuel.

Por Manuel Coronel Novoa.

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